En el periodo estival es difícil no caer en la tentación de comerse un helado. Si acudimos a uno de los establecimientos de comida rápida McDonald’s, es muy probable que remates tu comida con un McFlurry de oreo o de cualquier otro sabor.

Sin embargo, ¿sabes realmente qué ingredientes lleva lo que estás ingiriendo? El nutricionista Carlos Ríos destapa este misterio y nos muestra lo que hay detrás de la lista de componentes de estos helados.

Una etiqueta dudosa

Y es que, la famosa cadena de hamburguesas cuida con mucho detalle los ingredientes que muestra en sus etiquetas. Una de las prácticas habituales por su parte es el de ocultar algunos componentes dañinos.

De esta manera, el famoso nutricionista ha colgado un hilo en su red social Twitter donde ha explicado que “solo proporcionan alérgenos y valores nutricionales mientras que ocultan interesadamente los ingredientes”.

Lo que lleva un Mcflurry

Principalmente, uno de estos helados “está formado por una base líquida”, explica Ríos, la cual se compone por tres tipos de azúcar añadido, azúcar, jarabe de glucosa y dextrosa. Solamente con eso, estamos comiendo 54 gramos de azúcar por cada 200 gramos de helado.

Esto es una cantidad que supera por más del doble la recomendaba por la OMS en un periodo de un día completo, una auténtica salvajada. Pero hay más. A esta cantidad hay que añadirle la lactosa, lo que supone que ya son 62 gramos, y después el topping que desees, oreo, kit kat o conguitos, y un sirope de acompañante.

Ingredientes ocultos

Además, en el total del valor calórico, la cadena tampoco tiene en cuenta la leche desnatada, la leche en polvo, la nata, el emulgente, los estabilizantes y el aroma de vainilla. En total, la cantidad es demasiado alta e incluso podría llegar a ser peligrosa.

Por otra parte, el nutricionista ha investigado gracias a un amigo suyo que trabaja en una de estas cadenas y resulta que todos estos helados están compuestos por ‘Sundae Mix’. Esta llega a los restaurantes en forma líquida y con ella «se llenan las máquinas de helado y de ahí salen todos los helados», explica Ríos.

Exceso de calorías

Es decir, hay un exceso en azúcares y un exceso de calorías para un único helado. Pero lo más preocupante es que solemos comer estos como postres de una colación, ya de por sí, grasa y calórica.

La cadena desde sus inicios ha mantenido siempre con gran secreto algunos de sus ingredientes. A lo largo de los años, les han exigido más transparencia en sus productos, ya que, a la larga, realmente pueden ser perjudiciales para la salud de cualquiera.

Problemas de salud

Y es que resulta que, en esta sociedad tan globalizada, donde hay restaurantes de comida rápida como McDonald’s en prácticamente todo el mundo, es muy difícil ponerle fin a este tipo de prácticas.

Además, cada vez hacemos menos ejercicio físico y la obesidad infantil ha incrementado de manera significativa. Los helados de esta cadena no ayudan para nada a resolver los problemas de nutrición de este mundo, y cada vez aparecen más enfermedades provocadas por una mala alimentación de este tipo.

Aditivos químicos

Uno de los principales problemas de la archiconocida cadena de hamburguesas, son los aditivos químicos. En todas sus elaboraciones contienen un exceso de este tipo de elementos, que simplemente no son naturales y, por lo tanto, son intrusos en nuestro cuerpo.

En un Big Mac, la emblemática hamburguesa estrella de este establecimiento, tan solo la lechuga y la cebolla son naturales. El resto está mezclado, manipulado y compuesto por productos químicos como el polisorbato 20, el aluminio potásico, o el sulfato de aluminio potásico.

Buscar alternativas

Es por ello que deberíamos optar por no consumir sistemáticamente este tipo de productos. Hay alternativas más saludables para nuestro cuerpo, como helados naturales. Si bien es cierto que no son tan sabrosos como los que proporciona esta cadena, tu cuerpo lo va a agradecer.

Además, la OMS lucha cada día para incentivar a la población a mantener una vida más sana. Uno de los primeros pasos puede ser elidir de tu dieta los McFlurry del McDonald’s.

