Mendia celebra «la conquista de la libertad» con «el presidente y el Lehendakari de la paz»

La secretaria general del PSE-EE y vicelehendakari, Idoia Mendia, ha celebrado, con motivo del décimo aniversario del fin de la violencia de ETA, «la conquista de la libertad» con «el presidente y el Lehendakari de la paz», José Luis Rodríguez Zapatero y Patxi López.

Los socialistas vascos han elegido como escenario la Casa de Juntas de Gernika para conmemorar una década sin terrorismo de ETA, acompañado de Zapatero, López, y otros cargos del partido. Durante su intervención, Mendia ha lamentado que no pueda haber en el Parlamento Vasco un acto unánime en este día para proclamar que «nunca ha habido una razón para aniquilar al diferente», y recordar «a todas las víctimas injustamente asesinadas».

Además, ha explicado que los socialistas pueden «negociar todas las políticas», pero «no negociar la verdad». «Aquí se mató al diferente. Aquí se ha querido anular la pluralidad. Fue injusto, y cerramos esa puerta, aunque nos dijeron que no lo lograríamos. Acabamos con ETA. ETA no pudo acabar con el Estatuto ni con los socialistas. Por eso, si conseguimos que la democracia venciera a la imposición y que la dignidad venciera al asesinato, vamos a conseguir que la verdad venza al olvido», ha aseverado.

En esta jornada, ha querido poner en valor «la libertad conquistada, por que hace diez años se consiguió que ETA pusiera fin a su terror». «Por eso, no podía faltar el presidente de la paz, con el Lehendakari de la paz», ha afirmado, para recordar también a Alfredo Pérez Rubalcaba ex ministro del Interior.

«Le tenemos muy presente en este día que nos permite recordar el hilo socialista que ha ido permitiendo coser muchas de las heridas que ha causado el medio siglo de terrorismo; un hilo socialista que comienza con el liderazgo de Ramón Rubial, un obrero represaliado, que renunció a cualquier revancha por lo sufrido, para construir un espacio común entre diferentes», ha señalado.

Precisamente, ha destacado que en Gernika presidió Rubial ese primer Consejo General Vasco, con representantes de todos los partidos, y demostró que Euskadi «es un espacio donde deben caber todos, en el que acordar con el diferente y construir el futuro de la sociedad con quien no piensa igual».

«Ese fue el espíritu que permitió aprobar el Estatuto, y es el mismo espíritu que nos ha permitido llegar al día de hoy, hasta este momento que me ha tocado liderar a mí, en el que hemos podido, por primera vez en la historia, construir un Gobierno de diferentes sin ninguna amenaza violenta», ha destacado, para considerar que ha culminado «el proyecto de Ramón Rubial».

«No fue casualidad que el fin de ETA llegara con socialistas al frente de los Gobiernos de España y de Euskadi, con el Presidente José Luis Rodríguez Zapatero, y con el Lehendakari Patxi López, con ese trabajo, a veces conflictivo, pero tan complementario y definitivo como el que realizaron Alfredo Pérez Rubalcaba y Jesús Eguiguren», ha indicado.

Además, ha subrayado que lo hicieron «sin romper una sola costura del Estado de Derecho». «Y no quiero olvidar que, detrás de esas decisiones valientes que tomaste, teníamos siempre presentes a todas y cada una de las víctimas del terror, porque ninguna, fuera cual fuera su condición y su ideología, tuvo que ser jamás asesinada», ha apuntado.

En este acto, en el que ha querido rendirles homenaje y manifestar que siempre las tendrán en su memoria, y ha lamentado que no se celebre esta conmemoración «con un acto unánime». «Lo lógico sería que, diez años después, fuéramos capaces de una declaración solemne en el Parlamento Vasco sin reparos, diciendo algo tan simple como esto, por ejemplo: que recordamos a todas las víctimas injustamente asesinadas, porque nunca ha habido una razón para aniquilar al diferente. Y esto a día de hoy sigue sin ser posible», ha subrayado.

