El pueblo abandonado más bonito de España que alaban en todo el mundo

Los pueblos abandonados ya constituyen un paisaje más de España. Es triste reconocerlo, pero es así. La gran concentración de las poblaciones en grandes ciudades ha vaciado literalmente al resto de localidades. Unos pueblos que hablan por sus silenciosas calles donde podremos viajar al pasado para saber cómo fue la vida de sus habitantes antaño.

Y es que la tendencia que marcó la segunda mitad del siglo pasado sobre la emigración masiva a las ciudades ha dejado en el interior peninsular un enorme vacío que ahora llama la atención de muchos amantes de lo rural. Lo hacemos paseando por varios puntos de la geografía española, y algunos con ubicaciones realmente sorprendentes. Es más; entre ellos hay uno que está considerado como parte de los más fascinantes del mundo. Conocemos estos pueblos abandonados, pero también bonitos.

El Alamín, en Madrid, habitado hasta 1996

El Alamín Madrid

Ubicada en la madrileña Villa del Prado, esta pequeña villa madrileña del Alamín fue mandada construir en 1957 por el conde de Ruiseñada para alojar a los empleados de su finca.

Con apenas un puñado de calles construidas en forma de cuadrícula, y unas 40 viviendas de una planta para las familias pequeñas y de dos para las numerosas, sus habitantes solo tenían que hacerse cargo del pago de la luz.

La localidad, también entre estos pueblos abandonados que tenemos en España, habitado hasta 1996 y hoy en ruinas, llegó a contar con 150 habitantes, todo con la iglesia, convento, escuela, oficina de correos, peluquería y bar.