Ya faltan solo días para despedirse del verano, y los platos que más se disfrutan comienzan a oler a añoranza. Unos de los bocadillos que más se han disfrutado son las tostas, que siempre presentes a la hora de un brunch, son capaces de llenar de sabor, aroma y textura cada bocado. Entre los más famosos están los montaditos que ha propuesto Arguiñano, y que se pueden preparar con tan solo 3 ingredientes, pero si quieres tener más alternativas a la mano, acompáñame a conocer las exquisitas combinaciones frías que puedes hacer para despedirte del verano por la puerta grande.

Tostas de sobrasada y miel

Un sabor tradicional y lleno de color es el que otorga una rica sabrosada sobre una tosta de pan bien crujiente, y se acompaña con miel, el gusto se eleva al máximo ante la combinación de texturas y sabores.

Hacerla es muy sencillo, unta el pan tostado con un poco de mantequilla y añade una capa de sobrasada casera o la que compraste en el mercado, baña con unos finos hilos de miel y disfrútala.

Con crema de cacahuete y plátano

Una propuesta cremosa, dulzona y llena de energía: las tostas con crema de cacahuete y plátano. Con esta combinación tendrás un toque plus de energía y vitalidad, y lo mejor es que puedes hacer en casa la mejor crema de cacahuete. 

Solo debes untar la tostada con una buena porción de crema de cacahuete y colocar sobre esta dos rebanadas de plátano. Come un par antes de salir y tendrás energía de sobra para enfrentar el día.

Tostas de bacalao ahumado con pimientos asados

Si hay un sabor tradicional que tienes que probar es el del más sabroso alioli junto al gusto de uno de los pescados más amados de toda la región vasca, el bacalao ahumado. 

Extiende una fina capa de alioli sobre el pan y coloca tiras delgadas de pimientos asados. Termina de coronar estas tostas con unas lonchas de bacalao ahumado y baña con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. 

Salmón ahumado y aguacate, una combinación de sabores de lujo

Todo lo que toca el salmón termina lleno de sabor y gusto a alta cocina y si del aguacate se trata, este, por su parte termina de dar el toque perfecto con su cremosidad, anímate a preparar estas tostas y créeme que te van a encantar, pues son muy sencillas y rápidas.

Corta un aguacate por la mitad y vierte la pulpa en una taza, añade unas gotas de limón, un poco de sal y tritúralo un poco. Unta cada rebanada con esta crema y dispón sobre estas una loncha de salmón ahumado. Vierte un poco de aceite de oliva y disfruta de esta explosiva combinación.

Tostas con salmorejo: una combinación veraniega por excelencia

Si se habla del verano y de sus comidas más tradicionales, el salmorejo siempre estará presente; por esta razón, hacer estas tostas con salmorejo, será un placer que te tienes que dar. 

Comienza por preparar el más tradicional de los salmorejos y cuida que quede con una textura espesa. Puedes untarlo directamente sobre las rebanadas tostadas y colocar tiras de jamón serrano, cebolleta o huevo duro finamente picado. O sumergir unas rebanadas de pan fresco y llevar al horno para que se tuesten. En el segundo caso, tendrás tostadas que puedes incluso llevar en forma de snack fuera de casa. 

Pimientos, atún y queso crema, una opción fresca y con mucho sabor

El atún, el bonito y otros pescados en conserva son los reyes de las preparaciones rápidas durante el verano. Escurre el atún y viértelo en una taza, añade un poco de sal, pimienta negra recién molida y mezcla bien.

Unta cada rebanada con un poco de queso crema y cubre con atún. Termina de decorar con trocitos finos de pimiento rojo asado y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.

Tostas de boquerones y anchoas

Una receta clásica para el verano es la de los boquerones en vinagre, así que aprovecha los que aún te quedan y prepara unas ricas tostas con un sabor potente que será el broche de oro para despedir el verano.

Unta un poco de tomates fritos sobre el pan y coloca un boquerón y alterna con trocitos de anchoa. Baña con un fino hilo de aceite de oliva virgen extra y disfruta de todo su sabor.

El sabor dulce del higo con la suavidad del queso de cabra

La combinación de texturas y sabores que se ponen a la orden del día al preparar unas originales tostas da para todo. Con unos dulces higos puedes lograr una combinación realmente fantástica.

