Facebook, Instagram: por qué renunciar a la privacidad puede hacerte ‘vender tu alma al diablo’

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De las redes que existen en la actualidad, tanto Facebook como Instagram tienen una presencia muy notable en los hábitos de los usuarios. En ella, no solo han encontrado una forma de comunicarse sin importar barreras de tiempo y espacio, sino que en la actualidad las redes sirven para vender y hasta para hacerse un nombre. Pese a esta relevancia que adquiere el uso de las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación, estas plataformas digitales también tienen sus juegos estratégicos para utilizar a su conveniencia la información de millones de usuarios.

Ahora, se ha conocido el hecho de que ambas herramientas tecnológicas están tratando de ejercer un tipo de presión para que los fanáticos se dejen espiar, y han amenazado que podrían volverse de pago. Pues sí, no es de sorprender, porque lo mismo se ha visto con WhatsApp a inicios de año, donde muchos decidieron pasarse a Telegram o Signal. Te vamos a contar por qué no deberías venderle tu alma al diablo. Y es que, ante todo, tu privacidad debe estar garantizada.

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La política del miedo

Está claro que nunca antes la privacidad del usuario había sido tan utilizada por las compañías como lo están haciendo en la actualidad. Todo esto, se debe al flujo usuarios a nivel mundial, y el mismo crecimiento exponencial en cuanta al uso de las redes sociales. De hecho, el protagonismo de los dispositivos móviles ha implicado que casi un 90% de las navegaciones o pesquisas de los usuarios se dé en este tipo de aparatos.

Tras darse a conocer la nueva política de la Apple, donde esta compañía promueve diversos negocios con la privacidad con Facebook o Instagram, ha implicado que el gigante de la web replantee sus estrategias. Es más, han quedado en evidencia, porque anteriormente referían que su misión era «respetar la privacidad».

Sin embargo, quieren cambiar las reglas del juego. Están tratando de presionar para que los seguidores le den el visto bueno al rastreo. Aunado a ello, han comenzado una campaña de terror, asegurando que es posible que deban pagar para apropiarse de dichos servicios.