El pleno de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) ha fijado para este miércoles la deliberación y fallo sobre el recurso de Juana Rivas contra la sentencia que la condena a cinco años de prisión por la supuesta sustracción de sus dos hijos menores, después de que en verano de 2017 llegara a pasar un mes en paradero desconocido con ellos incumpliendo las resoluciones judiciales que le obligaban a entregárselos al padre, al que acusa de malos tratos.
Será la primera vez que el Supremo se pronuncie de forma completa sobre la naturaleza jurídica del delito de sustracción de menores, a fin de unificar doctrina y después de la entrada en vigor del nuevo recurso de casación previsto en la Reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, ya que hasta ahora el recorrido procesal de este delito solía terminar en las Audiencias Provinciales. Al pleno de este miércoles irán, entre otros asuntos, el caso de Juana Rivas y otro procedente de la Audiencia de Madrid sobre una madre que resultó absuelta de este mismo delito, según han detallado fuentes del Alto Tribunal.
El abogado Carlos Aránguez, que representa a Juana Rivas en este proceso, ha confiado este martes en que el Supremo estime su recurso «al menos parcialmente» y se reduzca la pena de cinco años de prisión, que considera «desproporcionada», según ha señalado en declaraciones a los medios. Por su parte, el letrado Enrique Zambrano, que representa al padre de los menores, el italiano Francesco Arcuri, ha mostrado su confianza en que el Supremo siga la línea marcada tanto por el Juzgado de lo Penal 1 de Granada como por la Audiencia Provincial.
Rivas ha sido condenada a cinco años de prisión por dos delitos de sustracción de menores, después de que decidiera sacar a sus dos hijos de Italia –país en el que tienen fijada su residencia habitual– alegando ser víctima de malos tratos para llevarlos a España, donde en verano de 2017 llegó a pasar un mes en paradero desconocido con ellos incumpliendo las resoluciones judiciales que le obligaban a entregárselos al padre.
Esta madre de Maracena (Granada) ha defendido en su recurso ante el Supremo que actuó por una «causa justificada» como fue «proteger a sus hijos» y no para perjudicar al padre, incidiendo en la denuncia que presentó contra él en julio de 2016, tras abandonar Italia con los niños, por presunto maltrato y que luego fue archivada.
Su defensa alude a «la falta de coordinación entre la Justicia italiana y la española» y mantiene que «si no se ha acreditado una situación de maltrato continuado (…) no ha sido por la falta de diligencia de Juana Rivas, sino por el hecho de que las denuncias interpuestas por ella no han obtenido una respuesta judicial firme».
La defensa de Rivas ha pedido su libre absolución o que, en su defecto, se le rebaje la pena como autora de un único delito de sustracción de menores y no de dos, extremo que ha apoyado la Fiscalía del Supremo, lo que reduciría la pena de cárcel a la mitad.
La justicia italiana archivó en febrero de 2020 las ocho denuncias que Rivas había presentado por maltrato contra su expareja, el italiano Francesco Arcuri, aludiendo a la ausencia de pruebas y la «inconsistencia» del relato. El padre actualmente ostenta la custodia en exclusiva de los niños y Juana Rivas puede verlos en cumplimiento del régimen de visitas que fijó en su día un tribunal italiano.