Unta cada rebanada con un poco de mermelada de higos, coloca una rebanada delgada de queso de cabra y corona con un fino hilo de miel. Una combinación dulzona que te va a encantar.

Tostas con mozzarella, higos y anchoas

Una combinación de sabores que te dejará sin palabras. La combinación de texturas y sabores deja una explosión en el paladar que es difícil de resistir.

Coloca una rebanada de mozzarella sobre el pan y luego dispón de una rebanada de higo fresco. Enrolla un filete de anchoa y colócalo sobre este. A cada bocado sentirás una mezcla de sabores inolvidable.

Queso crema y pimientos dulces confitados

Unas tostas muy ricas y que serán la sensación. Coloca una porción de queso crema sobre cada rebanada y dale el toque majestuoso con una porción de pimientos rojos confitados. Hacer estos pimientos es muy sencillo y se conservan perfectamente en la nevera por 3 días.

Escoge 1 pimiento rojo maduro, córtalo en pequeños cuadrados y llévalos a cocción con 50 ml de agua, 100 gramos de azúcar y 10 ml de vinagre de Jerez. Déjalos cocinar por 20 minutos. 

Disfruta de todas estas tostas y cierra con broche de oro el verano.

El risotto es una de las comidas más completas, versátiles y sabrosas cuando de disfrutar preparaciones cremosas se trata. Y si bien, algunas presentaciones como el risotto a la carbonara, son toda una tentación, nos encontramos en la época del año en que vestirlo de un hermoso color naranja y aprovechar todas sus propiedades nutricionales se convierte en la mejor de las opciones. Te voy a presentar una receta paso a paso y muy completa, para que prepares el más rico y saludable risotto de calabaza.

El risotto de calabaza una opción llena de color y sabor que tienes que probar

Si al escuchar la palabra risotto te provoca salir corriendo, pensando que te va a quedar pastoso, grumoso, quemado o extraño, el de calabaza te va a permitir romper con esa creencia, pues es tan sencillo de hacer y de resultado tan rico que perderás el miedo a hacer uno para siempre.

Cuando llega el otoño los colores naranja se adueñan del paisaje y de la gastronomía; por esta razón debes aprovechar las verduras que están de temporada y exprimir al máximo todas sus bondades nutricionales. La calabaza aporta un extraordinario color, sabor y cremosidad, así que anímate a prepararlo y conoce los mejores trucos para lograrlo.

Trucos para un risotto de calabaza ‘10’

El risotto de calabaza tiene mucho en común con los más tradicionales; eso si, antes de entrar de lleno a prepararlo, debes tener listo el puré de este fruto, el cual se obtiene de manera muy sencilla cocinándolo al vapor, asada o cocida. Elige una de color naranja profundo, y más intenso será su sabor y aroma.

Experimentar con los sabores siempre es bien recibido en la cocina, añade queso parmesano o quesos de sabor fuerte como el de cabra o azul y eleva el sabor al máximo. Si lo deseas, añade tocino, jamón y para opciones más saludables, coliflor, vegetales de temporada o unos crujientes frutos secos que además de dar un sabor maravilloso, también le otorgan una distintiva textura con tropezones crujientes.

Así se prepara un espectacular risotto de calabaza

Tal como te he comentado, el primer paso para hacer este risotto de calabaza es cortar 800 gramos de calabaza en dados de tamaño grande. Coloca a fuego medio 800 ml de caldo de verduras e introduce los dados que cortaste.

Déjalo cocer por unos 20 minutos, hasta que notes que la calabaza se deshace. Como dato importante, debes saber que en caso de no contar con caldo de verduras, puedes cocer los dados con 800 ml de agua y añadir un puerro, una cebolla, una zanahoria, y media rama de apio. Eso sí, deberás triturar solamente la calabaza.

Triturar bien el puré, uno de los trucos para que quede cremoso

Cuando notes que la calabaza está tierna y comienza a deshacerse, tritúrala con un robot de cocina durante unos 4 minutos. Puedes hacerlo con una licuadora o también con batidor eléctrico manual.

Espolvorea un poco de sal y pimienta y para cerciorarte de que no quede ningún grumo, pásalo por un colador. La cantidad que vas a necesitar será aproximadamente tres veces la cantidad de arroz arbóreo a utilizar, en caso de que te falte un poco, es válido completar con caldo o un poco de agua.

