La carne del pollo suele ser una de las más consumidas a nivel mundial y las razones para que así sea son varias. Para comenzar, esta es una de las proteínas de origen animal más accesibles económicamente, contiene proteínas de alto valor biológico y es recomendada por médicos y nutricionistas para mejorar las condiciones de salud e incluso, para bajar de peso.
Ahora bien, si hay algo de cierto en el sabor de la carne de esta ave, es que muchas veces puede resultar algo desabrida; siendo necesario acompañarla siempre de sal, pimienta y otras especias. Hoy te hablaré de una especia que combina a la perfección y que resalta un mundo de sabores y sensaciones en todos los sentidos.
4Comienza con las pechugas de pollo
Lo primero que debes tener listos son los filetes de pechuga de pollo; por lo tanto, si has comprado la pechuga entera, lo principal es retirar la piel y los huesos y posteriormente cortar los filetes.
Corta los filetes de un grosor medio para que no queden excesivamente gruesos, pero tampoco muy secos, sino, por el contrario, que queden con buena jugosidad y sabor. Una vez que tengas los filetes limpios y picados, salpimienta al gusto y reserva.