Por qué la nieve no es blanca y otras curiosidades sobre este elemento

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Aunque canciones, villancicos y todo tipo de cosas relacionadas con el periodo invernal hablen de la nieve, realmente en España la vemos en pocos lugares. A no ser que vayamos a la sierra o a puntos altos o caiga una nevada como la de Filomena, todo lo que sabemos de la nieve es que está fría y es blanca. Pero ni incluso esto es cierto, porque la nieve en realidad no es blanca. Te vamos a contar esta y algunas curiosidades más sobre este elemento en este artículo. Así, en la próxima comida, podrás contarle a tu cuñado estas curiosidades y ya no será el listo de la familia.

Y es que la nieve es un elemento de la naturaleza que garantiza vivir aventuras y paisajes hermosos. Para los aficionados a los deportes de invierno, es la alegría de poder deslizarse por ella. Ya sea en tablas, en trineos o con skies, la nieve es diversión. También para fotógrafos significa poder sacar unas estampas invernales que deleitan las vistas. Y para niños y papás, el poder hacer ángeles o muñecos de nieve, es un entretenimiento muy divertido. Pero la nieve tiene sus peligros. Vamos a ver qué curiosidades puedes aprender sobre la nieve que te dejarán helado.

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La nieve no es blanca

Y aquí se rompe uno de los mitos de la humanidad. La nieve no es blanca. Al igual que el agua y el hielo no son azules. En el segundo caso, el que el agua sea azul es tan solo el reflejo del cielo sobre el espejo que forma el líquido.

El blanco de la nieve es algo parecido. Es el efecto de la absorción de la luz solar por parte del copo de nieve. Esto lo hace parecer blanco. Sin embargo, la nieve es incolora. De hecho, hay veces que podemos ver la nieve de otros colores.

Si no le da demasiado la luz, podrías llegar a ver la nieve azul. Igual sucede si la miras desde mucha distancia, se podría ver en esta tonalidad. Hay otro tipo de nieve que es roja. Esto es por unas algas microscópicas que le dan esa tonalidad.

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