La cerveza no tiene la culpa de tu barriga cervecera

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Ya se acaba el verano y es momento de comenzar con la rutina y volverse a poner los pantalones y camisas, pero notas que tienen más dificultad para abrocharse o para entrar. La barriga cervecera, consecuencia de los excesos estivales, es la que está haciendo que parezca que tu ropa encoge. Seguro que te has pasado con la cerveza en vacaciones.

Pero no es la cerveza la que hace que hayas almacenado unos kilitos durante este mes de descuido ni que hayas añadido una X a tu talla habitual de camiseta. Hay otras muchas razones por la que esto ha pasado y no ha sido el zumo de cebada el que te ha causado este efecto. Vamos a analizar qué hábitos has tenido para aumentar tu barriga cervecera.

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Cómo te afecta si eres mujer

En el caso de las féminas, los doctores han asegurado y así se comprueba en los estudios que las grasas van a parar a la tripa, sí, pero también a los muslos y a la parte baja de la espalda, al trasero. Así que la mujer tiene más almacenes de calorías por todo el cuerpo repartidos.

Esto se explica por el factor de la maternidad. Una mujer, cuando se queda embarazada, necesita más aporte calórico y este debe ser consumido de diferentes zonas. Así pues, en un principio las mujeres consumen de distintas partes y no suelen tener una tripa cervecera como la de los hombres.