Qué hacer si tienes una piedra en el riñón

Los cálculos renales son una enfermedad muy común. Los estudios han demostrado que el 15% de las personas forman cálculos renales en algún momento de su vida. Teniendo en cuenta que el 30% de estos pacientes serán hospitalizados y sometidos a alguna intervención (fragmentación endoscópica, por ejemplo) asociada a una reducción de la productividad, se puede valorar el gran impacto social y económico de esta enfermedad.

En las últimas décadas se han producido importantes avances en los métodos de diagnóstico y los tratamientos intervencionistas mínimamente invasivos para poder expulsar una piedra del riñón, conocidas como cálculos renales.

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Causas

Causas

Alrededor del 70% de los cálculos urinarios son de calcio, es decir, tienen como componente principal el oxalato (o fosfato) de calcio; el resto están formados por ácido simple (8-10%), fosfato amónico-magnésico (15%), quístico (1-3%) y otros (1%).

Los principales trastornos metabólicos que causan cálculos renales son los siguientes:

  • Baja diuresis: alteración más común, encontrándose en el 60% de los formadores de cálculos urinarios. Se debe, en la mayoría de los casos, a una baja ingesta de líquidos (menos de 1,5 litros/día).
  • Hipercalciuria: se da en el 40 al 75% de los formadores de cálculos y se debe a una mayor absorción intestinal de calcio.
  • Hiperuricosuria: se da hasta en un 20% de los formadores de cálculos urinarios. Puede estar causada por una excreción primaria elevada de ácido úrico o por una hiperuricemia (aumento del ácido úrico en la sangre).
  • Hipocitraturia: se da en alrededor del 30% de los formadores de cálculos y se debe a un defecto renal primario en el que la excreción de citrato (protector de la formación de litiasis) es baja. Puede producirse debido a una ingesta elevada de proteínas o a un ejercicio físico intenso.
  • Hiperoxaluria: se da en aproximadamente el 25% de los formadores de cálculos renales. Suele estar relacionado con la enfermedad inflamatoria intestinal (o después de la cirugía bariátrica). Algunos casos están relacionados con la dieta de alimentos ricos en oxalato: espinacas, remolacha, frutos secos, cacahuetes, nueces, chocolate.
  • Hiperparatiroidismo: el exceso de hormona paratiroidea provoca un aumento de la absorción ósea e intestinal del calcio, generando una elevación del calcio en sangre y en orina. Se produce hasta en un 5% de los casos.
  • Hipomagnesuria, cistinuria e infecciones del tracto urinario: son responsables de menos del 3% de los casos en los que hay formación de cálculos urinarios.

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Síntomas

Síntomas
18-08-2021 Dolor De Riñones. Salud Istock

Los cálculos renales, localizados en los cálices, pueden ser asintomáticos y se encuentran con frecuencia en ecografías realizadas con otros fines. Cuando es sintomático debido a la obstrucción del infundíbulo calicial (porción más estrecha del riñón), la forma más común de manifestación clínica es el cólico renal.

Por lo general, el cálculo que genera dolor es uno que se ha desplazado desde el riñón hasta el uréter, la llamada ureterolitiasis. Se presenta como un calambre, de inicio brusco, generalmente localizado en la región lumbar, de fuerte intensidad, pudiendo irradiar a la región inguinal (a veces generando dolor incluso en el escroto o en los labios mayores).

Los síntomas como las náuseas y los vómitos (debido a la intensidad del dolor) y la plenitud gástrica («congestión abdominal») son bastante frecuentes. A veces, los cálculos renales (en el interior de los cálices) se manifiestan como un dolor ligero, poco característico e intermitente, siendo interpretado por los pacientes como una molestia muscular. De hecho, está catalogado como uno de los 12 peores dolores del cuerpo humano.

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Conozca las pruebas más rápidas y eficaces

Análisis de sangre

Análisis De Sangre

¿Sabía que es posible investigar si un paciente tiene un cálculo renal mediante un análisis de sangre? El análisis de sangre evaluará si los riñones funcionan correctamente, basándose en indicadores como el ácido úrico, la urea, la creatinina y el calcio. Cualquier cambio en los valores de estas sustancias indica problemas en los riñones. A partir de ahí, el médico evaluará el motivo de estas alteraciones.

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Prueba de orina

Prueba De Orina

Se realiza básicamente para evaluar la capacidad del organismo de eliminar las sustancias que contribuyen a la formación de cálculos renales. La recogida se realiza durante 24 horas seguidas. La prueba también analiza la existencia de microorganismos que causan infecciones y la confirmación de pequeños trozos de piedras presentes en la orina.

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Rayos X

Rayos X

Se realizan radiografías de la espalda, a la altura de los riñones. De esta manera, el examen es capaz de identificar si hay alteraciones en estos órganos.

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Ultrasonido

Ultrasonido

Este examen es actualmente el más completo, ya que además de identificar la presencia de cálculos, durante el mismo el médico analizará la cantidad y el tamaño de los mismos, permitiendo también la detección de inflamación en algún órgano.

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Tomografía computarizada

Tomografía Computarizada

Actualmente, es el examen más completo, capaz de proporcionar imágenes del cuerpo desde diferentes ángulos. La tomografía facilita la identificación de los cálculos, incluso si están presentes en el cuerpo en tamaños muy pequeños.

El diagnóstico de los cálculos renales es cada vez más urgente. Se calcula que, en Brasil, 1 de cada 10 adultos tiene uno de los distintos tipos de la enfermedad. Al tratarse de una patología silenciosa en su fase inicial, el 60% de ellos no son conscientes de su condición.

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Tratamiento

Tratamiento

En primer lugar, se busca el alivio del cólico renal con analgésicos, antiespasmódicos, antiinflamatorios no hormonales y, en casos extremos, opiáceos. Estudios recientes han demostrado que, en el caso de cálculos ureterales distales (cerca de la vejiga) de un tamaño no superior a 6 mm, hay un 97% de posibilidades de eliminación del cálculo en las 72 horas siguientes al inicio del tratamiento farmacológico, mediante el uso de alfabloqueantes (medicación que debe ser indicada y su uso controlado por un urólogo).

Sin embargo, todo paciente que presente un cálculo urinario cuyo dolor sea intratable, o se acompañe de infección urinaria, o incluso si el cálculo descubierto tiene un diámetro incompatible con la eliminación espontánea, debe indicarse un tratamiento intervencionista.

En la litiasis urinaria, con la llegada de los procedimientos mínimamente invasivos, suele haber más de una alternativa terapéutica para un determinado caso, lo que requiere la participación del paciente en la elección del tratamiento. El paciente debe estar plenamente informado sobre las formas de tratamiento, su eficacia, el tiempo de tratamiento, los posibles riesgos e incluso la necesidad de sesiones o tratamientos adicionales.

El objetivo del tratamiento del cálculo renal es la eliminación total o la extracción de los cálculos y fragmentos con la menor morbilidad para el paciente. La tasa libre de cálculos, considerando globalmente la ureteroscopia, la cirugía percutánea y la litotricia extracorpórea, varía del 75 al 100%.

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