Movimiento Antinuclear: La posibilidad de «nuevo desastre nuclear» en Europa está cerca

El Movimiento Ibérico Antinuclear ha expresado su «horror» por la posibilidad de un «nuevo desastre nuclear» en Europa porque sean objetivo intencionado o no, las centrales nucleares son «un punto débil en la seguridad de un país en caso de guerra».

A su juicio, se trata de un riesgo que la industria nuclear y sus apoyos políticos «no quieren afrontar» pero considera muy evidente que esto es parte del riesgo que implica esta energía.

El MIA ha calificado el ataque a la central nuclear de Zaporiyia como un «acto de guerra totalmente injustificable» y alerta de que el riesgo no solo afecta al territorio ucraniano sino a los países vecinos, Moldavia, Rumanía, la propia Rusia y el mar Negro. La central se refrigera con aguas del río Dnieper cuyo curso desemboca en ese mar a unos 220 kilómetros al sur, que comunica el Mediterránea por el estrecho del Bósforo (Turquía).

El colectivo, contrario al uso de la energía nuclear, está preocupado «enormemente» por que los trabajadores de la planta atacada puedan mantener la refrigeración del combustible nuclear en los reactores, así como en las piscinas de combustible gastado.

«Si fallan los sistemas de circulación y enfriamiento de las piscinas, puede ocurrir como en Fukushima, se evaporará el agua, no se bloquearan las emisiones radiactivas y puede incluso arder el material», asegura.

De hecho, al autoridad nuclear ucraniana ha reconocido que un accidente en ese emplazamiento puede «superar todos los accidentes anteriores en plantas de energía nuclear», incluidos el de Chernóbil (Ucrania) y el de Fukushima Daiichi (Japón).

En el entorno de la central hay una instalación de almacenamiento de combustible nuclear gastado en abierto y, aunque los contenedores cuentan con cierta resistencia a impactos el movimiento antinuclear estima que eso supone «otro riesgo muy serio» de emisión radiactiva.