Joan Laporta se encontró el pasado mes de marzo con el peor regalo posible tras su elección como presidente electo del Barça: un club en bancarrota, al límite económicamente hablando y con graves agujeros deportivos y extradeportivos. Entonces, la junta directiva que le acompaña, entre ellos Ferrán Reverter, director general, explicó que «la gestión de Bartomeu fue nefasta». Nada nuevo, es verdad. El problema viene cuando ni el propio Joan Laporta supo cómo meter mano a esta situación.
Ello hacía peligrar a un Barça que se encontraba, más que nunca, en la cuerda floja. Fue el mismo vicepresidente económico, Eduard Romeu, quien fue un paso más allá. «Yo diría que hubo hasta mala fe. Jugaron con el Barça», mantuvo el directivo. Ahora, más de siete meses después de coger las riendas, parece que el presidente culé tiene un plan que trazar para avivar lo que un día fue. Lo conocemos.
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Joan Laporta pide un voto de confianza y promete levantar al Barça
Cuando Joan Laporta recuperó la presidencia del FC Barcelona, delegó el área económica en Romeu y Reverter. «El Barça no está en manos de los avalistas. Hemos colaborado con el presidente porque creemos que es la mejor opción para el club. Pero hay diferentes áreas de actuación. En la mía, Laporta no tiene injerencia. Deja trabajar al equipo del director general», cuenta el vicepresidente.
Cuando el directivo asumió el cargo en marzo, lo primero que se encontró la actual junta fue con obligaciones a corto plazo por 160 millones. En la caja solo había la mitad. Apareció Goldman Sachs. Primero para ceder 80 millones que le permitieron salir del apuro, y luego se estiraron a 595 para reestructurar la deuda.
Con todo, ahora, Joan Laporta pide un voto de confianza para salvar al Barça, según sus propias palabras, ante la delicada situación económica que atraviesa el club. Destacó la herencia que han recibido por parte de la Directiva presidida por Bartomeu. Unas cuentas que fueron muy criticadas por el actual presidente y no descartó emprender medidas legales contra al anterior Junta.
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Joan Laporta afronta la grave situación donde «se debe decidir cómo debe ser el Barça del nuevo siglo»
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La Masia vuelve a antojarse como la gran esperanza del Barça y de Joan Laporta: quiere blindarla
Y ahí Joan Laporta presentó la solución. Una solución que está enmarcado dentro de un plan que consta de tres fases. El objetivo de ello es el de rescatar al Barça de la situación en la que está: «Hay que reconducir al club para que vuelva a estar en la cabeza. Tenemos un modelo deportivo basado en La Masía. Han de salir más jugadores».
«Trabajamos para incrementar los ingresos, con un plan de sostenibilidad ambiental e innovador que hará que el club sea una referencia en cuanto a equipos de fútbol», sigue Laporta.
Así, La Masia vuelve a presentarse como la gran esperanza del presente y futuro de la entidad blaugrana. Y en este sentido, la herencia es más que aprovechable y desde el club no quieren dejarla perder. Ven en la cantera una apuesta y trabajan para asegurar y blindar el futuro de los chavales. La prioridad ahora son Gavi, Araujo, Pedri y Ansu Fati.
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La sostenibilidad económica, el segundo pilar de la entidad culé
El club se ha puesto manos a la obra para intentar revertir esta situación: «Trabajamos para sacar al club del pozo institucional en el que nos encontramos. Hemos realizado una operación financiera para conseguir 551 millones. Hemos renegociado los contratos deportivos del primer equipo para reducir 155 millones de masa salarial, pero todavía hay que reducir más«, dijo.
En este sentido, el dirigente pidió dar «un paso adelante» para que el club vuelva «a ser querido y admirado en el mundo. Hemos de arremangarnos para tirar para adelante. Queremos aprobar estas cuentas nefastas para tirar hacia adelante. Nuestros valores no pueden quedar disipados por una situación de crisis coyuntural. En los momentos de dificultad siempre sale lo mejor del barcelonismo», expresó.
Es ahí donde entra el segundo pilar: la sostenibilidad económica. «Debemos trabajar para incrementar los ingresos y reducir costes», aseguró, adelantando también un plan de sostenibilidad ambiental que será «referencia en la gestión medioambiental». Esto viene del que es el principal incendio que tiene el Barça de Joan Laporta y del que todavía no pueden apagar. Como explicó el director general del club, «hay una serie de resultados históricos impactados por operaciones no recurrentes: la venta de Neymar, la operación Cillessen-Neto y la de Arthur-Pjanic.
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El tercer eje: un club de los socios
Para cerrar este nuevo rumbo que quiere buscar Joan Laporta, el presidente quiso dejar muy claro que el club no será nunca sociedad anónima mientras él sea presidente del mismo, una posibilidad de la que se está hablando mucho en los últimos días.
«El Barça está en nuestras manos y no en manos de terceros, ni de estados o fondos de inversión. Sólo depende del Barça y así será. Mientras nosotros seamos los directivos, la propiedad siempre será de los socios. Los que piensen que se pueden apropiar del Barça lo tienen muy mal. Hemos trazado una línea roja y si alguien la quiere cruzar se encontrará con nosotros».
Laporta, optimista, tiene una fecha aproximada para el final de la agonía económica azulgrana. “En dos años”, vaticinó el presidente. Y completó: “Sabíamos que la situación era preocupante, pero mis compañeros y yo amamos al Barça y teníamos un plan. Ahora estoy con una moral muy alta y más viendo al equipo ayer —victoria por 4-2 ante la Real el pasado domingo en el Camp Nou—, convencido de que se han tomado las decisiones que se debían tomar”, remarcó. Una de sus primeras decisiones fue refinanciar una parte de la deuda a través de un crédito con Goldman Sachs por 595 millones. Otra, todavía por completar, es la reducción de la masa salarial en 200 millones.
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