No obstante, no ha querido desviar el foco de los protagonistas de este día, las víctimas, a las que ha trasladado su «reconocimiento expreso» por el dolor que «tanto han sufrido los asesinados y sus familias».

También se ha referido a los «grandes resistentes, que siguieron jugándose todo para ganar la libertad de todos», a los cargos socialistas y de otros partidos, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, jueces, funcionarios de prisiones, periodistas y empresarios. «Las víctimas necesitan que les repitamos con claridad que jamás hubo una sola razón para su sufrimiento, que jamás hubo ni una razón política o ni de Estado», ha añadido.

Idoia Mendia ha citado a los dirigentes socialistas muertos a manos de ETA: Juan Priede, Fernando Buesa, Maite Torrano, Félix Peña, Joseba Pagaza, Vicente Gajate, Froilán Elespe, Juan Mari Jáuregui, Enrique Casas, Isaías Carrasco, Fernando Múgica, Ernest Lluch y German González.»Hoy también están aquí con nosotros», ha asegurado, para recordar que son «esencia de ese compromiso con su tierra, con sus vecinos, con los servicios públicos» que se levantaron «a pesar» de la organización terrorista, que intentó «secuestrar la pluralidad de Euskadi».

LA INFANTERÍA DE LA DEMOCRACIA

«Queremos reivindicar con orgullo a quienes se negaron a plegarse a la nueva dictadura que pretendió ETA. Toda la infantería de la democracia que, a pie de calle, pueblo a pueblo, jamás abdicó de su responsabilidad, la que no se rindió. Los resistentes que lo han hecho posible: quienes se sacudieron el miedo y se enfrentaron a las bombas con más ambulatorios, más escuelas, más servicios sociales, más acuerdos y más dignidad, con toda la que les quisieron robar», ha subrayado.

Tras defender que los socialistas siempre han sabido «estar en los acuerdos que permiten construir esta Euskadi de progreso, de garantía de derechos básicos de todas las personas, piensen como piensen», ha recordado que son víctimas también, pero no hablan en su nombre porque son «plurales y diversas».

«Pero, además de víctimas, somos los grandes constructores de Euskadi, con otros, sí, sobre todo, con ese ejército pacífico, desarmado, silencioso y valiente que salió a la calle cada vez que se produjo una vulneración de derechos, sin más arma que su dignidad», ha añadido.

Fueron los que, tras el cese de ETA, proclamaron, entre lágrimas y con orgullo, ese ‘Lortu dugu/Lo hemos conseguido’, mientras «algunos corrían a borrar las páginas de mayor ignominia de la historia» de los vascos. En este contexto, ha puesto en valor el papel de Gesto por la Paz, «espejo de la dignidad ética por encima de cualquier otra causa en el que se deberían mirar quienes tantas lecciones dan». «Por eso decía que todo este camino lo hicimos con otros», ha insistido.

Mendia ha señalado que ETA «se vio obligada a dejar de matar» y no le sirvió de nada asesinar, «más que para dejar en Euskadi una inmensa huella de dolor». «Su legado está en los cementerios, el nuestro es Osakidetza, la Ertzaintza, la Escuela publica vasca, los derechos conquistados, como la RGI o el derecho a la vivienda», ha aseverado.

Así, ha considerado que se consiguió «el sueño de quienes resistieron la dictadura: una Euskadi de ciudadanos libres que podían convivir y progresar en un espacio común», compartido entre vascos «y con el resto de España». Es, según ha señalado, el que ofrece el Estatuto que «tanto costó recuperar, que tanto se empeñaron en acabar con él», y que «da cobijo» a los vascos.

En todo caso, ha admitido que «sería deseable contar con un Estatuto más moderno, más social, atravesado en cada capítulo por la igualdad plena de las mujeres, con la realidad europea plenamente engarzada». En todo caso, ha dicho que ese «espacio» logrado debe «quedar blindado en cualquier alternativa que se presente: progreso económico y social, igualdad plena, pluralidad y legalidad van juntos. No se pueden separar», ha añadido.