Durante el invierno, con las bajas temperaturas habituales y las sucesivas olas de frío y temporales, es normal experimentar frío con cierta frecuencia. Por suerte podemos combatir esa sensación utilizando ropa más gruesa, prendas térmicas, tomando cosas calientes, usando sacos de semillas y encendiendo la calefacción.
Sin embargo, hay algunas personas que no consiguen recuperar el calor corporal por mucho que se abriguen. Es cierto que cada persona tiene una sensibilidad diferente al frío, por eso hay personas más frioleras que otras. Pero si se da el caso de que siempre tenemos frío, podría ser el síntoma de que algo no va bien en nuestro cuerpo. Si esto te pasa a ti, no lo ignores y consulta con tu médico para comprobar si va todo bien. A continuación enumeramos algunas de las causas y enfermedades que puede hacer que una persona tenga frío constantemente.
ANEMIA

La anemia ocurre cuando el cuerpo no es capaz de producir suficientes glóbulos rojos. Los glóbulos rojos son unas células esenciales que se encargan de transportar el oxígeno y distribuirlo por todo el cuerpo. Puede estar provocada por causas muy diversas y uno de los síntomas que se pueden experimentar es la sensación de cuerpo destemplado. Hay varios tipos de anemia, siendo la más común la que aparece por falta de hierro. Generalmente, el tratamiento es sencillo, pero es importante consultar con el médico para que prescriba el suplemento más adecuado para subir los niveles de hierro.
PROBLEMAS DE CIRCULACIÓN

Tener una mala circulación sanguínea también puede provocar el enfriamiento del cuerpo. Esto ocurre porque cuando hay problemas circulatorios, el flujo sanguíneo no puede llegar bien hasta las extremidades, por lo que en estas personas es común tener estas partes más frías, especialmente las manos y los pies, que pueden presentar un aspecto azulado. Puede haber muchas causas detrás de esta cocción, desde el sedentarismo, hasta el sobrepeso o picos de estrés. El ejercicio físico es siempre una buena forma de estimular la circulación y de subir la temperatura corporal de forma rápida.
FRÍO POR DIABETES

Las personas con diabetes suelen desarrollar problemas circulatorios, de ahí a que tengan una sensación constante de frío. Otros síntomas de la diabetes son necesidad frecuente de orinar, visión borrosa, fatiga o heridas que se curan más despacio de lo habitual. Es una enfermedad que se debe diagnosticar cuanto antes para poder recibir el tratamiento adecuando antes de que pueda ocasionar daños nerviosos serios.
HIPOTIROIDISMO

El hipotiroidismo ocurre cuando disminuye la actividad de la tiroides. Esto provoca que el metabolismo se ralentice porque no puede producir suficiente hormona tiroides. Esto es precisamente lo que hace que el cuerpo tenga menos calor corporal en general. Las personas con esta enfermedad suelen tener siempre frío porque su temperatura es más baja de lo normal. Otros síntomas que deben hacernos sospechar son aumento de peso, caída del cabello o dolor corporal. El tratamiento consiste en un reemplazo hormonal para proporcionar al cuerpo lo que necesita para funcionar bien.
FRÍO POR DESHIDRATACIÓN

Cuando el cuerpo no cuenta con la cantidad de líquido suficiente para que las células y los órganos funcionen correctamente, es normal sentir más frío. El cuerpo es un 60% agua y una de sus funciones es la de conservar el calor corporal. Hay personas que tienden a hidratarse menos durante el invierno; sin embargo, la importancia de ingerir líquidos se mantiene durante cualquier estación del año. Las infusiones y las sopas calientes son una buena forma de cubrir las recomendaciones diarias de forma más agradable cuando hace frío.
POCA GRASA CORPORAL

Las personas muy delgadas tienen una menor protección contra el frío, así que es normal que se sientan más destempladas de lo normal y les cueste más entrar en calor. La grasa actúa como aislante, pero si no se cuenta con las reservas suficientes, la temperatura corporal suele ser más baja en comparación con una persona con unos niveles de grasa superiores. Cuando es difícil, por constitución, aumentar el nivel de grasa de forma saludable, se puede incrementar el índice de masa corporal practicando ejercicios, especialmente de fuerza.
FALTA DE SUEÑO

Los problemas de sueño repercuten en la salud de formas muy variadas. Una de las sensaciones más habituales después de una noche de insomnio es el frío. No se sabe muy bien el motivo, pero se cree que podría tener que ver con la función del hipotálamo que regula el metabolismo. La falta de sueño, por lo tanto, puede hacer que el metabolismo funcione más lentamente, consumiendo calorías a un ritmo menor, y provocando, como resultado, una bajada de la temperatura del cuerpo. Existen distintos trucos para dormir bien, pero si la situación se prolonga, es conveniente consultar con un médico.