El futuro está aquí y cada vez lo percibimos más de cerca, en nuestra vida diaria, en el casa y ahora hasta en el trabajo y esta vez ha sido el turno del gigante de la logística Amazon. ¿Te imaginas trabajar codo a codo con un robot que Amazon no quiere que llames “robot”? Pues eso es justo lo que está pasando. La compañía está llevando su apuesta por la automatización tan lejos que ha decidido cambiar incluso el lenguaje que usa, nada de “robots” ni de “inteligencia artificial”, ahora se llaman “cobots” y “tecnología avanzada”. Suena más amable, ¿verdad?
Pero detrás de ese lavado de cara hay una realidad menos simpática, Amazon planea reemplazar hasta 600.000 puestos de trabajo humanos por máquinas antes de 2033. Su objetivo, según documentos filtrados por The New York Times, es automatizar el 75% de sus operaciones en EE. UU., ahorrar 30 centavos por cada producto procesado y duplicar sus ventas en menos de una década. La pregunta es inevitable es: ¿estamos ante el futuro del trabajo o el fin de los trabajadores?
“Cobots”, no robots: el nuevo lenguaje de Amazon
En su intento por evitar titulares catastróficos, Amazon está reescribiendo su propio diccionario. En sus comunicaciones internas, recomienda no usar palabras como “automatización” o “IA”, y sustituir “robot” por “cobot” (de coworker robot o “compañero de trabajo”). El cambio no es casual, busca hacer más digerible la idea de que las máquinas están reemplazando personas.
Un “cobot”, según la compañía, no viene a quitarte el trabajo, sino a ayudarte. Pero los documentos filtrados muestran que detrás de este discurso amable hay un objetivo claro, reducir drásticamente la contratación de personal humano.
Amazon ya tiene más de un millón de robots activos en sus almacenes de todo el mundo. Y algunos centros, como el de Shreveport (Luisiana), ya funcionan con la mitad de empleados gracias a la robótica. Así que si trabajas en logística o almacén, empieza a formarte en mecatrónica o mantenimiento robótico. Amazon asegura que esos serán los empleos del futuro.
De empleador modelo a destructor de empleo
Durante dos décadas, Amazon ha sido sinónimo de empleo masivo. En EE. UU. es el segundo mayor empleador privado, solo por detrás de Walmart, y que decir de Europa, donde tiene repartidos decenas de centros logísticos. Pero el panorama está cambiando, con la automatización, la empresa planea evitar contratar cientos de miles de personas, reduciendo su dependencia de mano de obra humana.
El economista Daron Acemoglu, Premio Nobel en 2024, fue tajante, “Cuando Amazon logre automatizar de forma rentable, otras empresas seguirán su camino. Se convertirá en un destructor neto de empleo”. Y esta es tal vez, la mayor preocupación detrás de esta automatización de procesos.
Y lo más preocupante es que no se trata solo de Amazon. Empresas de renombre mundial como Microsoft, Ford o JP Morgan ya han reconocido que parte de sus procesos están siendo reemplazados por sistemas de IA o robots. La tendencia es global, y los trabajadores con tareas repetitivas o de baja cualificación están en la primera línea del cambio.
Hace 20 años, un empleado de Amazon gestionaba unos 175 paquetes al día. Hoy, con ayuda de los robots, esa cifra supera los 3.800. La productividad se dispara, pero el número de trabajadores, no tanto, golpe bajo para la economía de muchos países.
Pero no te alarmes, si trabajas en Amazon, lo mejor que puedes hacer es adaptarte. Las empresas ya buscan perfiles híbridos, humanos que sepan trabajar junto a sistemas automatizados. Cursos online gratuitos en robótica, IA y automatización abundan. Empieza hoy.
La estrategia del “buen vecino”
Amazon sabe que su plan puede generar un tsunami de críticas. Por eso, su estrategia no solo pasa por la tecnología, sino también por el marketing emocional. Los documentos filtrados mencionan campañas comunitarias (desde desfiles hasta donaciones de juguetes) para mejorar su imagen pública. Una especie de “operación simpatía” para compensar el impacto social del reemplazo de empleos.
Además, en sus comunicados oficiales, la empresa insiste en que la automatización “no destruye puestos, sino que los transforma”. Hablan de crear nuevas oportunidades técnicas y de que los empleados desplazados podrán formarse para cubrir nuevos roles.
Sin embargo, en la práctica, los informes revelan que muchos centros de distribución, como el de Stone Mountain, en Georgia, ya están reduciendo plantilla sin despidos directos, simplemente, no reemplazan a quienes se marchan.
El propio equipo de Amazon elaboró planes para “controlar la narrativa” y evitar que las comunidades locales perciban la reducción de personal como algo negativo. Para los expertos, si una empresa cambia su vocabulario antes que sus políticas, quizá lo que está intentando no es transformar el trabajo, sino cómo lo percibimos.
El futuro del trabajo ya llegó (y no es del todo como lo imaginábamos)
Puede que la idea de un robot colaborador suene futurista, incluso emocionante para muchos amantes de la tecnología. Pero la realidad detrás de los “cobots” es más compleja de lo que parece o quieren hacer ver, Amazon está redibujando las reglas del empleo moderno, y lo hace en silencio, palabra a palabra, y este silencio es que preocupa a los gobiernos, por ejemplo.
Aun así, hay espacio para el optimismo. El cambio tecnológico también abre nuevas oportunidades para quienes sepan moverse rápido y aprender nuevas habilidades. Los trabajos no desaparecerán del todo, pero cambiarán radicalmente.
Así que la próxima vez que escuches que un “cobot” llega a tu empresa, recuerda, no es tu enemigo… pero tampoco tu amigo. Es la señal de que el futuro del trabajo ya está aquí. Y tú decides si lo observas desde la barrera o si te subes al tren.