Cocción del risotto

El truco para un risotto de calabaza perfectamente cremoso, está en la cocción del arroz; añadir el caldo poco a poco remover constantemente para estimular la liberación del almidón.

Cuando se añade el líquido poco a poco, el arroz soltará el almidón sin perder su firmeza, resultando en granos tiernos, pero enteros. Todo el almidón que se va liberando irá espesando el caldo, el cual es muy importante que lo añadas estando bien caliente. Para garantizar el calor del caldo de calabaza, coloca la olla con caldo al fuego muy bajo sin que llegue a hervir, mientras en una paella vas cocinando el arroz.

Prepara el resto de los ingredientes

Cuando tengas el caldo de calabaza listo y sin ningún grumo, pica finamente 1 cebolla y en pequeños dados 200 gramos de calabaza cruda.

Aunque el risotto de calabaza se va a cocinar con el caldo de esta, también llevará pequeños dados para darle más vistosidad y textura. Los dados deben ser pequeños, pero no demasiado, de esta manera se conservarán con su forma hasta el final de la cocción.

Así debes cocinar el arroz para el risotto de calabaza

En una paella o cazuela ancha coloca 2 cucharadas de aceite de oliva y llévala a fuego medio. Sofríe la cebolla picada durante unos 4 minutos, hasta que observes que comienza a verse transparente.

Con la cebolla pochada incorpora los dados pequeños de calabaza que habías cortado y sigue cocinando por 2 minutos más, removiendo para que se cocinen poco a poco. Añade 300 gramos de arroz arborio o carnaroli e intégralo a la preparación con una cuchara.

La forma de añadir el caldo de calabaza

Una vez añadidos los dados de calabaza y el arroz a la paella, vierte un poco de caldo de calabaza, que tal como te había comentado, debes estar bien caliente.

Remueve el caldo con el arroz hasta que el caldo se seque, por la absorción de los granos y la evaporación del mismo. Añade un poco más de caldo y repite esta operación hasta que el arroz esté cremoso y tierno. Este proceso demorará unos 20 minutos.

Proceso final de cocción del risotto 

Como ves, el risotto de calabaza es muy fácil de hacer, solo debes seguir algunos pasos para que quede realmente cremoso y sabroso. 

Cuando hayas añadido todo el caldo y el grano esté tierno y cremoso, justo en el último minuto de cocción añade 5 cucharadas de queso parmesano rallado y 1 cucharada de mantequilla. Remueve muy bien y estará listo para ser disfrutado.

Cómo hacer del risotto de calabaza un plato más sano

El risotto de calabaza es en sí mismo un plato muy saludable gracias a la combinación del cereal con las vitaminas y minerales de la calabaza. Puedes disminuir algunas calorías sustituyendo la mantequilla por aceite de oliva.

Para aumentar sus cualidades nutritivas, añade unos brotes frescos como decoración al momento de servir, coliflor, brócoli u otras verduras llenas de fibra que complementen este saludable y rico plato.

Si amas el sabor de la calabaza, anímate también a preparar esta exquisita crema de calabaza y queso.

Por lo general asociamos los crepes con los más refinados y delicados postres. Sin embargo, es posible hacer unos rellenos salados espectaculares que están llenos de sabor y se prestan para ser una rica cena.

Una de las mayores bondades de esta receta nacida en Francia, es lo fácil que es hacerlos, la versatilidad que puede dárseles al rellenarlos con los más distintos sabores y lo saciantes que llegan a ser. Si amas la magia de los crepes dulces, déjate tentar también por los de relleno salado.

Los crepes salados: divinos y versátiles

En Francia a los crepes salados se les conoce comúnmente como galette, y en lugar de prepararse con harina común, se emplea trigo sarraceno para hacer la masa. Por lo general al hacer esta masa, es también posible preparar la que se utiliza para postres añadiendo sal y prescindiendo de cualquier componente que añada dulzor.

