Dieta del tomate: cómo adelgazar muchos kilos sin sufrir

Las dietas nos traen por la calle de la amargura con más frecuencia de la que deberían. Son prácticamente infinitas las ofertas, los métodos y las estrategias para perder kilos y mejorar nuestra figura. Pero nos asaltan muchas dudas por cada dieta que se nos ofrece. ¿Qué contraindicaciones tiene?, ¿cuál es su efectividad?, ¿cuánto tiempo hay que seguirla para empezar a notar resultados? Quizás esta dieta, la bautizada como “del tomate”, te pueda resultar interesante. 

Lo importante ante todo, sugieren los expertos, es la precaución. No lanzarse a la primera dieta que veamos, sino medir bien qué vamos a hacer y, si es posible, consultarlo con un especialista. En cualquier caso, esta dieta del tomate es de las más nutritivas y saludables de cuantas estemos pensando en implementar. Además, al ser el tomate un alimento de gran versatilidad, podemos cocinarlo de muchas formas diferentes y no aburrirnos nunca.

Muy pocas calorías en el tomate

Tomate

Para completar el combo de propiedades adelgazantes, el tomate tiene un alto contenido en vitamina C. Esta clase de vitamina cumple fundamentalmente dos tareas en nuestro cuerpo: aumenta y acelera el metabolismo por un lado y, por el otro, evita que se nos acumule la grasa y por tanto que engordemos. De alguna forma, el tomate es un alimento que actúa en nuestro organismo potenciando distintos procesos que confluyen todos en un punto: perder peso y quemar grasa. 

Y hay más todavía. El tomate es un alimento altamente saciante, pues tiene un alto contenido en agua. Esto significa que, al comer tomate, tenemos una sensación de saciedad y de estar llenos que impide que nos entre el hambre antes de tiempo y tengamos que picar entre horas. Para rematar, el tomate solamente tiene 23 calorías por cada 100 gramos. Casi nada.