Las fotos que esconde Penélope Cruz: así era antes de operarse

Todos tenemos un pasado, pero no a todos nos importa lo mismo enseñarlo o hablar de él. Cuando uno vive de su imagen, de su nombre o de su fama, de algo que se parezca a una reputación, puede ser embarazoso y molesto mostrarse tal y como era hace cinco, diez o quince años. Penélope Cruz vive de algo más que de su imagen, pues su talento como actriz, su elegancia y su sensibilidad están fuera de toda duda. La actriz madrileña cumplirá este año 47 años y se mantiene en lo más alto de su carrera, y aún nos quedan muchos años y muchas películas para disfrutar de Cruz. Pero el mundo del cine, y Hollywood sobre todo, es muy duro e ingrato. Por desgracia, muchas veces no basta con el talento.

Al igual que otras decenas de actrices y actores, Penélope Cruz ha pasado por el quirófano para arreglar y mejorar su imagen. Unos retoques aquí y otros allá, nada de gran envergadura. Pero si vamos sumando, gota a gota se hace el océano, y lo cierto es que si vemos una foto de la actriz de hace unos años se notan bastantes cambios respecto a la actualidad. Es una de las faenas y de las preocupaciones cuando se somete a la cirugía estética: que los otros vean fotografías de antes de que pasásemos por el quirófano, porque de algún modo esas imágenes nos desnudan, nos muestran tal y como somos sin arreglos ni silicona. Estas son las fotografías que nos muestran a la “vieja Penélope”, la que todavía no había modificado su aspecto ni su imagen.

La prueba del algodón

Penelope-Cruz

Estas dos fotografías dan fe de lo mucho que ha pasado en el rostro de Penélope Cruz. Los pasos por el quirófano se notan, y lo primero de todo la nariz. En la foto más reciente, cuando Penélope Cruz ya es una actriz de primera línea mundial, su nariz tiene una forma y un perfil mucho más estilizado y elegante. Incluso la piel de Penélope Cruz parece distinta, aunque aquí hay que tener otro factor, que no es otro que el dinero. La riqueza y la abundancia se notan en todo, también en el brillo y la tersura del cutis. Al fin y al cabo, Penélope Cruz tiene a su disposición los mejores tratamientos, las cremas más exclusivas y los dermatólogos más cotizados. Solo necesita sacar la chequera.

Cierto es que se trata de dos fotografías tomadas en dos momentos muy distintos, con muchos años de diferencia y con cámaras de fotografía muy diferentes. A la izquierda vemos a una Penélope Cruz al natural, en una imagen que casi parece tomada a traición, sin poses ni preparación de ninguna clase. En la imagen de la derecha tenemos a nuestra actriz más internacional en una alfombra roja, no se sabe muy bien de qué festival, y, por tanto, vestida y maquillada para la ocasión.