La caída en emisiones de GEI en 2020 se debe a causas relativas a la pandemia

Las emisiones de gases de efecto invernadero registraron en España una caída «histórica» del 13,6% en 2020, debido en un 70% a las restricciones generadas por la pandemia de covid-19 y en un 30% a otras causas como la menor contribución de las centrales de carbón en la generación eléctrica, según las estimaciones del Observatorio de la Transición Energética y la Acción Climática (OTEA) del Basque Centre for Climate Change (BC3).

El BC3 ha presentado este lunes este Observatorio de la Transición Energética y la Acción Climática en un evento online, en cuyo acto de apertura han participado la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y el consejero vasco de Educación, Jokin Bildarratz, así como la directora del centro, María José Sanz.

El Observatorio se ha puesto en marcha con el objetivo de poner a disposición de la sociedad información fiable, actualizada y de fácil acceso para hacer un seguimiento más preciso de la transición energética en España. Es una iniciativa de BC3 cofinanciada por Iberdrola y el programa de ayudas a centros de excelencia María de Maeztu del Ministerio de Ciencia e Innovación, y además colabora con diferentes organizaciones, como AEMENER (Asociación Española de Mujeres de la Energía).

OTEA ofrece diferentes materiales divulgativos y una base de datos con 100 indicadores relativos a clima, energía, economía y sociedad, así como una sección de recursos con distintos estudios y un espacio para contenidos multimedia. Entre los estudios que se recogen, se encuentra el Informe Anual OTEA con los hitos principales de 2020, que ha presentado durante la jornada el investigador del BC3 y coordinador del Observatorio, Mikel González-Eguino.

Según ha explicado el investigador, en 2020 se ha producido una caída «histórica» en las emisiones de gases de efecto invernadero, en función de las estimaciones de OTEA, en un 13,6%, lo que supone una reducción que «no se habría producido ni siquiera en los peores casos de la crisis 2008-2009» y que tiene una relación «muy directa» con las restricciones que ha provocado la pandemia.

De hecho, el Observatorio realiza una estimación mes a mes, que refleja que la reducción más importante coincidió con el primer periodo de confinamiento estricto, entre abril (-31%) y mayo (-22%).

Esta caída sitúa las emisiones un 6% por debajo de los niveles de 1990, mientras que el Observatorio calcula que en un escenario sin covid habrían disminuido un 4% por la reducción del consumo de carbón.

OTEA estima que el 70% de la reducción está generada por el efecto de la pandemia, mientras que el 30% se debe a otras causas que «habrían ocurrido de cualquier modo», entre ellas el cierre de siete centrales de carbón, ha precisado González-Eguino.

Entre los hitos que destaca el estudio, se encuentra también el hecho de que España haya superado el objetivo de renovables comprometido con la UE para 2020 (del 20%), al alcanzar el 21,4%. El Observatorio calcula que, en un año sin pandemia, habría rondado el 19,5%.

Asimismo, 2020 ha sido el año con mayor incremento en la cuota interanual de energías renovables de toda la serie histórica, un 3%. El coordinador de OTEA ha explicado que, detrás, subyace «el fuerte aumento en la generación de renovables en el sector eléctrico», con una cuota del 44%. Entre los factores que han influido, se citan la entrada de 4 GW de potencia de eólica y solar y «la salida de carbón», unida a la caída de demanda eléctrica derivada de la pandemia.

La reducción de la demanda y la mayor participación de las energías renovables han propiciado una bajada «histórica» del precio de la electricidad. En concreto, para el consumidor doméstico el coste del kWh se redujo un 6,7% en comparación con el año anterior y para el no doméstico un 4,4%. El investigador ha augurado que, a medida que va aumentando la penetración de renovables en el sistema, los precios de la electricdad sigan teniendo una tendencia a la baja.

También se resalta en el estudio el aumento de la venta de vehículos eléctricos en un 27%, a pesar de la caída de matriculaciones de vehículos en general por la covid. En concreto, habrían alcanzado en 2020 las 37.000 unidades, incrementando el parque hasta los 125.000 vehículos.

Asimismo, refleja un «desplome» en el consumo de carburantes para la automoción y queroseno para la aviación por las restricciones a la movilidad, que se redujo un 17,5% y un 65% respectivamente, y también del transporte privado y público. En concreto, el número de usuarios del transporte público se redujo un 47%.

Por otro lado, el estudio refleja que el número de mujeres en plantilla de las empresas del sector energético supone un 28,5%, con un aumento del 23,8% en 2010, según datos de AEMENER relativos a 2018. Si embargo, las mujeres que desempeñan puestos de dirección es tan solo del 22%.

En materia de pobreza energética, se indica que «hay una ligera tendencia positiva» con una mejora en la mayor parte de los indicadores pero, en palabras de González-Eguino, «no para estar contentos» porque aún, según el índice de pobreza energética escondida (HEP), afecta a un 11% de hogares. Esta afección se da sobre todo en hogares cuya referencia es una mujer, monomarentales o viudas.

En el área de Acción Climática, en el quinto aniversario del Acuerdo de París, el estudio destaca que los nuevos planes climáticos enviados por los distintos países a Naciones Unidas para dar cumplimiento al Acuerdo «son del todo insuficientes».

Con los actuales objetivos se lograría en conjunto una reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero del 1% para 2030 en comparación con los niveles de 2010, mientras que según el IPPC deberían reducirse un 45% para conseguir limitar el aumento de temperatura media mundial 1,5 grados, advierte. «Da la sensación de que no estamos avanzando al ritmo necesario para el reto que tenemos entre manos», ha señalado Mikel González-Eguino.

En este marco, el investigador ha señalado que en 2020 se ha producido «un progreso muy notable» en algunos indicadores pero ha alertado de que «hay que tomarlo con mucha cautela porque detrás está la caída en el consumo energético y, especialmente, carburantes» asociada a la pandemia.

Por ello, ha instado a estar «muy atentos» cuando se recupere «cierta normalidad». En la misma línea, ha remarcado que los fondos europeos dan la oportunidad de que este posible «rebote» en emisiones y otros indicadores pueda ser «modulado» si se usan de forma «adecuada».

APUESTA POR LA CIENCIA

Por su parte, el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, ha valorado la contribución del BC3 a la «investigación de excelencia» sobre el cambio climático y ha reiterado «la apuesta por ciencia» como una de las «líneas estratégicas» del Gobierno Vasco.

En este sentido, ha destacado que Euskadi destina 1.474 millones a I+D, un 4,4% más respecto al año anterior, lo que sitúa como la comunidad autónoma que más invierte en estas actividades en relación a su PIB (el 1,97%).

También ha recordado que el nuevo plan de Ciencia y Tecnología e Innovación 2030 persigue colocar a Euskadi «entre las regiones más avanzadas en innovación, con un elevado nivel de vida y calidad de empleo». Para ello, se seguirá aumentando anualmente los presupuestos para apoyo a la investigación, desarrollo e innovación en un 6%.

La jornada se ha cerrado con un debate sobre las claves de la transición energética en un futuro postcovid con los expertos Asunción Ruiz (SEO/BirdLife), Cristina Rivero (CEOE), Joaquín Nieto (OIT) y Pedro Linares (Universidad de Comillas), moderado por Cristina Monge (Universidad de Zaragoza).