Alpine lo tiene claro: Fernando Alonso no es un piloto más, y tampoco sólo un piloto. Más allá de su puesta en escena, de su presencia, y sobre todo de su carácter ganador, que es lo que empujará al equipo a hacerse a las victorias y podios, el español compartirá otros roles mientras organiza su trabajo que no es otro que ir rápido dentro de un coche de Fórmula 1. Y ahora más que nunca.
Porque Fernando Alonso está listo para volver a donde nunca debió haberse ido. O, mejor dicho, de donde nunca le debieron dejar marchar. Y lo cierto es que el proyecto de Alpine se presenta realmente emocionante para el asturiano, ya no sólo por devolver la gloria que ya recogieron hace 16 años, sino por encomendarse de nuevo a la victorias. Pero para ello buscarán nuevas facetas, y él las tiene todas. Las repasamos.
La experiencia de Fernando Alonso dentro y fuera de la F1 es un grado para Alpine

Aunque Alpine considera 2021 como un año de transición, lo cierto es que espera mejorar los resultados que cosechó la pasada temporada. Así lo ha reconocido Luca de Meo, consejero delegado del Grupo Renault. De hecho el propio Fernando Alonso ya detalló que sus expectativas son más humildes, donde dijo que en su equipo deben ser «realistas y tener los pies en el suelo».
Pero el propio piloto sabe que la realidad puede ser muy distinta una vez se pongan manos a la obra, y lo que es mejor: una vez se vayan conociendo los puntos flacos a mejorar del coche de 2021, todo con la mente puesta en 2022, que es el año donde el asturiano y su equipo tienen posibilidades de construir un coche ganador, esto por las nuevas reglamentaciones.
Los protagonistas de hoy día ya no son meros pilotos que ponen un coche a 350 kilómetros por hora, sino que su tarea va más allá de las pistas, especialmente para los que tienen una cierta experiencia. Y ahí, el de Oviedo puede decir que pocos le ganan. Su paso por las 24 horas de Le Mans, Resistencia, Indy, Dakar… puede jugar a su gran favor. Alpine también lo sabe.
Fernando Alonso, como Prost: el nuevo ‘profesor’ para la Academia de Alpine

A sus 39 años, el asturiano, que se está recuperando en casa del susto que supuso su accidente cuando iba en bicicleta por Lugano, tiene una gran experiencia en el mundo de las carreras. Con Alpine espera volver al camino de los podios y ya en 2022, con el cambio de normativa, intentará el asalto a la corona que tiene ‘secuestrada’ en los últimos años Mercedes. Hasta ahí lo esencial.
Pero además también puede ejercer la labor docente de cara a los miembros de la Academia del equipo galo. Recordemos que antaño, Alain Prost fue reconocido como el ‘Maestro’ o el ‘Profesor’, debido a su metódica manera de correr. El tetracampeón galo (1985, 1986, 1989 y 1993) fue un referente para muchos e incluso en los últimos tiempos ha sido una pieza importante en el engranaje de Renault.
Y ahora Fernando Alonso puede ser el nuevo profesor de la escudería con la que se proclamó dos veces campeón del mundo. Fue el propio Luca de Meo el que se refirió al español como de gran ayuda para los jóvenes talentos que forman parte del proyecto de Alpine. «Fernando tiene casi 20 años de experiencia en Fórmula 1, es algo incalculable para los jóvenes pilotos, les puede dar consejos en cuanto a entrenamientos físicos y mentales y cómo extraer el máximo del coche», dijo.
«También le apasiona apoyar al talento de los jóvenes pilotos a través de las iniciativas de su propio equipo y se ha tomado el tiempo para conocer a los pilotos de la academia actuales; será una inspiración para el equipo», señala el dirigente de Alpine. El equipo tiene a Guanyu Zhou, Christian Lundgaard y Oscar Piastri compitiendo en F2 este año, mientras que Caio Collet y Victor Martins correrán en MP Motorsport en la F3.
Los conocimientos técnicos de Fernando Alonso será fundamentales para Alpine

