Madrid critica el «caótico y desordenado desarrollo» de la LOMLOE

La Comunidad de Madrid ha criticado el «caótico y desordenado» desarrollo de la nueva ley educativa LOMLOE, la que califican como «la normativa más dañina en la Historia de la Educación en España», y ha insistido en que se aplace la entrada en vigor al curso escolar 2023/24 de los nuevos currículos educativos.

Así, tras la decisión del Ministerio de Educación de suspender las pruebas extraordinarias en Secundaria sin ofrecer a las comunidades autónomas la posibilidad de aplazarlo, fuentes de la Consejería de Educación, Universidades y Ciencia han asegurado que se trata de «una muestra más de improvisación».

«La LOMLOE entró en vigor en enero de 2021, hace dos meses que comenzó el curso y los docentes, que ya han empezado a evaluar a sus alumnos del primer trimestre, no tienen unos criterios establecidos para ello. Hasta hoy, y siempre a través de informaciones de medios de comunicación, creían que los estudiantes de Secundaria Obligatoria iban a tener una convocatoria extraordinaria», han trasladado.

A ello, ha añadido que tampoco tienen certezas de si, tal y como establece los borradores del Real Decreto, deberán «responsabilizarse de decidir con cuántas asignaturas se pasa de curso».

«El Ministerio de Educación y FP cambia las reglas del juego en mitad del partido propiciando un estado de inseguridad a los equipos directivos y de docentes. Se trata de enésimo incumplimiento del Gobierno socialista que anuncia la toma de decisiones sin tener la certeza de que se pueda llevar a cabo», han subrayado las mismas fuentes.

Del mismo modo, la Comunidad de Madrid ha reiterado la solicitud que hizo en septiembre de aplazar la entrada en vigor al curso escolar 2023/24 de los nuevos currículos educativos prevista para el de 2022/23 en 1º, 3º y 5º de Primaria, 1º y 3º de ESO y 1º de Bachillerato.

Desde el Ejecutivo dudan de que los nuevos contenidos «lleguen a tiempo» teniendo en cuenta los plazos, puesto que «hay que elaborar los currículos autonómicos, las editoriales tienen que transformar la normativa en recursos didácticos y los docentes deben tener un conocimiento de las materias para poder llevar a cabo una adecuada programación para, entre otros aspectos, adaptar los nuevos materiales».