Qué es ser anarquista

Ser anarquista parte de la filosofía del anarquismo. Esto se refiere a todas aquellas personas que piensan que los seres humanos pueden comportarse de una forma razonable, coherente, sin tener que ser obligado a ello.

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Las creencias anarquista giran en torno a la premisa de que los seres humanos son en circunstancias normales, razonables y decentes como les permitan ser. Y por ende, pueden organizar sus comunidades sin necesidad de que les indiquen cómo ni bajo ninguna ley.

Sin embargo, el anarquista tiene muchos puntos cuestionables. Pues este pensamiento parte del anarquismo, que es un sistema filosófico y una teoría política que corresponde a la ausencia del gobierno. Un punto de vista que para muchos es equivocado y sin sentido común, debido a que es intolerable a las leyes.

La palabra anarquismo es de origen griego “ánarkhos”, que significa sin gobierno o sin poder.

El anarquismo surge en el siglo XIX como propuesta del filósofo y político inglés William Godwin (1756-1836) de un nuevo sistema político y económico distinto del capitalismo.

De acuerdo a las premisas de Godwin, el anarquista podría vivir sin leyes y sin las restricciones de un gobierno. Gracias a ello podría lograr su equilibrio por medio de la libertad de los individuos, lo que suponía el estado de la sociedad ideal.

Muchos consideran que el anarquista parte del desorden y el libertinaje, pero su punto de partida es ‘tener coraje’ para tomar los principios simples de la decencia común por los cuales nos guiamos y seguirlos hasta sus conclusiones lógicas.

Anarquista un pensamiento ¿distante de la realidad?

Anarquista Un Pensamiento ¿Distante De La Realidad?

Muchos son los que cuestionan el pensamiento del anarquista debido a que este propone principios basados en el fin de la propiedad privada y de la división de las clases sociales.

También habla de un fin del Estado y de las instituciones en general, lo que suponía la ausencia de autoritarismo, opresión y dominación. Mientras que el orden se apoyaba de la comunidad y del ser humano razonante.

El anarquista apoya la creación de las instituciones por el libre acuerdo y asociación de los ciudadanos. Y a su vez da el visto bueno a la educación para desarrollar capacidades en el hombre que le permitan razonar por él mismo y así poder ser libre.

Aquellos que parten del pensar anarquista, rechazan el poder estatal y consideran que la convivencia entre seres humanos es determinada por la voluntad y razón de cada uno.

En esta ideología, el hombre es bueno por naturaleza pero la sociedad y el Estado lo destruyen, impidiéndole alcanzar su felicidad y objetivos.

Dentro del anarquismo existen diferentes corrientes, como el colectivismo de raigambre bakunista, y el anarcocomunismo de filiación kropotkiana. Todas se oponía a los sindicatos de clases operarias.

Por muchas razones y criterios el término anarquista adquirió una connotación negativa y equivocada. Por lo general asociada al desorden o ausencia de reglas, o utilizada como sinónimo de caos. Pero sus seguidores aseguran que no se trata de un caos, que es más allá de creer que el hombre puede organizarse sin un Estado que dicte ordenes.

Los anarquistas no temen el desorden, pues confían en la fertilidad que conlleva y la rica armonía en que desemboca la razón.

Por esa misma razón, su objetivo es una sociedad abierta. Un estado de mutación permanente por la viva interacción entre el individuo y la sociedad, sin autoridad ni gobierno.

Características del anarquismo

Características Del Anarquismo

El anarquismo se caracteriza esencialmente por los siguientes aspectos:

El pensamiento anarquista cree en la libertad y autonomía de los individuos, y, en consecuencia en la creación de comunas de trabajadores que se gobiernen mediante asambleas federadas voluntariamente.

Asimismo, está a favor de la supresión del Estado, los partidos políticos y de todo tipo de poder opresor.

También se opone a la propiedad privada, en vista de que es la causa de las desigualdades sociales.

Además, otorga importancia a la educación y el conocimiento para que el hombre llegue a ser libre y no viva subordinado a otro.

Dichas características lo hacen incluso parecer al sistema socialista, pero son completamente diferentes. Ambos sistemas se asemejan en el rechazo al capitalismo y la búsqueda por lograr una sociedad más justa e igualitaria.

El anarquista se diferencia del socialismo en que es contrario al Estado. El principal objetivo es destruirlo porque no cree en los partidos políticos ni en ningún poder político y su única creencia es en el individuo y en su educación.

Mientras que el socialismo apoya la existencia de un Estado gobernado por el proletariado para que dirija el sistema económico, social y político de los países.

Asimismo, el socialista es fiel creyente en las propiedades colectivas, en la unidad de los trabajadores y en su participación por medio de los partidos políticos como medio revolucionario.