El 96% de las muertes súbitas asociadas al deporte ocurren deportistas en no profesionales

El 96 por ciento de las muertes súbitas asociadas al deporte ocurren en deportistas recreativos, según ha puesto de manifiesto un estudio publicado en la ‘Revista Española de Cardiología’ (REC), y en la que se recogió un total de 288 casos de muerte súbita asociada al deporte, lo que supone una incidencia de 0,38 casos por cada 100.000 habitantes al año.

La causa más frecuente de esas muertes (un 63%) es la cardiopatía isquémica, es decir, infartos de miocardio o anginas de pecho. Afecta de forma notablemente más alta a hombres que a mujeres y, en concreto, tienen más riesgo de sufrirla aquellos que practican fútbol menores de 35 años, y ciclismo y carrera a pie a partir de los 39 años.

Asimismo, las proyecciones apuntan que el número anual de casos de muerte súbita asociada a la práctica deportiva sería de unos 167 casos. «Aunque la muerte súbita asociada a la actividad deportiva en España tiene una incidencia muy baja, es un acontecimiento dramático con importantes implicaciones en el ámbito clínico y social. Nuestro objetivo fue no solo determinar la incidencia de este fenómeno, sino también las causas de la muerte, el tipo de deporte implicado, las características clínicas de los afectados y los resultados toxicológicos», ha detallado uno de los autores del estudio, Joaquín Lucena.

En concreto, el 99 por ciento de los casos de muerte súbita asociada al deporte fue de origen cardiovascular. La cardiopatía isquémica, con un 63%, fue la afección predominante. El segundo grupo fue el de las enfermedades del miocardio (21%), entre las que destacan la miocardiopatía hipertrófica ventricular izquierda y la miocarditis. El síndrome de muerte súbita arrítmica supuso solo el 6% del total.

«Por grupos de edad, a partir de los 40 años, la cardiopatía isquémica se dispara como causa de la muerte con tasas de hasta el 80 por ciento, mientras que en jóvenes de entre 20 y 34 años, las enfermedades del miocardio fueron las más prevalentes (un 38%), aunque destaca también en este grupo la cardiopatía isquémica, próxima al 30 por ciento», ha detallado el investigador.

Entre los que practicaban ciclismo y carrera, la cardiopatía isquémica fue la causa de la muerte en el 74 y el 60 por ciento de los casos respectivamente. En el fútbol, la cardiopatía isquémica también es la primera causa de muerte (43%), aunque seguida más de cerca por las enfermedades del miocardio (37%).

Respecto a los datos clínicos de los afectados, el 42 por ciento presentaba algún factor de riesgo cardiovascular (obesidad, hipertensión arterial, dislipemia, tabaquismo y diabetes mellitus), cifra que ascendía hasta el 62 por ciento en los mayores de 54 años.

Los factores de riesgo fueron más frecuentes en el ciclismo que en la carrera y el fútbol. En concreto, un 38 por ciento de los que practicaban ese deporte, frente al 17 por ciento de los corredores y el 14 por ciento de los que jugaban al fútbol. También destaca que el índice de masa corporal fue más alto entre los que practicaban ciclismo.

«Respecto al tipo de actividad deportiva, nuestro estudio pone de manifiesto que el ciclismo y la carrera a pie a partir de los 39 años tienen mayor riesgo de muerte súbita asociada al deporte, mientras que los que practican gimnasia y natación tienen menor riesgo», ha detallado Lucena.

Por otro lado, los menores de 35 años que practican fútbol tiene más riesgo que con otros deportes a esa misma edad. «Estos resultados pueden estar relacionados con el alto componente dinámico del ciclismo y el fútbol y con el alto componente estático del primero. Otros factores que podrían justificar el mayor riesgo entre los ciclistas son su mayor edad, con mayor prevalencia de cardiopatía isquémica, y la obesidad», ha reflexionado.

IMPLICACIONES A NIVEL DE PREVENCIÓN

Por otro lado, el estudio pone de manifiesto que la frecuencia de muerte súbita asociada a la práctica deportiva es notablemente más alta en varones que en mujeres (0,76 casos por 100.000 habitantes en hombre frente a 0,01 casos en mujeres). Además, es secundaria a una enfermedad cardiovascular silente.

Asimismo, la investigación ha puesto de manifiesto que en el 10 por ciento de los casos la enfermedad que causó la muerte súbita durante la práctica deportiva se conocía en vida, en otro 13 por ciento de los casos había síntomas cardiovasculares (principalmente palpitaciones/arritmia y síncope) y en un 20 por ciento, antecedentes familiares.

Con todos estos datos y teniendo en cuenta la alta prevalencia de factores de riesgo, los resultados de este estudio tienen trascendencia para desarrollar medidas de cribado o prevención de la muerte súbita asociada al deporte.

«El conocimiento de la incidencia y las causas de este dramático acontecimiento, así como su distribución por sexo y edad son elementos imprescindibles para optimizar estrategias de prevención y la elección de las pruebas de cribado previas a la participación en estas actividades deportivas», ha zanjado Lucena.