Los pecados del Barcelona: las noches más trágicas de 2020

El Fútbol Club Barcelona de la Primera División de España, uno de los equipos más influyentes, ganadores y llamativos que se ha podido ver en toda la historia del balompié español y mundial, ha sido una de las instituciones que más noches trágicas ha sufrido en este 2020, un año totalmente para el olvido desde todos los puntos de análisis posibles para los culés.

Si bien es cierto que el conjunto cinco veces campeón del torneo internacional de clubes más importante de los cinco continentes, la Liga de Campeones de la UEFA, viene viviendo anualmente, y temporada tras temporada, noches sumamente trágicas, terribles y destructivas en muchos aspectos gracias a terribles resultados dentro del campo de juego, pues parece que el 2020 ha sido un año de debacle para el plantel ahora dirigido por Ronald Koeman, ya que los temas deportivos, económicos e institucionales, los cuales han sido sus principales problemas, se han agudizado de enorme manera y sin opciones para detener el desastre.

Inclusive, se ha escuchado, desde la opinión de diversos expertos en la materia, que el Fútbol Club Barcelona está sumamente cerca de convertirse en el nuevo AC Milan de esta década, debido a que el mal manejo de los fondos les llevaría a tomar decisiones extremadamente drásticas, las cuales tendrían como consecuencia la gran fuga de talentos y veteranos importantes dentro de sus filas.

Tras analizar la situación del combinado veintiséis veces monarca de la Primera División de España, el diario Qué! ha decidido llevar a cabo una breve lista con los momentos más trágicos, terribles, paupérrimos y para el olvido de este 2020 para la institución azulgrana.

El 2-8 ante el Bayern Múnich: la debacle del Fútbol Club Barcelona

Barcelona
Imagen De Uno De Los Tantos De Thomas Müller Ante El Fc Barcelona En El Encuentro Correspondiente A Los Cuartos De Final De La Uefa Champions League

El Fútbol Club Barcelona vivió la peor noche del 2020 el catorce de agosto ante el Bayern Múnich de la Bundesliga de Alemania en el encuentro correspondiente a los cuartos de final del torneo internacional de clubes más importante de los cinco continentes, la Liga de Campeones de la UEFA, en el Estadio Da Luz, donde sucumbieron estruendosamente 2-8 gracias a los dos tantos de Thomas Müller y Philippe Coutinho, en conjunto con las anotaciones individuales de Ivan Perišić, Serge Gnabry, Joshua Kimmich y Robert Lewandowski.

Con ese terrible resultado, siendo el peor en toda la historia de la institución blaugrana en este certamen tan fundamental en el continente europeo, comenzó la debacle para el equipo que en aquel entonces era presidido por Josep Maria Bartomeu, uno de los peores mandamases que se ha podido ver en los 121 años de fundación del plantel del mítico Camp Nou.

En esa noche trágica, el Fútbol Club Barcelona fue un completo desastre, desde todos los aspectos posibles, siendo un hazmerreír en la defensa, la cual fue atacada con todo por los jugadores del Bayern Múnich, quienes demostraron contundencia y superioridad al cuadro dirigido por Quique Setién, dejando en ridículo a los azulgranas y permitiendo entrever el pésimo momento que venían arrastrando desde hace mucho tiempo.

«La sensación que siento es de vergüenza. No se puede ir por Europa así. Necesitamos cambios en el club de todo tipo, y no me refiero a jugadores o entrenadores. Hemos tocado fondo. Hay que renovarse y si yo me tengo que ir para renovarse, me voy», dijo el zaguero central culé, Gerard Piqué, tras la tercera derrota consecutiva y la peor de la historia para los catalanes en la UEFA Champions League.

Al tiempo, Lionel Messi, uno de los jugadores más fundamentales en toda la historia del Fútbol Club Barcelona, también habló sobre esa terrible noche en Lisboa, la cual seguramente jamás podrá salir de su mente. «Soy muy calentón y tras la calentura, me arrepiento. No me gusta perder. Y el 2–8 fue un momento duro por cómo se perdió. Veníamos arrastrando un año muy difícil y podíamos perder, pero no de la manera que lo hicimos. Yo no juego para ser el mejor del mundo, ni para que lo digan. Yo juego para ganar y para dar el máximo a mi equipo, lo mejor en cada partido. No lo hago para lucirme», explicó el argentino.