José de la Mano celebra la venta del ‘otro’ Guernica por 300.000 euros

La galería José de la Mano ha celebrado la venta del ‘Guernica’ de Ibarrola por 300.000 euros al Museo de Bellas Artes de Bilbao en la 40 edición de ARCO, la feria de arte contemporáneo que se está celebrando esta semana en Ifema Madrid.

«Somos conscientes de que el cuadro vale más, pero en las negociaciones ha pesado muchísimo dónde iba. Somos conscientes de que es una pieza mucho más importante pero ponderando valor económico y ubicación, 100% se ha ponderado ubicación», ha asegurado en declaraciones el director de la galería madrileña, José de la Mano.

El galerista tiene «clarísimo» que este cuadro «va a ser un foco mediático» y que va a tener «un hueco en la historia del arte español y del arte vasco». «Indudablemente mejor ubicación que Bilbao no podía tener», ha celebrado.

En su opinión, se trata de una «pieza histórica desde el punto de vista de la historia del arte». «Aunque luego el mercado iba por otro lado, valorábamos y la publicación que hemos hecho para la presentación del cuadro es una presentación histórica. Nosotros más o menos sabíamos que iba a tener una repercusión pero tan gran de no», ha reconocido.

Asimismo, José de la Mano ha señalado que esta edición de ARCO, celebrada en fechas excepcionales por la pandemia, ha tenido lugar en un momento «tan complejo, con menos expositores, menos clientes porque los internacionales no pueden viajar». «Este cuadro pasarán diez, quince años, pero todo el mundo recordará que la primera vez que se presentó en sociedad aquí», ha dicho.

El ‘Guernica’ de Ibarrola, obra del maestro vasco que ha estado olvidada durante cuatro décadas y que mide diez metros por dos de altura y está compuesta por diez maneles, fue realizada en 1977 con la idea de reivindicar el traslado del Guernica de Picasso desde el MoMA a un futuro museo en la ciudad de Guernica, y se expuso en varias ocasiones, hasta quedar arrinconada en el estudio del artista.

«Esto era un cuadro totalmente olvidado, lo rescatamos para ARCO y cuando localizamos el cuadro en el taller de Agustín, la familia y la galería tenía clarísimo que tenía que ir a una institución pública», ha indicado José de la Mano.

En este punto, ha añadido que «es la bomba» que, en el contexto en el que se creó la obra, acabe en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. «La primera vez que este cuadro vio la luz fue en el año 77, cuando lo acababa de pintar en la sala gris, que era una especie de pequeña sala que tenía el Museo de Bellas Artes de Bilbao para artistas contemporáneos», ha recordado.

Al ser preguntado por las fechas excepcionales en las que se ha celebrado ARCO debido a la pandemia, el galerista ha respondido que entre que se hiciera la feria o no se hiciera «100% que se hiciera».

En este sentido, ha aplaudido que la organización de ARCO haya conseguido unas condiciones «excepcionales» para los galeristas: «Han sido todo facilidades, desde el punto de vista de dirección de Ifema nos han dado todas las facilidades».

«Sabíamos que iba a ser una feria compleja, pero sin embargo tengo la sensación de que han venido coleccionistas, instituciones, se están haciendo operaciones», ha comentado José de la Mano, quien ha resaltado que la pandemia le ha enseñado que coleccionistas y galeristas necesitan «el contacto físico con la obra» ya que, a su juicio, «la experiencia estética delante de la obra es absolutamente insustituible».