Un huevo frito puede ser resultón en la cocina a la hora de necesitar preparar un plato de forma rápida y son complicaciones. Simplemente acompañándolo de pan, puede ser el desayuno perfecto. Así mismo, acompañando un sencillo arroz blanco cocido en microondas puedes servir un arroz a la cubana delicioso. Y aunque prepararlo no sea realmente complicado, freír un huevo no siempre es tarea fácil, sobre todo cuando el aceite salta hacia tus manos y rostro, dando cabida a desagradables quemaduras.
Los grandes chefs tienen trucos que llevan a cabo con cada uno de sus platillos, y para freír un huevo sin correr riesgos también tienen el suyo. Aprende las técnicas de alta cocina que te libraran de una desagradable experiencia en la cocina mientras preparas el plato más sencillo del mundo.
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Si vas a freír un huevo, procura escoger el mejor
Cuando vas de compras muchas veces ni te percatas del estado en el que se encuentra el huevo; y mucho menos si estos los utilizas para preparaciones básicas, pues es conocido que cuando de algunas recetas se trata, escogerlos de un tamaño indicado es al menos tomado en cuenta, mientras que si los compras para uso regular, terminas tomando cualquiera.
Lo cierto es que cuando de comprar huevos se trata, lo mejor que puedes hacer es escoger aquellos que se noten frescos, sin suciedades y sobre todo que no se encuentren refrigerados en el supermercado. Esto puede resultar muy peligroso para tu salud.
La fluctuación de la temperatura: enemiga de la calidad de los huevos
Como te he comentado, cuando vayas de compras procura escoger huevos que no se encuentren refrigerados, pues estos suelen dañarse fácilmente apenas la temperatura sufre alguna fluctuación.
Los cambios de temperatura afectan a la cáscara y es posible que algunas bacterias ingresen al huevo ante algún descuido. Lo más recomendable es comprarlos en exhibiciones a temperatura ambiente y que al llegar a casa los guardes en la nevera para evitar cualquier daño.
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A qué temperatura debe estar un huevo cuando se va a cocinar
Si bien, los huevos deben guardarse en la nevera al llegar a casa, cuando llega el momento de consumirlos lo mejor es que se encuentren a temperatura ambiente.
Cuando vayas a cocinar un huevo lo mejor es sacarlo de la nevera y cocinarlo dentro de las siguientes dos horas. Nunca los dejes por un tiempo mayor a dos horas fuera de la nevera, pues corres el riesgo de que se contamine fácilmente. Estos cuidados no solo los debes aplicar con los huevos crudos; para consumir huevos duros de forma segura, debes aplicar medidas de precaución y saber por cuanto tiempo es seguro dejarlos en la nevera después de cocidos.
Lo que hacen los grandes chefs para freír un huevo sin que salte el aceite y que seguramente no sabes
Ya que te he compartido los consejos básicos para comprar los huevos y para conservarlos en casa, quiero comentarte lo que hacen los grandes chefs para prepararlos fritos sin terminar con quemaduras producidas por el aceite que salta.
Seguramente en diversas ocasiones te has preguntado cómo es posible que los cocineros y chefs resulten con manos intactas y con cero quemaduras siendo que con frecuencia elaboran platos en los que se manejan frituras. Pues bien, te voy a contar como logran freír en este caso los huevos sin ningún riesgo para su seguridad.
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La temperatura del aceite
Cuando hablamos de frituras por lo general consideramos que la temperatura ideal siempre ronda los 180° C y en el caso de los huevos sucede lo mismo.
Al momento de freír un huevo, la temperatura del aceite debe rondar los 180 a 185° C. Por supuesto, un buen aceite de oliva virgen extra alcanzará ese punto de temperatura sin dañar sus propiedades y dará como resultado un huevo frito perfecto.
Evita el choque de temperaturas
Ya que sabes que el aceite debe estar lo suficientemente caliente antes de añadir el huevo, también debes saber que evitar el choque de temperaturas es vital para evitar que el aceite salpique y termines con quemaduras.
Como te he comentado, siempre que vayas a preparar un huevo, este debe estar a temperatura ambiente. Ponerlo recién sacado de la nevera en un aceite caliente ocasionará que el choque de temperaturas ocasione un “estallido” que hará saltar el aceite hacia tus brazos y rostro.
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Viértelo primero en una taza
Otro truco que puedes usar y que es propio de los grandes chefs se trata de verter el huevo en una taza antes de ponerlo en el aceite caliente.
Son varias las ventajas de este truco; en primer lugar evitas que en la sartén caigan restos de cáscara y también evitas accidentes al ponerlo en el aceite caliente, pues lo añades con más calma evitando eventualidades que puedan hacer un desastre. Además te permite observar la calidad del alimento y percatarte de si está en mal estado antes de cocinarlo.
Una pizca de harina en la sartén: el truco definitivo con el que podrás freír un huevo sin que salte el aceite
Añadir una pizca de harina en la sartén cuando ya el aceite se encuentra caliente es el truco definitivo que hará que puedas freír un huevo sin que te salte el aceite.
Hacerlo es muy sencillo, debes poner tan solo una pizca de harina justo antes de verter el huevo en el aceite caliente. De esta manera al colocarlo no te saltará el aceite. Es importante hacerlo sin mucha anterioridad y apenas poner una pizca, pues de lo contrario la harina se quemará y arruinará la presentación.
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Otros trucos que funcionan
Si no te agrada mucho la idea de añadir una pizca de harina al aceite caliente, debes también saber que existen otros trucos que pueden disminuir el riesgo de salpicaduras de aceite caliente.
Uno de los trucos es utilizar sal en lugar de harina, esta funcionará de la misma manera y de igual forma solo una pizca basta. Otro elemento que también es muy utilizado, es poner un trocito de la cáscara del huevo en el aceite hasta que el huevo esté listo. Si decides usar este truco, lava muy bien el huevo antes de cascarlo y sécalo muy bien; eso sí, justo antes de usarlo. Nunca laves los huevos a menos que sea al momento de su utilización.
El huevo frito perfecto
Todos tenemos gustos diferentes a la hora de degustar un huevo frito. Hay quienes disfrutan que quede con puntilla y hay quienes lo prefieren sin ella.
Lo cierto es que por lo general la mayoría cae rendido ante unos huevos fritos que permitan mojar el pan en la yema y para lograr esto no tienes que pasar por pasos más complejos; solo debes ponerlo a freír y listo, evita bañar la yema con aceite caliente a menos que desees que quede bien seco.
Ahora que conoces estos trucos, disfruta de un rico y jugoso huevo frito sin ningún riesgo de quemadura.
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