La cerveza no tiene la culpa de tu barriga cervecera

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Ya se acaba el verano y es momento de comenzar con la rutina y volverse a poner los pantalones y camisas, pero notas que tienen más dificultad para abrocharse o para entrar. La barriga cervecera, consecuencia de los excesos estivales, es la que está haciendo que parezca que tu ropa encoge. Seguro que te has pasado con la cerveza en vacaciones.

Pero no es la cerveza la que hace que hayas almacenado unos kilitos durante este mes de descuido ni que hayas añadido una X a tu talla habitual de camiseta. Hay otras muchas razones por la que esto ha pasado y no ha sido el zumo de cebada el que te ha causado este efecto. Vamos a analizar qué hábitos has tenido para aumentar tu barriga cervecera.

La genética influye

La Cerveza No Tiene La Culpa De Tu Barriga Cervecera

En este punto tenemos que dar gracias a nuestros antepasados por esta barriga cervecera y lozana que lucimos, y no al muñeco gordito de Cruzcampo. Y es que la genética influye muy potentemente en lo que nos engorda. Y esto funciona de forma diferente a cada persona.

Hay algunos cuerpos que acepta mejor las grasas saturadas y las queman sin apenas esfuerzo. Sin embargo, otros organismos las acumulan, aunque la dieta sea sana y es muy complicado perder peso. El cuerpo decide cómo almacenar las grasas y eso está influido por la genética, así que, en este punto, la cerveza no es culpable, al menos no del todo, de tu barriga cervecera.

Cómo te afecta si eres hombre

La Cerveza No Tiene La Culpa De Tu Barriga Cervecera

A la hora de beber y de almacenar las grasas, el sexo de la persona es un factor que tiene mucho que decir. Y es que no es lo mismo cómo manipula las grasas el organismo de un hombre y el de una mujer. Y es que los expertos lo tienen claro y está estudiado.

Según los médicos, la grasa de los hombres suele ir en su mayoría a la zona del vientre, a la barriga. Es por eso que la barriga cervecera es más común en hombres que en mujeres. Y es que al fin y al cabo la tripa es el lugar donde se acumulan las reservas que se consumen en caso de necesidad en el cuerpo masculino.

Cómo te afecta si eres mujer

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En el caso de las féminas, los doctores han asegurado y así se comprueba en los estudios que las grasas van a parar a la tripa, sí, pero también a los muslos y a la parte baja de la espalda, al trasero. Así que la mujer tiene más almacenes de calorías por todo el cuerpo repartidos.

Esto se explica por el factor de la maternidad. Una mujer, cuando se queda embarazada, necesita más aporte calórico y este debe ser consumido de diferentes zonas. Así pues, en un principio las mujeres consumen de distintas partes y no suelen tener una tripa cervecera como la de los hombres.

Cómo te afecta si eres joven

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También la edad es otro factor con el que hay que contar para valorar la posibilidad de tener tripa cervecera. Las personas jóvenes no suelen ser propensas a que su organismo guarde grasa de forma tan brusca como lo hacen los cuerpos más mayores.

Todos los órganos pueden metabolizar de una forma más sencilla las grasas cuando eres joven y eres más activo. El metabolismo es más rápido y el peso suele ser más estable, de esta manera, a no ser que haya otro problema, al beber cerveza, se queman las calorías de forma rápida.

Cómo te afecta si eres mayor

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A mayor edad, los órganos van siendo cada vez menos eficientes. Además, con el fin de la juventud, nos vamos volviendo cada vez más pasivos y realizamos menos ejercicios. Esto significa que poco a poco vamos a ir ganando peso casi sin darnos cuenta.

Este peso no se va aumentando debido a las cervezas solo. El cuerpo cambia al hacernos más pasivos y el metabolismo se ralentiza, esto además afecta a la posibilidad del aumento de la barriga cervecera. Para las mujeres en concreto, es la menopausia el punto de inflexión en el que la composición corporal cambia y el almacenamiento de grasas se concentra más en la barriga.

La ciencia no ve relación

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La relación entre la barriga cervecera y la cerveza no es directa según la ciencia. En diversos experimentos realizados en la República Checa(https://nutritionreviews.oxfordjournals.org/content/71/2/67.abstract), no se ha encontrado una relación entre consumir esta bebida y la ganancia de peso concentrada en la zona abdominal.

Según otro estudio de la Academia de Oxford (https://academic.oup.com/ajcn/article/77/5/1312/4689849), los hombres en mediana edad que beben alcohol tienen un peso superior a sus congéneres que no beben alcohol. Esto alberga cualquier tipo de alcohol, desde whisky, ginebra, vino o cerveza. Así que no puedes culpar a la cerveza en concreto de tu barriga cervecera.

El azúcar tiene gran parte de culpa

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Barriga cervecera se asocia al consumo de cerveza en abundancia. Pero es en realidad la dieta lo que más influye en nuestro organismo. A través de la dieta consumimos los nutrientes y calorías que al final acaban almacenándose en nuestro abdomen.

Cada alimento contiene fuentes de energía distintas y el cuerpo las descompone de formas diferentes. Esto quiere decir que también se almacenan de forma distinta. Suele ser la causa de un vientre abultado el abuso de azúcar y carbohidratos. Bollos, pan, patatas, arroz, todos ellos son fuentes de carbohidratos.

Evitar la barriga cervecera

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Aunque tengamos una tripa cervecera, podemos quitárnosla, pero con esfuerzo. Lo mismo para el que todavía no la tiene y la teme. Lo primero que debemos hacer es cuidar la dieta. Debemos evitar el abuso de carbohidratos y de azúcar. Comer más sano y de una forma más saludable. Mezclando todos los alimentos de la pirámide alimenticia.

Otra de las cosas que debemos hacer para evitar la barriga cervecera, además de tomar cerveza en abundancia, es ser activos. Hacer deporte, andar, correr, salir a montar en bici, ir al gimnasio. Cualquier cosa vale con tal de quemar suficientes calorías para que el cuerpo no las almacene en nuestro abdomen. Lo mejor es ir a un nutricionista profesional y dejarnos aconsejar por una dieta personalizada para nosotros para perder peso y así poder eliminar la barriga cervecera y poder vernos los pies de nuevo.