Tal como sucede con los crepes dulces a cuyas masas se les puede preparar con cacao, café y otras esencias, los salados muestran la misma versatilidad, admitiendo hierbas secas para potenciar su sabor, limón para combinar con rellenos marinos y mucho más. Antes de compartir diferentes propuestas de relleno, te mostraré cómo hacer la masa para galettes y la de los crepes salados para que puedas escoger la que más se adapte a tus gustos.

Así se hacen las galettes 

Preparar la masa para las galettes no es complicado y tal como te comentaba, básicamente consiste en reemplazar la harina por trigo sarraceno. Para hacerlos, mezcla en un bol 200 gramos de trigo sarraceno con 50 gramos de harina de trigo. Añade 3 huevos, 1 cucharadita de sal, 600 ml de agua y 100 ml de leche. 

Con la cantidad que te he señalado obtendrás crepes suficientes para cuatro personas. Licúa muy bien todos los ingredientes y calienta una sartén antiadherente, pasa un poco de mantequilla derretida y vierte un poco de mezcla. Extiende la masa para crepes y voltéala cuando esté cuajada, ve colocándolas en una fuente y procede a rellenarlas.

Así se hace la masa para crepes salados

También puedes hacer unos ricos crepes con harina común. Solo bate 3 huevos con 150 gramos de harina, 1 cucharadita de mantequilla, ¼ de litro de leche, 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal.

Una vez que tengas lista la masa tapa el envase y llévalo a la nevera por 1 a 2 horas para que repose. Luego prepara las crepes de manera tradicional y resérvalas sobre una fuente hasta el momento de rellenarlas.

Un relleno espectacular para crepes: salmón y champiñones

Si quieres dar un toque de color y sabor a tus crepes, este relleno elegante es para ti. Comienza cortando 600 gramos de salmón fresco en pequeños dados y lamina 300 gramos de champiñones. Pica finamente una cebolla y llévala a sofreír en una sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.

Una vez que la cebolla esté pochada, agrega los champiñones y deja que se cuezan hasta que suelten todo el líquido. En ese momento añade el salmón, salpimienta y retira del fuego apenas el pescado, cambie su color. Remueve bien y rellena los crepes en forma de pañuelo. 

Relleno de espinacas con pollo, nutritivo y sabroso

Si amas las proteínas del pollo y este es una de tus carnes favoritas, comienza a preparar una bechamel espesa con 1 cucharada de mantequilla, 3 cucharadas de harina, leche y sal. Lava muy bien y escurre 200 gramos de espinacas y saltéalas en una sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y 1 diente de ajo finamente picado. Reserva esta preparación.

En una sartén aparte, cocina 100 gramos de pechuga de pollo con un poco de aceite. Trocéalo y mézclalo junto a la bechamel y las espinacas. Añade 50 gramos de parmesano rallado y rellena los crepes.

Un relleno rápido, rico y muy saludable: Relleno de atún para crepes

El atún es nutritivo y muy sabroso. Si añades un poco de ralladura de limón a la masa, tendrás unos crepes alucinantes. En una sartén vierte un chorrito de aceite de oliva virgen extra y lleva a sofreír una cebolla finamente picada. Cuando la cebolla esté bien sofrita, pero sin quemarse, añade un tomate sin semillas y picado en pequeños dados. Incorpora 2 latas de atún escurrido y sofríe hasta que esté seco.

En un bol coloca ½ lechuga iceberg troceada, 1 diente de ajo finamente picado y vuelca el atún. Remueve muy bien y agrega 4 cucharadas de mayonesa, sal y pimienta. Rellena los crepes y disfruta.

Champiñones, queso y tomates

Este relleno de champiñones es realmente rápido y muy rico, puedes usar también champiñones enlatados si así lo deseas.

Comienza por saltear en una sartén 80 gramos de champiñones cortados en trozos pequeños en 2 cucharaditas de mantequilla. Corta en cubos un tomate y añádelo a la sartén. Cuece por unos 5 minutos y retira del fuego. Añade 2 láminas de queso mozzarella e intégralo muy bien. Salpimienta a tu gusto y rellena los crepes.   

Setas con bechamel: un relleno para crepes cremoso y muy sabroso

Este relleno es sumamente fácil de hacer y su cremosidad te va a encantar. Saltea en una sartén 200 gramos de setas cortadas en trozos pequeños junto a 20 gramos de mantequilla y añade 60 gramos de jamón serrano picado en pequeños cubos. 

