Los trucos para cocinar un salmón que quede sabroso por dentro y crujiente por fuera

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El salmón es uno de los pescados más ricos y sabrosos que se puede comer. Además, es que es muy polivalente y se puede cocinar de muchísimas maneras. Eso sí, este pez necesita ser cocinado con cuidado para que quede en su punto. Si nos pasamos de cocción, quedará seco. Y si no lo hacemos demasiado, arruinará el plato con su crudeza. La carne de este pez naranja es jugosa y apenas sin espinas.

Además, es que es un alimento muy sano y saludable. De hecho, es uno de los pescados más alimenticios del mundo. Este pescado, que nace en agua dulce, llega al mar para crecer y desarrollarse y vuelve al río a poner sus huevos. Esta migración hace que desarrolle esa masa muscular tan rica a la hora de cocinarla. Sin embargo, estuvo a punto de extinguirse debido a la sobrepesca. Es rico en proteínas y omega tres. Si lo comemos cocinado, vamos a darte algunos consejos para que le des su punto ideal.

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Respetar la cadena del frío

El salmón fresco es una opción. También podemos coger la opción del salmón congelado. Este salmón siempre es más barato, pero hay que tener muy en cuenta las normas de descongelación.

Debemos descongelarlo metiéndolo en la nevera y pasarlo luego a temperatura normal. Lo que nunca deberemos hacer es descongelarlo en el microondas. Y esto es porque no solo lo va a descongelar, también lo va a hervir y no queremos cocinarlo.

De todas formas, siempre es mejor el salmón fresco al congelado. El salmón a -18 grados tiene más agua y al congelarse, rompe las figuras internas del pescado. También, a la hora de comerlo, se nota que el salmón fresco es más meloso que el otro.