El Gobierno ha introducido en la nueva normativa de movilidad de esta semana un cambio importante. Y es que las ciudades podrán establecer peajes urbanos o tasas de acceso para los vehículos que entren en determinadas zonas.
Esto, marcando un giro en el enfoque de la gestión del tráfico y la contaminación. Esta medida sacada por el Gobierno se asemeja al modelo que funciona desde hace años en Londres, el 'sistema Londres', con el objetivo declarado de reducir el tráfico, incentivar medios de movilidad más sostenibles y generar ingresos que puedan revertir en transporte público y políticas ambientales.
EN LA NUEVA LEY DE MOVILIDAD DEL GOBIERNO LOS AYUNTAMIENTOS PODRÁN IMPONER PEAJES POR ACCEDER CON VEHÍCULOS CONTAMINANTES A ZONAS ZBE
Según el proyecto del Ley de Movilidad Sostenible recientemente aprobado, los ayuntamientos que lo consideren podrán imponer peajes, una tasa o canon por acceder con vehículos a zonas urbanas catalogadas como sensibles, como las que ya están definidas como Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
En concreto, la disposición adicional permite que "el aprovechamiento especial del dominio público” que implica "circular con un vehículo por la ciudad sea gravado mediante una tasa municipal" si así lo decide el municipio.
En Londres, el sistema de congestion charge lleva más de dos décadas en funcionamiento y regula el acceso al centro de la ciudad mediante el pago de una tarifa diaria.
Los vehículos más contaminantes o sin etiqueta podrían tener que pagar para entrar en determinadas zonas urbanas, o directamente se les podría restringir el acceso salvo que abonen la tasa
Este modelo ha logrado reducir significativamente el volumen de vehículos en la zona central y promover el transporte público y los desplazamientos no motorizados. España ahora toma nota de esa experiencia y la traslada al contexto urbano español, aunque con matices: en vez de ser obligatorio para todas las ciudades, el nuevo marco legal deja la decisión en manos de cada ayuntamiento.

Para los ayuntamientos, la habilitación legal es una herramienta potente. Podrán decidir si establecen un peaje urbano, el importe que se cobrará y a qué tipo de vehículos se aplicará. El argumento oficial es que "quien más contamina, más debe contribuir" y que los ingresos pueden destinarse a mejorar el transporte colectivo, la accesibilidad y la calidad del aire.
"SE PUEDE CONTAMINAR, PERO PAGANDO"
Para los conductores, la medida supondrá un nuevo coste. Los vehículos más contaminantes o sin etiqueta podrían tener que pagar para entrar en determinadas zonas urbanas, o directamente se les podría restringir el acceso salvo que abonen la tasa. En algunos análisis ya se señala que el precio de este peaje podría situarse al nivel de lo que cuesta aparcar en un párking público. Estas son algunas de las consecuencias que la medida podrá atender:
- Reducción del tráfico privado y de los atascos en el centro de las ciudades.
- Mejora de la calidad del aire al desalentar vehículos más contaminantes.
- Incentivo para que los ciudadanos opten por transporte público, bicicletas o caminar.
- Nueva fuente de ingresos para los municipios, que podrían reinvertirse en movilidad sostenible.
- Algunos ayuntamientos y representantes municipales advierten que cobrar por "contaminar" o por circular puede ir contra los objetivos de sostenibilidad, al introducir una lógica de "se puede contaminar, pero pagando".
¿CUÁNDO ENTRARÁ EN VIGOR?
La ley ya ha habilitado el mecanismo y se encuentra en fase de tramitación o aplicación en los municipios que lo deseen. No obstante, cada ayuntamiento deberá decidir si lo implanta y cuándo. En el pasado se estimaba que podría estar operativo a partir de algún momento de 2023, aunque la adopción variará mucho municipio a municipio.

Por tanto, si residimos o circulamos frecuentemente por una ciudad española, conviene estar atento a aspectos como los siguientes:
- Si tu municipio cuenta con Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) o políticas de restricción de acceso.
- Las decisiones del ayuntamiento sobre tasas de acceso o peajes urbanos.
- Los distintivos ambientales de tu vehículo (etiqueta DGT) y si tu coche podría quedar gravado o restringido.
- Alternativas de movilidad: transporte público, coche compartido o vehículo menos contaminante.
Este giro normativo supondrá un paso más en la evolución de la movilidad urbana en España. El modelo londinense ha servido de inspiración, pero la aplicación local dependerá de la voluntad de cada consistorio. La clave estará en que la medida no solo sirva como recaudación, sino que efectivamente contribuya a aliviar el tráfico, reducir emisiones y hacer de las ciudades entornos más saludables para sus habitantes.
- Más información: El veto de las ZBE de la DGT golpea a un sector de conductores muy amplio este 2025.







