Correr con sobrepeso: así debes hacerlo para no provocarte lesiones

-

Es bien sabido que uno de los deportes más fáciles de realizar es correr o running, solo debes colocarte tus tenis deportivos y decidir la ruta que escogerás para tu recogido mientras ejercitas. Si no posees condiciones óptimas, se te dificultará realizar una rutina de este modo.

Cuando una persona posee una condición óptima, maneja suficiente resistencia y niveles de fuerza que lo ayudarán a mantener el ritmo que se necesite a la hora de correr, acompañado de una composición corporal que no les dificulte su meta para correr y así entrenar.

2
Riesgo de lesiones al correr con sobrepeso

Al momento en que empezamos a correr, nuestro cuerpo golpea directamente contra el piso, con mucha más fuerza que cuando caminamos a un ritmo estándar. Debido a los impactos que se causan al correr en nuestro talón, es recomendable el uso de un tipo de calzado que amortigüe.

Parte de la fuerza que se emplea al correr nos desgasta, pero lo que suele agotar más es que al momento de frenar nuestro recorrido, esto afecta nuestros huesos, ligamentos y cartílagos que se encuentran desde nuestros pies hasta nuestra cabeza.

La primera vez que salgas a correr, no te ocurrirá nada; la segunda y tercera, tampoco, pero después de haber recibido numerosos impactos en distancias desde 5 o 10 kilómetros, que se repiten varias veces a la semana por muchos meses del año, podría ocasionarnos lesiones tanto menores como graves.

Muchos expertos han respaldado que el mejor modo y más recomendando de correr es que al realizar la carrera donde la zona que impacte sea en el mediopié, así nos apoyaremos por debajo de nuestro centro de gravedad, de este modo, reposaremos nuestro pie en el suelo en cada zancada, evitando daños en lugar de impactar contra él.

Esto no quiere decir que no recibirás ninguna clase de impacto, lo seguirás haciendo cada vez que realices una carrera solo que a un nivel mucho menor ahorrando así numerosos desgastes o riesgo de lesiones a la hora de correr.

Debemos tener cocimiento de que un mayor peso corporal significa un mayor impacto, incluyendo también nuestra composición corporal, ya que el peso que mantengamos puede deberse a dos factores diferentes: a la masa por musculatura o masa grasa.

Si mantenemos un nivel alto de masa muscular, puede deberse a que antes manteníamos una práctica de algún tipo de deporte que hemos decidió reemplazar o incluir en nuestra rutina el running. De cualquier modo, al poseer este tipo de masa, se cuenta con una condición física que te ayudará a correr.

En cambio, si nuestro peso elevado se debe a la masa grasa, estamos hablando de sobrepeso, lo que significaría que es mejor dejar las carreras largas para un futuro donde goces de mejor condición física cuando sea seguro para ti y tu estructura el correr y recibir impactos.