Ni un triste «gracias»: la dura realidad del teletrabajo

Este 2020 que ya está a punto de terminarse ha sido un año extraño e inusual en todos los sentidos. Pero tal vez en tanto que trabajadores y empleados nos haya descolocado más que nada. De la noche a la mañana nos vimos abocados al teletrabajo y todo lo que implica: peor comunicación con jefes y compañeros, no disponer de una espacio adecuado para trabajar en casa, largas horas en soledad, jornadas laborales que se extienden más allá de lo que deberían, programas informáticos que no funcionan y fallan constantemente..Así han sido estos nueve meses de 2020 para los teletrabajadores.

Aunque trabajar en casa nos ha ahorrado tiempo y quizás nos ha permitido estar más cerca de la familia, también ha generado ansiedad e insatisfacción. Y una sensación, muy extendida entre los teletrabajadores, de que nadie les ha reconocido el esfuerzo extra que han debido hacer este año. Así lo determina una encuesta recientemente publicada por OnePoll, una consultora estadounidense dedicada al análisis de tendencias sociales.

Las palabras no bastan

Teletrabajo

Es increíble el mucho poder que puede tener un simple “gracias”. De hecho, cuatro de cada cinco encuestados aseguran que escuchar la palabra “gracias” les hace sentirse mucho mejor y ayuda a la salud mental de los trabajadores. Pero no siempre las palabras son suficientes, pues hasta un 39% de los encuestados cree que, además de las palabras, viene bien un pequeño regalo o algo parecido para mostrar el agradecimiento. 

Un tercio de los encuestados dice que le gustaría recibir el reconocimiento en frente de terceras personas, y un 28% piensa que el agradecimiento debe de ir acompañada de dinero. Por ejemplo, a dos de cada cinco trabajadores estadounidenses les gustaría recibir créditos y vales para hacer la colada o para rellenar el depósito de gasolina del coche.