El consejero delegado de Deutsche Bank aboga por endurecer la política monetaria «más pronto que tarde»

El consejero delegado de Deutsche Bank, Christian Sewing, considera que las políticas monetarias ultra laxas de los bancos centrales conllevan riesgos considerables y efectos secundarios ante la escalada de la inflación a la que las instituciones monetarias deberían responder «más pronto que tarde».

Según el máximo ejecutivo del mayor banco de Alemania, a pesar de que los bancos centrales asumen que la escalada de los precios se trata de un efecto temporal, los clientes se están preparando para tasas de inflación elevadas durante más tiempo, alimentando las expectativas de inflación, lo que tendrá también un impacto en las negociaciones salariales.

«La supuesta panacea de los últimos años, tipos de interés bajos con precios aparentemente estables, ha perdido su efecto, ahora estamos luchando con los efectos secundarios», ha señalado el banquero durante un evento financiero en Fráncfort, donde ha expresado su opinión de que «la política monetaria debe contrarrestar esto, y más pronto que tarde».

«Los bancos centrales asumen que se trata de un efecto temporal. Nuestros economistas no comparten esta opinión. Y personalmente soy escéptico sobre la estabilidad monetaria por lo que escucho en conversaciones con nuestros clientes», ha afirmado Sewing, para quien las consecuencias de esta política monetaria ultra laxa «serán cada vez más difíciles de arreglar» cuanto más tarden los bancos centrales en adoptar contramedidas.

De su lado, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha insistido este lunes en el Parlamento Europeo en que no se cumplirán en 2022 las condiciones para subir los tipos de interés a pesar de que la inflación bajará más despacio de lo previsto e incluso podría seguir en niveles altos si los precios de la energía siguen subiendo y «persisten» los problemas en la cadena de suministro.

«Si adoptáramos un enfoque más restringido haría más mal que bien», ha subrayado la francesa en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara en la que ha insistido en que el próximo año no se darán las condiciones que el instituto emisor se ha marcado para empezar a subir los tipos.

«A pesar del aumento de la inflación, las perspectivas para la inflación en el medio plazo siguen siendo débiles y es muy improbable que se cumplan estas tres condiciones el próximo año», ha afirmado, añadiendo que el análisis de la institución monetaria europea sigue vaticinando que el nivel de precios se situará por debajo del nuevo objetivo «simétrico» del 2% en el medio plazo y eso explica que el BCE opte por seguir con su política monetaria actual.