La última vez que Fernando Alonso ganó una carrera fue en 2013, cuando era piloto de Ferrari. Se produjo en el Gran Premio de España. Lo cierto es que si el ex de los de Maranello logra una victoria en esta temporada se convertirá en el piloto con más tiempo en hacerlo entre dos triunfos.
El español superaría a Ricardo Patrese (seis años), llegando a los ocho años entre la consecución de dos grandes premios. A priori, parece difícil que se haga este año, más viendo la superioridad de Mercedes, Hamilton, y la fortaleza de Red Bull con Verstappen, Sergio Pérez y un motor Honda que está en su máximo.
Pero, como la misma Alpine menciona, con Pat Symonds a cargo, explican que Alonso puede hacer que se vean «mucho más cerca de lo que pueda parecer». Lo que permitiría seguir explorando el coche a la par de lo visto en pista. La capacidad de transmitir conocimientos técnicos del español le diferencia, como en tantas otras cosas, de otros pilotos.
«Fue fascinante escuchar sus impresiones sobre cómo aprendió a pilotar los prototipos LMP1, sobre todo en el aspecto de la recuperación de energía. Descubrió varios trucos que otros compañeros no habían visto. Después de algunos test, fue con ellos y les explicó que al hacer ciertas acciones tendrían más energía para reutilizar en otras partes del circuito», explicaba el veterano ingeniero.
El trabajo con los ingenieros, algo a destacar por el piloto

El mismo Symonds, a su vez, comentó que Fernando Alonso podrá «entender rápidamente lo que realmente importará en esos coches (2022), cómo trabajar con los ingenieros y cómo sacar el máximo potencial».
También será uno de los primeros en comprender cómo funcionan los neumáticos de 18 pulgadas. En definitiva, creo que este reinicio le ayudará mucho», aventura Symonds. Es ahí donde puede armar otro aspecto clave en su tarea como piloto de Alpine. Y es su razón como ‘ingeniero’.
Alpine ahora quiere que Alonso sirva no sólo en la pista, sino también en las reuniones de ingenieros, donde el asturiano puede dar un ‘feedback’ clave para pulir detalles. Una de las grandes cualidades del español es su pasión, casi obsesión, por la técnica. No en vano, quienes le vieron empezar destacaban de él que se quedaba con los mecánicos para preparar los karts, primero, y luego los progresivos monoplazas que ha ido llevando. Después, tanto en el Mundial de Resistencia como en el Dakar, la figura de Alonso fue clave para Toyota.
Capacidad de liderazgo: el saber comprender mejor que nadie los límites

Sobre este sentido, el que fuera ingeniero de pista de Fernando Alonso en Ferrari y McLaren, Andrea Stella, detalló recientemente cómo ayudaba el asturiano al trabajo de los ingenieros. «Michael (Schumacher) era muy analítico y pasábamos mucho tiempo hablando del coche. Fernando es una persona concisa, cuando llega a los pits en sus primeras tres palabras ya te ha dicho el 95% de su punto de vista», dijo.
«Con él era mucho más sencillo hacerle preguntas concretas para construir una imagen detallada de la esencia del coche. Su sensibilidad al volante es excepcional«. El propia Stella también señalaba las diferencias con el heptacampeón.
«Con Michael, los ingenieros tenían un papel muy activo para controlar sus capacidades, para decirle dónde tenía que hacer esto y dónde dejar que lo hiciera el coche. Fernando, en cambio, entiende mucho mejor los límites y es muy bueno para comprender dónde está contribuyendo él y dónde está contribuyendo el coche. Él puede preparar el coche para la carrera muy bien gracias a esa capacidad».
El objetivo: mejorar los números de Ricciardo

En el caso de Fernando Alonso, hacerlo mejor que el año anterior supone mejorar los números de Daniel Ricciardo, que es al piloto que sustituye. El australiano fue tercero en el Gran Premio alemán de Eifel, lo que permitió a Renault volver a subirse al podio nueve años después.
Dos carreras más tarde, Ricciardo (hoy en McLaren) confirmaba que su resultado no había sido un espejismo volviendo a ser tercero en el Gran Premio de Emilia-Romaña, Mugello. Pese a sólo haber cosechado dos podios, el australiano terminó la temporada quinto en el Mundial por detrás de Hamilton, Bottas, Verstappen y Sergio Pérez. Ya lo decía Adrián Campos: «Si el coche está para hacer quintos, Fernando hará podios; si está para podios, puede ganar«. Que así sea.