Suaves, delicadas se deshacen en tu boca y saben a gloria; así puede definirse a las yemas de Santa Teresa, este postre nacido entre las paredes de conventos que ha llegado a popularizarse en Ávila y más allá de sus fronteras.
Estos ricos dulces tradicionales constan de tan solo dos ingredientes, por lo que imaginar reemplazar uno de ellos puede resultarte una verdadera locura. Sin embargo, en materia gastronómica se vale todo y así como hoy por hoy se pueden hacer brownies sin harina o una falsa crema catalana, es posible también hacer unas yemas de Santa Teresa sin utilizar huevo… Si te parece interesante y desconcertante, quédate hasta el final y descubre cuál es el secreto.
El origen humilde de las yemas de Santa Teresa
Es todo un placer revisar la procedencia de los principales platos tradicionales; tanto dulces, como salados, todos comparten generalmente el más humilde de los orígenes y bien, se tratasen de alimentos de campesinos o de dulces tradicionales creados en ambientes religiosos, la mayoría de ellos se han posicionado como los favoritos en miles de poblados.
Las yemas de Santa Teresa pertenecen a esos platos emblemáticos y de origen humilde que tanto han fascinado; y su preparación es tan sencilla, que no es difícil replicarlas en casa. Huevos, azúcar y paciencia se conjugan para dar paso a uno de los más delicados dulces tradicionales, y parece imposible poder igualar su calidad con otros ingredientes, hasta ahora…

El ingrediente que reemplaza al huevo
El mejor ingrediente para reemplazar el huevo, es la calabaza. Y aprovechando que se encuentra en la época de su máximo esplendor, puedes aprovechar y conseguir las más hermosas y de color naranja profundo que tendrán más dulzor.
Para darle un poco más de textura solo será necesario añadir una pequeña cantidad de harina de maíz (maicena) en muy baja proporción. Por cada 100 gramos de calabaza, añade 1 cucharada rasa de esta harina.

Ventajas de las yemas de Santa Teresa sin huevo
Una de las mayores ventajas de reemplazar los huevos por calabaza es precisamente el contenido calórico de estos en relación del aporte calórico de la verdura.
Tendrás unas yemas de Santa Teresa realmente suaves, delicadas y exquisitas, que a su vez serán ideales para veganos, intolerantes al huevo y también estarán libres de gluten. Una opción realmente sabrosa y nutritiva que tienes que probar.

Cómo se hacen las yemas de Santa Teresa sin huevo
Si hay unas características que hacen emblemáticas a las yemas de Santa Teresa, son su suavidad, delicadeza y sabor dulce. Además, algo que definitivamente las hace merecedoras del título de mayor delicadeza, es el hecho de que estas se disuelven en la boca apenas las probamos.
Pues bien, para tener este mismo resultado y disfrutar de estas particularidades que las hacen tan únicas. Se debe hacer una cocción suave y un puré de consistencia divina que te hará sentir en el mismo cielo. Veamos cuáles son los ingredientes que vas a necesitar y cómo es el proceso.

Estos son los ingredientes que necesitarás para hacer las yemas de Santa Teresa sin huevo
Las yemas de Santa Teresa se preparan con muy pocos ingredientes y en su versión sin huevo sucede lo mismo. Simplemente se sustituyen las yemas y la técnica cambia un poco para tener un resultado realmente parecido al original.
Los ingredientes que necesitas son: 300 gramos de calabaza, 3 cucharadas colmadas de azúcar pulverizada, 3 cucharadas rasas de maicena y azúcar común para cubrir las yemas.

Preparación de la calabaza
Tal como sucede con las originales yemas de Santa Teresa, el primer paso es ir preparando las yemas. Con la calabaza harás lo mismo. Comienza por pelar muy bien y retirar las semillas de la calabaza, extrae los hilos y deja sola la pulpa.
Con la calabaza perfectamente limpia, procede a cortarla en láminas muy delgadas y colócalas en un bol apto para microondas y tápalo con un trozo de papel film. Procede a cocinarlas por 10 minutos a 800 W para que se cueza con su propio vapor.

Así se hace la masa para las yemas

Una vez que transcurran los 10 minutos de cocción en el microondas, la calabaza debe estar tierna y con buena consistencia para formar una especie de puré. Añade la maicena y el azúcar pulverizada y tritúrala muy bien hasta formar una mezcla lisa.
Al obtener una textura de crema lisa, viértela en una olla y llévala a fuego moderado. Es importante que remuevas constantemente hasta que se comience a espesar la preparación y se torne más gruesa.
Reposa la masa de calabaza
En el proceso para hacer las yemas tradicionales, es necesario reposar la mezcla una vez que se cocina. En este caso, también se requiere que la crema espesa resultante se repose el tiempo suficiente para poder darle forma.
Cuando la crema se encuentre espesa retírala de la olla y colócala en una fuente. Estírala y deja que se enfríe hasta estar a temperatura ambiente. En ese momento, llévala a la nevera y déjala reposar por al menos una hora.

Dale forma a las yemas de Santa Teresa

De aquí en adelante el proceso para hacer las yemas de Santa Teresa es exacto al que se realiza tradicionalmente. Después de haber reposado por una hora en la nevera, notarás que la crema de calabaza está muy firme y fácil de manejar.
Con una cucharilla toma pequeñas porciones de esta masa y colócalas en un plato con azúcar común. Imprégnala con azúcar y con la ayuda de tus manos dale la forma esférica tradicional. Colócalas en cápsulas de papel y resérvalas en la nevera hasta el momento de servirlas.
Consejos para unas divinas yemas de Santa Teresa sin huevo
Tal como has podido notar, las yemas de Santa Teresa sin huevo son realmente sencillas y fáciles de hacer. En caso de que no cuentes con un horno microondas para cocinar la calabaza, puedes cocerla al vapor o hervirla con un poco de agua. En este último caso, debes ser cuidadoso y no dejar exceso de líquido.
Para prepararlas utiliza cápsulas de papel de tamaño pequeño para que las yemas queden del tamaño de un bocado, tal como el tamaño típico de las originales de Ávila.
