Castilla y León recomienda a Garzón ponerse las botas de trabajar en el campo

El consejero de Agricultura y Ganadería de Castilla y León, Jesús Julio Carnero, cree que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, con sus declaraciones sobre la carne, «quiere acabar con el medio rural» y «un desconocimiento, faltando a la verdad» al tiempo que le ha recomendado que se ponga alguna vez «las botas de ordeñar, de regar y trabajar en el campo»porque parece que sólo ha usado «zapatos de charol».

Así se ha pronunciado Carnero, sobre el posicionamiento del ministro Garzón a favor de reducir el consumo de productos cárnicos además de insistir en el «impacto ecológico de la ganadería extensiva».

Al respecto, el consejero de Agricultura y Ganadería le ha recordado a Garzón que los responsables públicos «no están para genera problemas sino para dar soluciones» al tiempo que ha explicado que en Castilla y León el sector ganadero es «fundamental» y está formado por más de 36.000 explotaciones que generan más de 70.000 empleos directos, al tiempo que le ha recordado al ministro que la carne «forma parte de la dieta mediterránea».

Asimismo, Carnero ha acusado a Alberto Garzón de «desconocimiento y de faltar a la verdad» sobre el impacto ecológico de este sector, porque el 90 por ciento del agua que consume «es agua verde, agua de lluvia» además de que ha desmentido que la ganadería contribuya un 14,5 por ciento a los gases de efecto invernadero, «no es cierto», porque se estima que la aportación es de un 7,8 por ciento, según datos del Ministerio de Transición Ecológica, que recoge que la aportación de l transporte es del 29 por ciento y el de la industria del 20 por ciento.

Pero además, Jesús Julio Carnero ha recordado que en la primera fase de la pandemia, cuando se declaró el Estado de Alarma, «el país se paralizó y disminuyeron los gases de efecto invernadero», eso si, «mientras el sector ganadero intensificó su producción».

«Es evidente que estos comunistas sólo han usado zapatos de charol y no conocer y nunca se han puesto las botas de regar, las botas de ordeñar, de trabajar en el campo. Merecería la pena que las usarán y se dieran cuenta de la realidad del campo, de la ganadería y la agricultura», ha conluido el consejero.