AIReF mejora el déficit en 2021-2023 previsto por el Gobierno

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) prevé reducciones del déficit público en 2021, 2022 y 2023 más intensas que las previstas por el Ejecutivo en la Actualización del Plan de Estabilidad remitido a Bruselas debido a factores inerciales de la recuperación, aunque estima que de cara a 2023 y 2024 se produciría una ralentización de la senda descendente.

Así, en 2021 la AIReF prevé un déficit del 7,8% respecto al 8,4% previsto por el Ejecutivo, mientras que en 2022 se situaría en el 4,6% respecto al 5% estimado, y en el 3,9% en el 2023 respecto al 4% recogido en el Programa de Estabilidad remitido a Bruselas.

No obstante, para 2024 el organismo estima una menor reducción del déficit de las administraciones públicas respecto a la previsión del Gobierno, que se situaría en el 3,5% del PIB, 3 décimas superior al dato recogido en la actualización del Programa de Estabilidad del Gobierno. Además, estima que ese año la deuda pública estará todavía en torno al 112,4% del PIB, cifra que ve como un «importante factor de vulnerabilidad» para la economía española.

Además, la AIReF ha señalado las diferencias en el reparto del déficit por subsectores, de manera que prevé un menor déficit para la Administración Central y mayor para los fondos de la Seguridad Social y las comunidades autónomas.

En cuanto a las comunidades autónomas, la AIReF prevé que el déficit se sitúe en el 0,4% en 2021, respecto al 0,7% estipulado por el Gobierno, para en los siguientes años incrementarse hasta el 1,7% en 2022 (frente al 0,6% del Ejecutivo), al 1,1% en 2021 (respecto al 0,4% estimado) y al 0,9% en 2024 (0,2% previsto).

UNA ESTRATEGIA FISCAL «INCOMPLETA»

La presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, ha presentado el Informe sobre la Actualización del Programa de Estabilidad (APE) 2021-2024, remitido por el Gobierno a Bruselas el pasado 30 de abril, donde concluye que la estrategia fiscal del Gobierno es «incompleta».

En este contexto, la AIReF recomienda una vez más, en línea con lo que hacen otros países del entorno, diseñar una estrategia fiscal a medio plazo «creíble y realista» que garantice la sostenibilidad de las finanzas públicas.

A su parecer, el plan de estabilidad supone un punto de partida, pero resulta insuficiente. Además, continúa sin tener el contenido suficiente para ser el instrumento principal de planificación presupuestaria a medio plazo de las administraciones públicas en los términos previstos tanto por la normativa europea como la nacional.

Por eso, la AIReF recomienda el Gobierno que complete la estrategia fiscal a medio plazo para alcanzar un nivel de déficit suficiente para reconducir la deuda hacia sendas más sostenibles que reduzcan la vulnerabilidad de la economía española.

Esto implica ampliar el horizonte temporal de la estrategia e integrar en ella las implicaciones macroeconómicas y fiscales de la implementación de las inversiones y reformas del Plan de Recuperación.

PIDE MAYOR CONCRECIÓN E INTEGRACIÓN DEL PLAN DE RECUPERACIÓN

La AIReF echa en falta una mayor integración del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en el Programa de Estabilidad, que no incorpora los efectos de las reformas sobre el crecimiento y la sostenibilidad de las administraciones públicas.

El organismo señala que el Plan de Estabilidad solo incorpora el impacto macroeconómico de las inversiones del Plan de Recuperación y el consiguiente impacto recaudatorio, pero no las reformas que todavía se encuentran pendientes de concreción legislativa y que afectan a ámbitos nucleares para el crecimiento y la sostenibilidad de las finanzas públicas (pensiones, el sistema tributario y el mercado de trabajo).

IMPACTO EN EL CRECIMIENTO DE LAS INVERSIONES DEL PLAN

No obstante, desde la Autoridad se estima que las inversiones y el gasto asociados al Plan de Recuperación podrían tener un impacto en el crecimiento del 1,5% en 2021, 2,5% en 2022 y 1,6% en 2023.

Aunque estas estimaciones son similares a las contempladas por el Gobierno, se encuentran sujetas a una «elevada incertidumbre». Por un lado, el ritmo de ejecución de los proyectos y su concreción final serán cruciales a la hora de determinar el impacto y, por otro, la evidencia empírica sobre el impacto macroeconómico asociado a alguno de los componentes del Plan es «escasa».

En este sentido, la AIReF ha señalado la falta la concreción legislativa de las reformas estructurales del mercado de trabajo, el sistema de pensiones y tributario, que resultan «cruciales» para determinar el eventual impacto del Plan sobre la productividad, el crecimiento a medio plazo y la sostenibilidad de las cuentas públicas.

Además, ha afeado que España, en comparación con otros países del entorno, no incorpore en sus planes a largo plazo el impacto de las medidas anunciadas en el Plan de Recuperación, así como su concreción.