La prediabetes acostumbra a ser la situación que se da antes de padecer diabetes tipo 2, y por lo tanto se produce por un nivel de glucosa elevado en sangre. No obstante, por medio de una serie de cambios en los hábitos de conducta y en la alimentación, es posible reducir el azúcar y prevenir una enfermedad más grave.
Aunque la primera recomendación pasa porque, en el caso de sospechar que padeces prediabetes acudas a un médico, en este artículo trataremos los síntomas más comunes para detectarla, así como algunos consejos que mejorarán la calidad de vida de quienes la padezcan. Si es tu caso, presta atención.
Causas principales de la prediabetes
La prediabetes se produce, como comentábamos, cuando el nivel glucosa (azúcar) en sangre resulta especialmente alto. Algo que puede deberse a un mal funcionamiento del páncreas, que no sea capaz de crear suficiente insulina, o a que las propias células se hayan vuelto resistentes a esta última.
La verdad es que no existe un motivo específico por el que se produce la prediabetes (igual que sucede con la diabetes tipo 2), pero los expertos suelen hablar de factores genéticos como desencadenante de ella, así como antecedentes familiares. Dicho de otra manera, si hay alguien en tu familia con algún tipo de diabetes, tus posibilidades de sufrir la enfermedad son mayores.
Principales síntomas de la prediabetes
Uno de los principales problemas de la prediabetes es que esta no suele presentar síntomas como tal. Es decir, que no suele dar la cara hasta que ya ha evolucionado hasta una diabetes más grave. Por eso, en la mayoría de los casos es en chequeos médicos rutinarios cuando suele descubrirse, al medir el grado de glucosa de la sangre.
En algunos casos, eso sí, la prediabetes puede dar la cara mostrando un oscurecimiento de la piel en algunos lugares del cuerpo, sobre todo el cuello, las ingles o las axilas.
Signos de diabetes
Por supuesto, en el caso de sospechar que se padecen algunos de los signos de la diabetes como tal, es necesario visitar a un doctor, quien podrá confirmar si se tiene o no la enfermedad y, en consecuencia, desarrollar un diagnóstico y un tratamiento. No hay que olvidar que la diabetes es una enfermedad que requiere de un tratamiento diario por parte de los pacientes.
Entre los síntomas más frecuentes de la diabetes están la pérdida de pesa, el aumento de hambre y sed, las heridas que no cicatrizan fácilmente o la visión borrosa.
Otros signos de la diabetes
Otras señales que pueden mostrar que existe la posibilidad de que sufras diabetes (la prediabetes es más difícil de detectar), son también el cansancio continuado sin motivo aparente, o el entumecimiento de las manos y los pies. Es decir, sentir un cosquilleo de manera habitual, como cuando se te “duerme” una parte del cuerpo.
Igualmente es frecuente sufrir infecciones de diversas naturalezas.
¿Cuándo hay que consultar a un médico?
Como la prediabetes apenas muestra síntomas, por regla general, hasta que pasa el tiempo y termina por transformarse en una diabetes tipo 2, lo mejor es realizar reconocimientos médicos con cierta frecuencia, sobre todo si se tienen antecedentes de esta enfermedad en algunos familiares.
Otro aspecto relevante que hay que tener en consideraciones, son los factores de riesgo, que pueden conllevar a sufrir una prediabetes en ciertas ocasiones. A continuación te los detallamos para que descubras si es tu caso.
Cuestión de peso
Hay bastantes factores de riesgo que pueden desembocar en una prediabetes, o una diabetes de tipo 2. Uno de los más presentes entre los enfermos es el sobrepeso. Este provoca que la insulina tenga más problemas para acceder a las células.
Principalmente preocupante son los casos de obesidad que, tanto en hombres como en mujeres, se concentran alrededor de la cintura. Un tamaño de esta puede ser peligrosos en algunos casos.
La edad, un riesgo
Por regla general, la prediabetes y la diabetes suelen ser más común en gente mayor que en personas jóvenes (aunque no siempre es así, ni mucho menos). Por lo tanto es más aconsejable hacerse pruebas una vez se pasan los cuarenta o cincuenta años.
En el caso de las mujeres, estas pueden sufrir una diabetes gestacional durante los meses de embarazo. Este caso aumenta las posibilidades de que tanto la madre como el niño puedan padecer prediabetes o diabetes tipo 2 después, pasado un tiempo.
El tabaco, otra amenaza
Cuando una persona padece prediabetes, el tabaco puede ser una causa que conlleva a sufrir, con el tiempo, una diabetes tipo 2. Esto se debe a que el humo del tabaco puede complicar también la resistencia a la insulina.
Tampoco es aconsejable fumar y producir humo cerca de personas que tenga diabetes, o se corre el riesgo de que se complique su enfermedad.
Inactividad y sueño
La vida sedentaria, algo muchas veces inevitable en los tiempos que corren, y sobre todo realizando según qué trabajos, también puede ser una de las causas que hagan que una prediabetes se transforme en algo más. Moverse, caminar o hacer algo de ejercicio (moderado según en qué edades) puede ser positivo también en este caso.
El sueño, por su parte, es también sumamente importante. Descansar correctamente las horas recomendables para cada persona y sin sufrir interrupciones (muchas veces involuntarias, está claro) ayudan a reducir el riesgo de tener diabetes.
La alimentación, clave
Todos los expertos coinciden en que la alimentación es uno de los elementos más importantes a la hora de prevenir una diabetes, o en ayudar a que la prediabetes no pase de ahí. Algunos alimentos procesados o las bebidas con exceso de azúcar hacen que la glucosa aumente en el organismo.
Por este motivo, y si bien cada persona es distinta, y también su constitución, llevar una dieta equilibrada y no abusar de según qué aperitivos, dulces, carnes y refrescos varios, resulta determinante, sobre todo una vez que se ha diagnosticado por medio de un experto una prediabetes.
