Cómo elegir un buen jamón ibérico sin verlo por dentro

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El jamón ibérico es sin duda uno de los grandes productos de nuestra gastronomía. si atendemos a los datos de la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici) de media todos los años se compran unos seis millones de jamones y de paletillas. La tendencia en el consumo del jamón ibérico avanza al alza y se incrementa más en las fechas navideñas.

Sin embargo, a los consumidores a veces nos dan gato por liebre porque no sabemos elegir, os damos unas cuantas claves para que acertéis a la hora de comprar vuestro jamón ibérico.

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Qué más consideraciones debemos tener

 Debemos mirar la pieza en su totalidad y asegurarnos de que presente un aspecto homogéneo en cuanto a la superficie y al color. Además la piel debe presentar un aspecto arrugado, esto quiere decir que el jamón ha culminado el proceso de curación y que la grasa está cerca de la carne. Pero no debe tener acanaladuras o marcas que indiquen que se ha curado demasiado. 

Si fuera posible tocar la pieza, deberíamos hundir el dedo, en el caso de que la piel ceda con facilidad estaríamos ante un jamón de bellota bien curado.