Muchas de las familias han cambiado sus rutinas cafeteras de las mañanas. Si antes nos levantábamos y preparábamos el agua y el café, ahora simplemente le damos a un botón y esperamos a que la cafetera haga su trabajo. Un sólo gesto que sin embargo ha cambiado muchas cosas más, puesto que esas cápsulas de café con las que desayunamos, suponen un deshecho nuevo en nuestros hogares que también tenemos que gestionar.
En este sentido, las propias marcas de cafeteras y de cafés desarrollan sistemas de recogida para reciclar las cápsulas de café y reducir su impacto. Pero por si todavía no lo tienes muy claro, te damos unas cuantas ideas de los usos de dichas cápsulas una vez hayan servido para su propósito principal, que es hacer café.
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Reciclar
La opción más rápida y más evidente es la de reciclar las cápsulas y evitar así perjudicar al medioambiente. Con su reciclaje, se separa el plástico del aluminio, y también se recicla el excedente de café que se utiliza para abono.
Las empresas productoras de las cápsulas de café o las cafeteras dan diversas opciones. Nestlé por ejemplo organiza campañas de recogida de cápsulas.
Nespresso por su parte tiene más de 700 puntos de recogida de cápsulas, además de recogerlas en sus tiendas propias.
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Broches
Pero a todos aquellos que no van a reciclar las cápsulas existen un sinfín de ideas de manualidades con las que sacar provecho del plástico sobrante.
Una de las opciones es hacer broches con los que luego adornar alguna prenda. Es un ejercicio muy sencillo con el que se logra un resultado bastante bueno.
La clave está en saber manipular la cápsula de café, y especialmente en saber combinar los colores para que queden bien entre ellos y también para lograr la estética que queramos en el broche.
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Cortinas
Otro de los usos más prácticos que hemos encontrado para reciclar las cápsulas de café es hacer cortinas como la que vemos en la imagen.
Otra vez el ejercicio es bastante sencillo pues consistiría en manipular las cápsulas hasta dejarlas planas y unirlas con un hilo o alambre fino.
Nuevamente, el resultado será mejor o peor en función de la elección estética que hagamos de las cápsulas (de la elección de color).
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Árbol de Navidad
Y ahora que se acerca la Navidad, podemos descubrir utilidades de las cápsulas de café dedicadas a decorar estas fechas tan especiales.
La propia web de Dolce Gusto nos ofrece algunas opciones sobre cómo reutilizar sus cápsulas.
Nos encanta éste sencillo pero bonito árbol hecho con cápsulas sobre un cartón. Como en muchas ocasiones estéticas, a veces, menos es más. Esta es una buena muestra de ello.
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Luces de Navidad
Una opción un poco más compleja es la de estas luces de navidad. En este caso, hay que vaciar las cápsulas de los restos del café para depositar las pequeñas lucecitas.
También hay que estudiar cómo va a ser el entramado de cables que soportan las luces para «camuflarlos» y que funcionen correctamente y sin generar ningún problema o cortocircuito.
Con un poco de mimo y gusto, el resultado es muy bonito. Podremos colocar las luces-cápsulas en un árbol, en una guirnalda o en cualquier otro rincón de la casa que queramos decorar.
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Bolas de Navidad
Y siguiendo con la decoración navideña, las cápsulas de café también pueden servir de bolas o colgantes navideños para nuestro árbol.
Es tan sencillo como vaciar las cápsulas y limpiarlas bien. Aprovechar uno de los agujeros por los que se filtra el café para meter una cuerda finita a ser posible de color dorado.
Como vemos en la foto, lo ideal es que unamos dos cápsulas con la cuerda y en los bordes finales le añadamos un abalorio o piedrecita para darles más encanto.
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Macetas decorativas
Otra idea para darles un sentido a tus cápsulas de café es convertirlas en macetas para plantas.
La tarea es tan sencilla que lo único que requiere es que las vacíes y las limpies bien para que se queden sin resto de café.
A continuación en función de si vas a poner plantas de verdad o de plástico tendrán que rellenar la cápsula con tierra o con piedrecitas pequeñas. El resultado es muy coqueto ¿verdad?
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Moldes para helados
Una de las funciones más originales que hemos visto para las cápsulas es la de molde para helados.
Tan sólo debemos vaciar las cápsulas de café y dejarlas muy limpias. Después las podemos rellenar con el «sabor» que prefiramos: fresa, coca cola, zumo de naranja… Lo que se nos ocurra.
Si invertimos en un palito de helado bonito, lo cierto es que nos puede quedar un postre muy original para una cena con amigos. Además, al ser tan pequeños, estos helados son perfectos para tomarse uno, saciar las ganas de azúcar pero sin abusar.
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Recipiente para cosas pequeñas
Aunque a priori las cápsulas de café son muy pequeñas y nos parece que su uso está bastante limitado por el espacio, lo cierto es que nos vienen muy bien precisamente para las cosas pequeñas.
Tras limpiarlas, las podemos preparar como recipiente para guardar cosas.
Son ideales para guardar pequeño material de oficina, o también para las herramientas de costura o de manualidades.
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Noria de juguete
Podemos involucrar a los niños en las manualidades con las cápsulas, y así transmitirles el mensaje sobre la importancia que tiene reciclar para no agotar unos recursos que son finitos. Lo ideal es que hagamos algo que además les atraiga, como un juguete.
En concreto, nos encanta esta noria con la que podrán jugar. Además de las cápsulas, en este caso necesitarán cartón y una tachuela para posibilite que la noria gire.
Déjales que la pinten y la decoren a su antojo. También podrán depositar cosas pequeñas en cada una de las cápsulas y conseguir así que les parezca una auténtica noria de feria.
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