Mientras el jamón se va sofriendo agrega 1 cucharada de harina y remueve para que se tueste un poco. Añade 400 gramos de leche poco a poco hasta que notes que se absorbe, continúa añadiendo poco a poco, tal como si hicieras una bechamel, hasta formar una crema suave.

Relleno de caprese, fácil, rápido, rico y muy fresco

La ensalada caprese es una de las más rápidas y ricas que pueda haber, imagina combinarla con el placer de un rico crepe. Si buscas un relleno sumamente rápido y fresco, lo tienes que probar.

Comienza por rallar 200 gramos de mozzarella y picar 1 tomate en pequeños cubos. Dispón sobre cada crepe unas hojas de albahaca, mozzarella rallada y tomate picado. Espolvorea un poco de sal y pimienta y dóblala en forma de pañuelo o enrolla a tu gusto.

Un relleno de gambas que dará sabor gourmet a tu crepe

Si tienes una ocasión especial y quieres lucirte con unos crepes salados de alta cocina, esta es tu oportunidad. En una sartén vierte un chorrito de aceite de oliva virgen extra y sofríe un siente de ajo finamente picado. Añade 20 gambas peladas y limpias y saltea a fuego alto hasta que cambien de color. Añade 2 puñados de espinacas frescas lavadas y escurridas y cocina hasta que reduzcan su volumen.

Espolvorea sal y pimienta y retira del fuego. Prepara una bechamel y resérvala. Coloca una porción de relleno sobre cada crepe y añade una cucharada generosa de bechamel, espolvorea parmesano rallado y disfruta.

Las patatas son simplemente perfectas y adictivas en cada una de sus presentaciones. No hay plato en el que estén presentes, y que no hagan verdaderamente espectacular. Su toque especial va más allá de cualquier receta o platillo, porque hasta solitas saben realmente bien. 

Tal es el caso de disfrutarlas como snack, a los niños les encanta y a los adultos ni se diga. Si quieres preparar las más ricas y crujientes patatas paja, no te puedes perder todo lo que estoy por contarte.

Las patatas paja, un snack diferente y saludable

No hay que negarlo, las patatas fritas tienen grasa y para muchos no son nada saludables, sin embargo, cuando se preparan en casa puedes hacer de ellas un snack mucho mejor que cualquiera que vendan en la calle.

Si me dan a elegir entre un tubo de “patatas” industriales y hacer estas divertidas pajas, de seguro me decido por las segundas. Si quieres hacer un snack para tus niños, nada mejor que esta propuesta. Sabrás que contiene exactamente lo que se están comiendo y además puedes estimularlos a comer merienditas caseras.

¿Qué son realmente las patatas paja?

Esta sería una buena pregunta, porque en realidad las patatas paja no son una receta en sí, sino más bien una técnica culinaria de cocción en fritura que también se conoce como cerilla o pajitas. 

Existen diferentes tipos de corte de patatas, entre ellas, chips, bastones, avellanas, rejilla, francesas, españolas, en rodajas, en dados y por supuesto las que hoy nos convocan. 

¿Qué hace distintivo a las patatas paja?

El toque distintivo de estas divertidas patatas salta a la vista. Con un corte en julianas muy finas, estas están bautizadas como paja, por el aspecto que tienen después de la cocción, el cual nos recuerda claramente a la paja del trigo.

Estas patatas pueden comerse así solitas y disfrutarse como snack con un poquito de sal espolvoreada al estilo de Chicote o bien, servirse como guarnición distintiva para presentar otros platos, como hamburguesas, filetes o bien dando textura al relleno de un delicioso paquito.

Trucos para que logres patatas paja perfectas, así debes hacerlas

Si bien, las patatas paja son muy sencillas, hay que admitirlo, ellas también tienen su con qué. Por ello, es mejor seguir algunos trucos que te voy a ofrecer, y que no te van a dejar mal en lo absoluto.

Presta atención a todo lo que estoy por contarte, y anímate a prepararlas en casa con estos interesantes trucos que te brindan además el más completo paso a paso.

