El verano es una buena época para disfrutar de recetas saludables, apetitosas y que no engorden demasiado, sobre todo si uno se quiere cuidar para estas fechas de playa, piscina y menos ropa. Por eso resulta habitual recurrir a las verduras para complementar la dieta de nuestro día a día, apostando por una alimentación sana.
El calabacín puede ser un buen aliado durante el verano. No solo por las muchas posibilidades que ofrece en la cocina, a poca imaginación que se le eche, sino también por todo lo que aporta. Por ejemplo, preparando un delicioso pastel de calabacín relleno. Prepárate para descubrir todas sus ventajas.
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Un alimento recomendable
Puede que el calabacín no sea una de las verduras más populares para mucha gente, pero sus características lo convierten en una gran opción que no conviene olvidar cuando se visita la frutería o el supermercado. Por un lado, es muy bajo en calorías, ideal para quienes busquen no engordar, pero además contiene fibra, minerales y vitaminas de varios tipos.
¿Y cuáles son las mejores maneras de preparar el calabacín? En realidad se trata de una verdura para la que existen multitud de platos, tanto usándola como principal atractiva o como acompañante. Pero en esta ocasión vamos a centrarnos principalmente en una.
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La forma más habitual
Hay muchas maneras de comer calabacín, al igual que sucede con otras verduras como la calabaza o la zanahoria. Sin ir más lejos, hay mucha gente que la consume en ensaladas, o acompañando platos de carne o pasta. Pero, como verás a continuación, el calabacín puede ser realmente la estrella de muchas recetas.
Para preparar un pastel de calabacín al horno, se pueden optar por varias alternativas, pero en este artículo vamos a repasar la más habitual, por la que apuestan muchos cocineros, tanto profesionales como domésticos.
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¿Qué se necesita para preparar un pastel de calabacín relleno?
Los ingredientes que hacen falta para hacer un apetecible pastel de calabacín al horno son los siguientes: calabacín, carne de ternera, cebolla, ajo, tomate, perejil, aceite de oliva, tomate, pan rallado, sal y pimienta.
Si no dispones de alguno de los ingredientes, quizá puedas adaptar un poco la receta a tus necesidades, pero es más recomendable contar con todos para que el resultado sea perfect0, y que tanto tú como la gente para quien lo prepares disfrutéis todo lo posible.
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¿Cuántas cantidades se requieren?
Antes de especificar qué cantidad de comida se necesita para una receta, hay que tener en cuenta que no se trata de una ciencia exacta, dependiendo del apetito de la persona, por ejemplo. Pero pensando en cocinar el plato para unas tres o cuatro personas, se recomienda elegir unos 500 gramos de carne.
Los calabacines, por su parte, tienen un tamaño que puede variar mucho de unos ejemplares a otros.
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Primeros pasos
Hay muchas formas de hacer un pastel de calabacín relleno, hasta el punto de que se pueden utilizar incluso diferentes ingredientes. En cualquier caso, lo primero que hay que hacer es pelar el calabacín y cortarlo en tiras lo más finas posibles. Luego juntar todas las tiras resultantes y colocarlas unidas en un molde apropiado para el horno.
Previamente, es conveniente expandir un poquito de aceite en el fondo del molde. Lo justo para humedecerlo y que se pueda untar por toda la bandeja, pero sin pasarse.
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Sofreír la verdura
Una vez el calabacín ya está “preparado”, llega el momento de centrarse en el resto de verduras del plato: el tomate, el ajo y la cebolla. Hay que pelarlo todo y cortarlo en trocitos muy finos.
Luego se cocinan durante dos o tres minutos las verduras con un poco de aceite en una sartén y, una vez estén pochadas, se procede a echar también la carne picada de ternera. Esta última debe permanecer en el aceite unos cuatro o cinco minutos, hasta que se vea que empieza a estar un poco hecha. Finalmente, añadir sal y pimienta, sin pasarse (en este sentido, más vale prevenir que curar).
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Directo al horno
Cuando ya se han llevado a cabo los pasos anteriores, y tanto la verdura como la carne está preparada y lista, se puede ir encendiendo el horno y dejando que este se caliente lo suficiente.
Por último se mezcla la carne y las verduras con la base de calabacín, y se meten en el horno, donde deben permanecer unos quince o veinte minutos, dependiendo de la potencia de cada horno. Lo mejor es echar un vistazo pasados diez o doce minutos, e ir comprobando el aspecto que tiene la receta, hasta que empiece a aparecer irresistible.
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¿Mejor con pan?
Como hemos comentado, la receta de pastel de calabacín relleno admite algunas variantes, que dependen más de los gustos de cada persona que otra cosa. En algunos casos es habitual que se añada, además de un poco de queso de distintos tipos (el que mejor suele quedar es el parmesano).
Igual sucede con el pan y los huevos, que pueden formar parte del plato o no, variando de quién sea el cocinero que se encargue de la labor. Puesto que el calabacín es un alimento barato, es posible prepararlo varias veces, hasta que se encuentre el sabor que uno más disfruta.
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Solo queda servir
Cuando el pastel ya luce apetitoso y bien cocinado, solo queda servirlo en una bandeja y proceder a dar buena cuenta de él. Como acompañantes existen varias posibilidades, pero la más común es la salsa de tomate.
Puesto que el pastel ya lleva verduras y carne, es lo suficientemente completo para no necesitar ningún complemento, de todas formas.
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Las posibilidades del calabacín
Esta es solo una de las muchas recetas de calabacín que se pueden preparar. Pero hay otras muchas igual de aconsejables.
Algunas son tan sencillas como el puré o la crema de calabacín, o el calabacín relleno de carne picada. Estas últimas opciones también son bastante sanas y sirven tanto para una comida como para una cena.
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