Expertos ven como «prioridad» que dejen el cigarrillo quienes rondan los 40 años

Expertos británicos y americanos en salud pública coinciden en que, si bien los jóvenes deben seguir siendo claves en términos de prevención del tabaquismo, la prioridad debe estar en lograr que abandonen el cigarrillo aquellos fumadores que rondan los 40 años, antes de que consoliden problemas de salud derivados de su hábito.

Así lo han puesto de manifiesto este viernes en el transcurso de una ponencia sobre políticas de salud pública en el Foro mundial de la nicotina 2021, que concentra a los defensores de las políticas de reducción de daño en la lucha contra el tabaquismo.

Celebrado este año en Liverpool (Reino Unido), la mayoría de expertos y consultores de salud pública han coincidido en apuntar al «humo» como principal problema del consumo de tabaco por el impacto «severo» que produce en la salud.

El que fuera asesor de primer ministro británico Tony Blair, Clive Bates, actualmente director de una consultoría de salud pública, consideró que los fumadores en torno a los 40 están en «la edad en la que van a sufrir problemas serios de salud derivados del humo del tabaco», por lo que cree que lograr que dejen el cigarrillo de combustión «debe ser el objetivo».

Bates mantuvo que la «combustión debería ser el foco de la discusión en materia de tabaco» y que ésta será una «batalla monumental incluso en Reino Unido», más favorable a las políticas de reducción de daño en el tabaco.

La consultora de salud pública Robyn Gougelet, que trabaja para PinneyAssociates y éstos en exclusiva en materia de tabaco para la compañía de cigarrillos electrónicos Juul, consideró que «los abusos son siempre un problema» pero cree que en general para los fumadores tradicionales la llegada de nuevos productos menos dañinos es «positivo».

Por ello, defendió que la salud pública debe «dificultar» por todos sus medios el acceso de los menores de edad a cualquier hábito de dependencia como es éste, pero consideró «claro» que la forma «más peligrosa de consumir nicotina es el cigarrillo convencional».

PRIMORDIAL, «REDUCIR LA COMBUSTIÓN TAN RÁPIDO COMO SEA POSIBLE»

Para la consultora, que respaldó la tesis de Bates, «reducir los combustión tan rápido como sea posible debe ser la prioridad» para las políticas públicas de tabaco. En el debate participó también la directiva de Juul, Jeannie Cameron, vicepresidenta de ‘International engagement’, quien puso el foco en el último documento propiciado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre tabaquismo que en su opinión considera «el humo como el problema».

En este sentido, Cameron sostuvo que en general la sociedad ha entendido que el humo en todas sus vertientes «hay que combatirlo»: el derivado del tabaco pero también el generado por el transporte o la industria.

El presidente de la Asociación americana de vapeo, Gregory Conley, dijo que lo que él quiere es solo que se de «información real» a los consumidores sobre el daño de unos y otros productos. «Para que la gente tome las decisiones correctas», dijo. Sobre esa base del daño que provocan, mantuvo, tal vez «no sea razonable» que los impuestos a todos los productos de tabaco sean iguales.

LA INDUSTRIA, «DESHONESTA» ANTES, AHORA ANTE SU TRANSFORMACIÓN

Durante la mañana otros consultores americanos de salud pública como Derek Yach o Cliff Douglas, director de la red de investigación sobre tabaco de la Universidad de Michigan, reconocieron que la industria parte ahora de la dificultad de haber sido «deshonesta en el pasado» sobre los daños producidos por los cigarrillos, pero valoraron positivamente el material científico generado por sus investigaciones recientes.

Yach recordó que la «nicotina no es benigna pero no es el responsable de los problemas de salud más graves» causados por el tabaquismo, mientras que Douglas consideró que el futuro de las tabaqueras es convertirse en una suerte de «empresas farmacéuticas distribuidoras de productos relacionados con la nicotina».