Escoge las patatas correctas

Comienza por escoger unas buenas patatas para freír. La Baraca, Kennebec y la agría son las mejores que puedes escoger. Compra las que se vean bien, de color parejo y uniforme. Evita aquellas que tengan manchas de color oscuro, estas pueden tener hongos y seguramente al picarlas tendrás que desechar una buena parte.

Elige aquellas que sean de tamaño medio, las muy grandes tendrán más nitratos, mientras que las pequeñas serán difíciles de trabajar. No selecciones patatas que se vean verdes, estas tienen solanina, una sustancia tóxica que puede incluso afectar el sistema nervioso.

Córtalas de forma homogénea

Estando en casa y listo para preparar las patatas paja, es el momento de que las peles y cortes. Lo más recomendado es que todas queden del mismo grosor y tamaño, de lo contrario, las que sean más finas terminaran chamuscadas.

Lo mejor que puedes hacer para procurar que queden parejas, es utilizar una mandolina para rebanarlas y hacer posteriormente bastones finos. Sin embargo, no te preocupes, en caso de no tener una, trata de hacer cortes los más limpios que puedas y que queden rebanadas bien delgadas.

Retírales el exceso de almidón

Este es un truco que deberías poner en práctica cada vez que vayas a freír patatas, pues al retirar el excedente de almidón, es más fácil que queden realmente crujientes y deliciosas.

Este paso es imprescindible en el caso de las patatas paja, pues al ser tan finas y pequeñas, retirando el almidón evitarás que se peguen entre ellas. Simplemente, coloca las patatas en remojo dentro de un bol por unos 30 minutos y finalmente llévalas a un colador y lávalas bajo el grifo hasta que el agua salga transparente. Antes de freírlas, recuerda secarlas muy bien. Extiéndelas sobre un paño limpio y coloca uno encima da un poco de presión con tus manos y listo.

Fríe las patatas por pequeñas tandas

Así como en otras frituras, ir haciendo el proceso por tandas es lo más recomendable. En el caso de las patatas paja es aún más necesario cuidar este detalle, porque de lo contrario, terminarán pochadas en lugar de crujientes.

Añade por pequeños lotes y el resultado serán unas exquisitas patatas crujientes. 

Abundante aceite y la temperatura correcta, los secretos para el mejor resultado

Para freír de manera pareja y que queden realmente bien, vierte una cantidad abundante de aceite de oliva o de girasol en una sartén y cuando la temperatura se ubique en los 180° C, estará listo para freír.

Antes de añadir un grupo de patatas a freír, añade una y nota si inmediatamente hace burbujas al entrar en contacto con el aceite. Si así es, estará en la temperatura ideal para comenzar a freír.

Fríe y disfruta de las mejores y más crujientes patatas paja

Una vez que haces la prueba de la temperatura y te percatas de que se encuentra en el punto ideal, debes añadir una porción de patatas y dejarlas durante los primeros 15 segundos sin tocarlas. Luego, con la ayuda de una espumadera comienza a separarlas de vez en cuando para evitar así que se peguen entre ellas.

Cuando estén doraditas, retíralas y llévalas a escurrir sobre papel absorbente. Espolvorea sal y otros condimentos que quieras añadirles, como: pimentón, ajo en polvo o finas hierbas, y a disfrutar.

No hay momento en el que compartiendo unas cervezas bien frías no provoque comer unas buenas patatas bravas; esta tapa más que tradicional es un infaltable cuando se comparte entre amigos, así que para que puedas hacerlas en casa, las propuestas que ha dado Chicote son realmente de las mejores. 

La experiencia de Chicote en la cocina y su secreto para hacer las mejores patatas bravas

Alberto Chicote vaya que sabe deleitar con los más tradicionales platos tradicionales, y esto por supuesto incluye a las más exquisitas y picosas patatas bravas. Para hacerlas de manera exitosa y con el sabor más típico, este chef aparte de recurrir a los mejores ingredientes, también ha avanzado en la creación de su propia salsa, con la cual garantiza el más divino de los sabores en cada bocado.

Las patatas bravas de Chicote, un plato tradicional, económico y muy rico

No hay un restaurante o bar en el que no sean servidas las patatas bravas, estas se han convertido en el centro de mesa de las más diversas reuniones y tanto en casa como en los bares, disfrutarlas es materia obligada cuando de pasar un buen rato se trata.

