La transición hacia una movilidad más sostenible en Europa ha enfrentado varios desafíos en los últimos años. El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, ha criticado duramente la posición adoptada por los fabricantes de automóviles europeos, alegando que "no han sabido convencer" a los clientes de las ventajas de adoptar un coche eléctrico.
Según Breton, el éxito de esta transición depende en gran medida de la expansión de la red de recarga de vehículos eléctricos, que aún se encuentra muy concentrada en los países del centro de Europa. Esta situación ha generado preocupación en la Comisión Europea, ante anuncios de posibles cierres de plantas por parte de fabricantes como Volkswagen, debido a la caída de las ventas.
Falta de Planificación y Estrategia Industrial
Por su parte, el expresidente del Banco Central Europeo (BCE) y exprimer ministro italiano, Mario Draghi, ha acusado a la UE de falta de planificación en el sector de la automoción. Draghi considera que esta industria ejemplifica las carencias derivadas del establecimiento de ambiciosos objetivos de descarbonización sin un impulso adecuado a la transformación de la cadena de suministro.
En este sentido, Draghi recomienda desarrollar un plan de acción industrial para el sector del automóvil, con el objetivo a corto plazo de evitar una deslocalización radical de la producción fuera de la Unión o la rápida absorción de plantas y empresas de la UE por parte de productores extranjeros subvencionados por el Estado. Todo ello, sin dejar de avanzar en la descarbonización de la industria.
Cambios en el Mercado Europeo de Vehículos Eléctricos
Mientras tanto, el panorama del mercado europeo de vehículos eléctricos ha experimentado cambios significativos. La cuota de mercado de los fabricantes chinos de vehículos eléctricos en Europa pasó del 5% en 2015 al 15% en 2023, mientras que la cuota de los fabricantes europeos de vehículos eléctricos cayó del 80% al 60%.
Estos datos ponen de manifiesto la necesidad de que los fabricantes europeos refuercen su posición y logren convencer a los consumidores de las ventajas de la movilidad eléctrica. Asimismo, la Unión Europea debe implementar una estrategia integral que permita mantener y preservar la experiencia europea, la fuerza de innovación y la competitividad de la industria automotriz.







