Cómo hacer una bechamel light de calabacín (y que no se note)

Últimamente todo el mundo quiere estar en forma y comer de manera saludable, y es muy común buscar alternativas a preparaciones tradicionales pero que sean más sanas y contengan muchas menos calorías que las elaboraciones originales. Este es el caso de una bechamel light que podamos usar para lasañas, canelones, croquetas o para gratinar otros alimentos. Vamos a enseñaros a hacer una de calabacín paso a paso que no lleva harina en sus ingredientes. Esta es sustituida por estas verduras que, a priorino creerías que sirvieran para hacer una de dieta pero te aseguramos que el sabor es exquisito.

Para conseguir que la textura de esta receta de calabacín light se asemeje lo máximo posible a la salsa tradicional, tendrás que tener en cuenta algunos trucos. Por ejemplo, puedes añadir un puñado de arroz, así el almidón de los granos ayudará a que espese rápidamente y tenga una consistencia similar. Aunque también serviría si añadiéramos patata o maicena, pero como queremos hacer una salsa light con pocas calorías, es mejor no incluir ninguna fécula almidonada. En el caso de que prefiráis esta receta sin leche, te aconsejamos utilizar una leche vegetal, agua o incluso, un caldo de verduras. Esperamos que la pruebes y veas lo deliciosa que está.

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Ingredientes para la bechamel de calabacín light

Calabacín

En primer lugar, para este tipo de receta vas a tener en cuenta que no necesitarás ingredientes muy complicados de encontrar así que no te preocupes por eso. Comienza con dos calabacines medianos, una cebolla y 250 mililitros de leche desnatada o vegetal.

Por otro lado, tendrás que utilizar una cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra, media cucharada sopera de arroz aunque es opcional. También necesitarás una pizca de nuez moscada, una pizca de sal, una pizca de pimienta negra y, si quieres, un diente de ajo.

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Preparación

Cebolla

Para preparar esta bechamel de calabacín light, empezaremos pelando y picando la cebolla y el diente de ajo (si es que hemos elegido ponerlo) mientras se calienta la cucharada de aceite en un sartén. Una vez caliente, pochamos las verduras a fuego medio-alto.

Mientras tanto, pelamos los calabacines y los cortamos en dados pequeños, así la bechamel de dieta tardará muchos menos en hacerse (cuanto más grandes sean los trozos más tardarán en cocerse). Si quieres que la bechamel de calabacín tenga un color más parecido a la salsa original es mejor que les quites la piel. Si lo prefieres, puedes dejar los calabacines con piel pero ten en cuenta que te quedará una bechamel light con un color más verdoso y trocitos verdes de la piel visibles.

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Sigue preparando la bechamel

Cómo Hacer Una Bechamel Light De Calabacín (Y Que No Se Note)

Cuando la cebolla empiece a estar dorada, agregamos lo dados de calabacín a la sartén, removemos y dejamos pochar durante unos 5 minutos. A continuación, añadimos la leche desnatada, una pizca de sal, nuez moscada y pimienta negra molida y el arroz. Entonces removemos todo bien, tapamos la sartén y dejamos que se cocine todo durante unos 20 minutos aproximadamente a fuego bajo.

Este último ingrediente es opcional pero la textura de la bechamel de calabacín paso a paso es mucho más parecida a la salsa tradicional si lo agregamos. Si prefieres una bechamel de calabacín vegana, utiliza leche vegetal en su preparación. Una vez pasado ese tiempo, comprobamos que las verduras están bien cocidas, lo pasamos todo a un vaso de batidora o a un recipiente hondo y trituramos la bechamel de calabacín para croquetas en este caso, ya que el toque del arroz hace que nos quede mucho más espesa.

Si veis que no la queréis tan espesa podéis aclarar la bechamel de calabacín light añadiendo un poco más de leche o incluso agua. Una vez tiene la consistencia deseada, rectificamos de sabor y listo.

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¿Por qué light?

Cómo Hacer Una Bechamel Light De Calabacín (Y Que No Se Note)

Siempre pasa, se acaban las fiestas y todos nos ponemos como locos a bajar de peso, llega junio y nos acordamos de que hay que ponerse en nada el bañador. Somos así de ciclotímicos, o nos lo comemos todo o no queremos comernos nada. Como se trata sobre comer sano pero sin privarse de nada, esta salsa representa una buena alternativa a la bechamel tradicional si queremos evitar harina o grasas en nuestra dieta. La podemos utilizar para acompañar verduras como coliflor, brócoli, puerros, para lasagnas, canelones, macarrones y todo lo que nos apetezca.

Sin embargo, hay que mantener una dieta saludable, hay que comer bien y hay que buscar opciones para esas cosas que nos encantan pero nos engordan. Sobre todo hay que hacer más ejercicio que es algo que no todos hacemos con la frecuencia necesaria. Nada de coche, mejor caminar o usar la bicicleta. Tampoco nada de ascensor, a subir las escaleras. Nada de bechamel con harina de trigo, para eso tenemos la bechamel de dieta. Esta bechamel de dieta lleva pocos ingredientes como ves, aceite de oliva, un poco de cebolla, leche semi o desnatada y el ingrediente principal, los calabacines que deben ir pelados y se puede congelar. 

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