Si bien las propuestas de Chicote son de dificultad media, la receta en sí es muy resultona y solo se deben seguir algunos pasos para que queden de lujo. Con ingredientes económicos, prepárate para preparar la más tradicional tapa.

Los ingredientes que necesitarás para hacer estas patatas bravas

Para que puedas preparar en casa estas espectaculares patatas bravas al estilo de Chicote, necesitarás: 1 Kg de patatas, ½ litro de aceite de oliva virgen extra, una cebolla, 7 dientes de ajo, 2 chiles y un pimiento choricero.

El chef ha preparado estas patatas con tomate, así que para la proporción de ingredientes que te he presentado y para un total de cuatro comensales, la salsa necesitará 250 gramos de tomates naturales, 60 ml de vinagre blanco, 1 cucharada de pimentón picante, orégano, comino y el toque mágico de Chicote: una punta de jamón para dar más sabor. Este es uno de sus trucos bajo la manga para potenciar el sabor de varias preparaciones, entre ellas sus famosas croquetas.

Comienza por preparar las patatas

El secreto de las patatas bravas es tratarlas de la manera adecuada desde el principio hasta el final de su preparación. Comienza por lavarlas muy bien, pelarlas y secarlas perfectamente.

Córtalas introduciendo el cuchillo y chascando para que queden irregulares, de esta forma garantizas que liberen todo su almidón.

Prepara el aceite y fríe las patatas

Con las patatas ya limpias, cortadas y bien secas, coloca una sartén a fuego medio y vierte el aceite de oliva virgen extra. Una vez que el aceite este caliente, coloca las patatas dentro. Déjalas en cocción por 10 minutos; eso sí, no deben dorarse por fuera, solamente confitarse.

Con este método de cocción de confitura para las patatas, estas se cocinarán en su interior de manera perfecta. Retíralas cuando estén tiernas y resérvalas. Mientras tanto, puedes avanzar en la preparación de la salsa.

La preparación de la salsa al estilo de Alberto Chicote

Para preparar la salsa brava que dará un sabor auténticamente español a las patatas, comienza por pelar los dientes de ajo y la cebolla. Corta los ajos a la mitad y pica la cebolla en pedazos que no sean muy pequeños. Retira también las semillas a los chiles y pártelos en trozos.

Con estos ingredientes listos, sigamos avanzando en esta tradicional preparación.

Cocción de la salsa

Vierte una buena cantidad de aceite en una olla y llévala al fuego medio. En el momento en que se encuentre caliente, coloca los dientes de ajo, la cebolla y los chiles para que se vayan cocinando por 5 minutos.

Transcurrido ese tiempo, añade la carne del pimiento choricero, la punta de jamón, el pimentón picante, el vinagre y el tomate natural triturado. Tapa la olla y continúa la cocción por 10 minutos.

Terminación de la salsa para las patatas bravas

A medida que la salsa se va cocinando durante los 10 minutos que te he señalado, no retires la tapa.

Al finalizar ese tiempo, pruébala y rectifica la sal y añade un poco de azúcar si la sientes un poco sosa o ácida por la acción del tomate. En ese momento retira la punta de jamón, la cual ya habrá liberado todo su sabor. Vierte la salsa en la licuadora y tritúrala hasta obtener una mezcla lisa.

Cocción final de las patatas

En el momento en que tengas la salsa adelantada, será preciso que ya termines la cocción de las patatas. Vierte un poco de aceite en una sartén y llévala al fuego, cuando esté caliente, lleva las patatas a que se doren. Recuerda que estas ya estarán cocidas en su interior.

Durante este proceso cuida que las patatas no se rompan; para ello, el fuego debe estar medio – alto. Vigila que se doren de manera uniforme.

Incorporación de la salsa brava

Si bien, en la mayoría de las recetas de patatas bravas, los cocineros vierten pequeñas cantidades de salsa sobre estas una vez que están servidas, para Chicote inundarlas de sabor es la mejor opción. Por esta razón, a medida que las patatas se van poniendo doradas, va añadiendo poco a poco la salsa hasta impregnarlas completamente.

A medida que la salsa vaya tomando consistencia, espolvorea un poco de orégano y comino. Con una pequeña cantidad bastará. Sirve las patatas bien calientes y a disfrutar.