La normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT) es clara: manipular las matrículas de los vehículos está terminantemente prohibido. Sin embargo, un reciente caso en Barcelona ha generado un acalorado debate. Un conductor fue multado tras cubrir la letra ‘E’ de España con una pegatina que incluía la abreviación ‘CAT’ de Cataluña. Este incidente, que se hizo viral en redes sociales, ha puesto de nuevo bajo el foco las estrictas regulaciones de la DGT respecto a la manipulación de matrículas y las consecuencias que acarrea para los infractores.
1¿Qué estipula la DGT sobre la manipulación de matrículas?
La DGT establece que las matrículas son un código único e intransferible que identifica a los vehículos que circulan por el territorio español. El Reglamento General de Vehículos, en su artículo 49.1, prohíbe cualquier tipo de alteración en las placas. Esto incluye desde modificar los caracteres alfanuméricos hasta añadir pegatinas que cubran parcial o totalmente los elementos de la matrícula.
Este tipo de manipulación se considera una infracción grave, ya que puede dificultar la identificación de los vehículos en controles de seguridad, radares de velocidad o investigaciones policiales. La normativa también exige que las placas sean completamente legibles y estén en buen estado, lo que significa que no deben presentar deterioros ni elementos que obstruyan su visibilidad.