Las empanadillas resultan ser una excelente propuesta para un desayuno rico y diferente. Con una delgada masa de harina de trigo, puedes incluso preparar unas mini para compartir durante una reunión. El sabor y textura de la masa con la que son preparadas le otorga una estupenda versatilidad y puedes rellenarla con lo que más te guste.
Te voy a presentar la receta para la mejor masa, para que puedas prepararla en casa, rellenarla con lo que desees y disfrutarlas un montón.
El rico sabor a tradición de las empanadillas fritas
Las empanadillas se originaron cuando en lugar de preparar panes rellenos para colocar en las viandas, los viajeros y pastores comenzaron a preparar la masa del pan y a rellenarla de una vez para sus largas travesías.
En España se consume con tradición en forma de empanada gallega, mientras que en países de América Latina, principalmente en Chile, Bolivia y Argentina, se prepara la masa en forma de empanadilla y generalmente se fríen u hornean. Todas elaboradas con harina de trigo, mientras que en Venezuela, la costumbre es prepararla con harina de maíz pre cocida. Hoy te contaré todo sobre cómo hacer perfecta la masa tradicional que se consume en Buenos Aires, Chile, Uruguay, Puerto Rico y Panamá.

Los mejores ingredientes para hacer la mejor masa

La masa de las empanadillas lleva en realidad pocos y económicos ingredientes que de seguro tienes en casa.
Harina de trigo, mantequilla, polvo de hornear y leche, se mezclan entre sí de forma armónica hasta transformarse en una suave y manejable masa que se puede rellenar de diversos ingredientes. Al ser pocos ingredientes, estos deben ser de buena calidad para garantizar el mejor sabor.
La harina de trigo más recomendada para hacer la masa de las empanadillas

Existen diferentes tipos de harina de trigo y cada una de ellas es utilizada en la elaboración de las más variadas recetas. No es lo mismo una harina enriquecida con polvos leudantes añadidos para hacer un esponjoso bizcocho de leche condensada, que una de trigo con alto contenido de gluten para hacer un exquisito pan.
En el caso de las empanadillas, la harina de trigo más recomendada es la segunda, ya que se requiere que tenga una consistencia más firme y que no esponje en exceso durante la cocción.
La mantequilla: el componente graso que también da un sabor supremo a la masa

La mantequilla es añadida a la masa para dar una consistencia suave y seductora. Además, al ser añadida, la mantequilla impregna también con su aroma suave y sabor delicioso. Antes de añadirla verifica que se encuentre en buen estado, pues una mantequilla de sabor rancio dañará completamente el gusto de las empanadillas.
Si eres de los que ama hacer todo en casa, aprovecha de preparar también la mantequilla de forma casera, utiliza la cantidad necesaria para la preparación de esta masa y el resto disfrútalo como prefieras, acompañando una rebanada de pan o para hacer una cremosa bechamel.
La leche: un ingrediente que puedes sustituir si eres intolerante o vegano

Otro ingrediente que vas a necesitar es la leche. Utilizándola en la preparación de la masa, la leche añade un toque de sabor bastante suave ya agradable al paladar, al tiempo que reacciona de forma maravillosa con una pequeña cantidad de polvo de hornear que debe añadirse.
En caso de que no consumas leche por alguna razón de salud o porque llevas una dieta vegana, puedes sustituirla sin ningún problema por agua. Quizás el sabor no quedará exactamente igual, pero con un rico relleno, las empanadillas te quedarán fantásticas.
Proporciones exactas de ingredientes que necesitarás

Habiendo conocido los tres principales ingredientes que constituyen esta masa, pasemos a las proporciones de los mismos y también a mencionar cuáles son los otros que aún añadidos en pequeña cantidad, resultan necesarios para lograr hacer la mejor masa de empanadillas.
Las proporciones exactas que necesitarás son: 420 gramos o 3 tazas de harina de trigo con una pizca de sal añadida, 80 gramos de mantequilla, 1 cucharadita de polvo de hornear y 1 vaso de leche caliente, que tal como te comentaba, puedes reemplazar libremente por agua.
Así se prepara la masa para las empanadillas

Una vez que tengas los ingredientes a la mano y cuando hayas calentado la leche o el agua y tengas la mantequilla a temperatura ambiente, los pasos a seguir para hacer la masa son sumamente sencillos.
En un bol amplio que te permita integrar los ingredientes y amasar con comodidad, mezcla la harina con una pizca de sal y el polvo de hornear. Cuando tengas mezclados estos tres ingredientes secos, procede a añadir la mantequilla a temperatura ambiente e intégrala aplastándola muy bien. Vierte la leche caliente y amasa hasta que formes una masa suave.
Cómo darle forma a la masa de las empanadillas

A diferencia de una masa para panes o bollos, esta masa de empanadillas no requiere de reposo; pues, tal como te había comentado, no es necesario que leve o que tome mucho aire.
Para darle forma el proceso es muy sencillo: Espolvorea un poco de harina sobre un mesón y coloca la masa. Con la ayuda de un rodillo, estira la masa hasta lograr un grosor adecuado. Una vez estirada, corta círculos del tamaño que prefieras; lo más tradicional es hacerlo de unos 10 cm; no obstante, puedes hacer unas mini que quedarán fantásticas.
Una vez lista la masa, rellena con lo que prefieras

Cuando tengas la masa lista y cortada en círculos, procede a colocar el relleno de tu elección justo en medio del círculo y dobla la masa para formar una especie de media luna. Para que se peguen perfectamente, moja tus dedos y pásalos por la masa antes de sellarla y presiona con un tenedor o tus dedos.
Los rellenos tal como te venía comentando hace algunas líneas, puedes prepararlos con lo que desees. Un sencillo queso rallado, vegetales salteados, champiñones, carne, pollo o un rico atún. Todos quedan divinos y te encantarán.
Cómo se cocinan las empanadillas

Una vez rellenas las empanadillas, estarás a solo minutos de comerlas y disfrutar del divino sabor de esta masa que te acabo de explicar.
Coloca en una sartén una cantidad generosa de aceite de oliva suave o de girasol. Si lo prefieres, también puedes usar aceite de oliva virgen extra. Cuando el aceite esté caliente sumerge las empanadillas y voltéalas cuando los bordes luzcan doraditos. Retíralas cuando ambos lados estén iguales y disfrútalas