El precio de la vivienda se estanca en 2020, pero cae un 0,9%

El precio de la vivienda alcanzó a cierre de 2020 el mismo nivel que en diciembre del año anterior, tras la tendencia a la baja registrada entre septiembre y noviembre, pero registró un descenso del 0,9% en tasa mensual, según se desprende de la última estadística de Tinsa IMIE General y Grandes Mercados correspondiente a la vivienda nueva y usada del mes de diciembre.

Desde marzo, la caída del precio de la vivienda es del 2,1%. El director del servicio de Estudios de Tinsa, Rafael Gil, ha explicado que las cifras de finales de año muestran «cierta estabilización» de la tendencia descendente, «acercándose en el caso del índice general y de capitales y grandes ciudades a niveles de verano, tras el ajuste adicional de otoño».

En el mes de diciembre el Tinsa IMIE General y Grandes Mercados se situó en 1.511 puntos, la misma referencia que se registró en el mes de diciembre de un año antes. No obstante, según Gil, el incremento interanual medio de los doce meses de 2020 es del 0,9%.

Esta estabilización registrada en diciembre permitió que todas las zonas, excepto las áreas metropolitanas, finalizasen el año con precios iguales o «ligeramente superiores» a los registrados un año antes.

La caída interanual en las áreas metropolitanas fue del 2,8%. El incremento en las capitales y grandes ciudades y la costa mediterránea fue del 0,2% y del 0,1%, respectivamente. Por su parte, destacaron las subidas de las islas (+2,3%) y del resto de municipios (+1,1%).

Desde el inicio de la crisis sanitaria, las islas y la costa mediterránea son los grupos analizados donde más se ha depreciado la vivienda, con caída superiores al 6% desde marzo. También las áreas metropolitanas reflejaron un ajuste del 3,9%.

Por su parte, los mercados que muestran menores diferencias respecto al momento del inicio de la crisis sanitaria son las capitales y grandes ciudades (-0,6% desde marzo) y el resto de municipios, que se mantiene en las mismas cifras de marzo.

El precio medio en España es un 15,3% superior al mínimo de 2015 y acumula un descenso del 33,8% respecto a los máximos alcanzados en 2007.