Cigalas: el tiempo que debes tenerlas en la plancha para que salgan exquisitas

Las cigalas ocupan el segundo lugar en volumen de pesca y comercialización, siendo solo superado por las populares gambas. Si hay algo que caracteriza a este divino crustáceo, es su fina y dulce carne, que lo convierte en uno de los preferidos a la hora de preparar una comida gourmet.

Si bien en la actualidad la cigala es un marisco muy apetecido, hace algunos años no lo fue tanto, de hecho, formó parte de los alimentos marinos que eran devueltos al mar apenas eran avistados en las redes.

Toda la realidad en torno a la cigala cambió desde el momento en que comenzó a ser consumida por los pescadores y sus familias, quienes valoraron su divina carne y llegaron a crear la fama que le precede apenas es nombrada.

La carne de las cigalas es de tan divino sabor, que aun cuando su precio es más elevado que el de otros crustáceos, esta ha llegado a estar al borde de la extinción; lo que, obviamente ha despertado el interés en su conservación, y la exigencia de adaptar el tamaño del orificio de las redes para dejar en libertada a los ejemplares más pequeños.

Cómo elegir las cigalas al momento de la compra

Frescas

Este crustáceo de alto valor nutricional y también de alto valor económico, debe ser elegido tomando algunas consideraciones en cuenta; tal como sucede con las gambas y otros, deben ser frescos al momento de comprarlos para garantizar su mejor sabor y también minimizar los riesgos de intoxicaciones alimenticias.

Las cigalas deben oler a mar. Este olor es característico en peces y mariscos frescos. Nunca compres aquellos que tengan olor a amoniaco o a huevos cocidos. Su aroma debe recordarte de forma sutil las fragancias que disfrutas al estar en el mar.

Un punto que debes tener en cuenta también, es el estado del cuerpo de este crustáceo. Sobre todo presta atención a la cabeza; esta debe lucir bien sujeta al cuerpo y sin colores oscuros, de igual forma, el lomo debe lucir de un brillante color rosado, mientras que el vientre debe lucir brillante y traslúcido.

Si bien al conseguir ofertas todos salimos a aprovecharlas; en el caso de las cigalas piénsalo dos veces… Este crustáceo por naturaleza es costoso;  por lo tanto, conseguir gangas debe despertar sospechas. Sobre todo cuando se tiene conocimiento de que aunque muchas veces puedan lucir perfectas, pueden estar vacías en su interior y esto lo saben los más experimentados.

Las cigalas como fuente de nutrientes y aliadas para bajar de peso

Cigalas: El Tiempo Que Debes Tenerlas En La Plancha Para Que Salgan Exquisitas

Tal como sucede con otros productos marinos, las cigalas están llenas de nutrientes sumamente beneficiosos, sobre todo destaca su contenido de minerales como el magnesio, el potasio, el calcio, yodo y selenio; así como también vitaminas del complejo B, especialmente B12 y vitamina E.

Gracias a su bajo contenido de grasas saturadas, estos crustáceos son muy útiles en dietas para perder esos kilitos de más acompañados de otros alimentos saludable que contribuyen a bajar de peso; aunque tal como sucede con otros de su misma etiología, las cigalas pueden llegar a contener elevados niveles de ácido úrico.

Los métodos de cocción de las cigalas

Cocción

Para disfrutar del dulce y rico sabor de la carne de la cigala, así como de su textura, el método más tradicional es el mismo que se utiliza para cocer las gambas. Si bien las cigalas pueden llegar a tener un gran tamaño en comparación con las gambas, su carne tierna es de rápida cocción y debe cuidarse no excederse en los tiempos.

Si bien las cigalas se pueden preparar hervidas, a la plancha, guisadas, en arroz o en divinas tempuras; los métodos de cocción más frecuentes y con los que se aprovechan aún más su sabor y textura son en agua o a la plancha. Te voy a contar cuál es la forma perfecta de cocción en estos dos métodos.

Cocción en agua

Hervidas

El método de cocción en agua de las cigalas, consiste en hervir agua con sal, y apenas esta se encuentre hirviendo a borbotones añadir los crustáceos. El tiempo aproximado es de 3 minutos para ejemplares de 50 gramos y de 5 a 6 minutos para ejemplares de unos 200 gramos de peso aproximadamente.

En el caso de las cigalas muertas, se cuecen de la forma que te he descrito anteriormente; mientras que, en el caso de las cigalas vivas, estás debes colocarlas dentro de agua fría con sal y llevarlas al fuego. Así el crustáceo morirá con el calor y luego se cocerá.

Tal como sucede con las gambas, una vez cocidas en agua, las cigalas deben pasar por agua helada para detener la cocción en su interior y de esta manera comerlas de manera realmente deliciosa. Esto aplica tanto para las que hayas cocido vivas, como para las que hayas cocido muertas.

Cocción a la plancha y el tiempo que debes cocerlas para que estén exquisitas

Cigalas: El Tiempo Que Debes Tenerlas En La Plancha Para Que Salgan Exquisitas

La cocción de las cigalas a la plancha es muy común en navidad y en algunas celebraciones especiales. Para hacerlas a la plancha, los ejemplares que mejor se aprovechan son aquellos que son de tamaño mediano y que pesan entre 125 y 150 gramos. 

Por esta razón es algo costoso de preparar tomando en consideración que mientras más grandes sean las cigalas, más elevado será su precio. Aun así, hacerlas de este modo es un placer que te puedes dar.

Para la cocción a la plancha hay dos formas de preparación, en una de ellas puedes partir la cigala por la mitad y sazonar la carne con un poco de ajo, perejil y aceite. Coloca la cigala con la parte de la carne hacia abajo en una sartén a fuego alto y apenas déjala 20 segundos para que se selle. Luego voltéala y déjala 30 segundos más. La carne se tornará blanca y jugosa rápidamente.

Otra forma de cocción para las cigalas a la plancha, consiste en hacer un aderezo con aceite, ajo, vino blanco y perejil. Coloca cada cigala en la plancha bien caliente sobre su propio lomo y con las patas hacia arriba y pincela el aderezo sobre su vientre. Déjalas cocer por 1 minuto y voltéalas con las patas y vientre contra la plancha caliente. Déjala cocer por dos minutos más y ¡listo!

Las cigalas se sirven en caliente y así se disfruta aún más de su jugosidad y rico sabor.