El pollo al curry es un plato típico de la India, y el plato original solo se prepara con carne de pollo, cordero y de cabra. Gracias a su delicioso sabor, la preparación de este platillo se ha extendido por todo el mundo, y, de hecho, es un plato muy solicitado y preparado en Europa.
La base de la preparación del pollo al curry, gira en torno de una base de leche de coco, pollo y el curry, y generalmente, por tratarse de un plato de sabor fuerte, se acompaña de algún ingrediente neutro como la pasta o el arroz.
¿Cuáles son los ingredientes para preparar un pollo al curry?

Los ingredientes para preparar esté delicioso plato de la comida hindú, la cual es muy popular por su sabor irresistible, son: 2 pechugas de pollo, 2 cucharadas de curry, 1 cebolla, 3 dientes de ajo, 400 ml. de nata, pimienta negra, aceite de oliva y sal.
Para esta receta como acompañante neutro, vas a necesitar: 200 gramos de arroz; sin embargo, también puedes usar pasta o complementar además con una rica ensalada como acompañante de este delicioso pollo al curry.
Prepara las pechugas del pollo

Antes de dar inicio a esta receta debes preparar los ingredientes, esto evita que cometas errores durante la preparación. Comienza por retirar los pequeños huesos y cartílagos que puedan tener las pechugas de pollo.
Corta el pollo en cubos que no sean demasiado grandes. Estos deben tener un diámetro aproximado de unos 3 cm o el del tamaño de un bocado. Una vez que tengas los cubos listos, salpimienta el pollo y reserva.
Prepara el sofrito para el pollo al curry

Coloca una sartén a fuego medio y añade un poco de aceite. Mientras el aceite se calienta, lava y corta la cebolla finamente; cuando esté caliente, agrega la cebolla en la sartén y coloca la llama a fuego bajo.
Deja que la cebolla se cocine por unos minutos, hasta que se comience a transparentar, y mientras se cocina remueve constantemente para evitar que se pegue y se queme. En un rico pollo al curry, la cebolla debe quedar con un sabor rico y dulzón, nunca quemada.
Sella la carne del pollo

En una sartén aparte, añade un chorro de aceite y llévala al fuego. Cuando el aceite se caliente, agrega el pollo troceado en cubos para sellarlo. Debes voltearlo para que se sellen las caras por ambos lados.
Una vez que tengas el pollo sellado por todas partes, retíralo del fuego; el pollo debe quedar dorado por fuera y jugoso por dentro, no importa que no esté bien cocido, ya que se terminará de cocer más adelante, cuando hagas el pollo al curry.
Mezcla el pollo con el sofrito

Una vez que tengas el pollo completamente sellado y la cebolla pochándose, vierte el pollo en la sartén de la cebolla y mezcla para integrar; de esta manera el pollo absorberá el sabor de la cebolla. Continúa mezclando al tiempo que se termina de cocinar el pollo por dentro.
Recuerda que debes esperar que la cebolla esté de un color transparente, amarillento, casi dorado para que le comiences a agregar el resto de los ingredientes.
El ingrediente secreto para que el pollo al curry te quede irresistible

La receta de pollo al curry original está hecha a base de leche de coco; sin embargo, para darle un toque de cremosidad y mucho sabor a esta deliciosa receta, se cambia la leche de coco por nata de cocinar.
La nata tiene un sabor diferente a la leche de coco, le aporta un poco más de grasa animal y le da una textura más cremosa; además, el sabor es un poco menos marcado que el de la leche de coco, lo cual le hace resaltar el sabor al curry. Añade 400 ml de nata al pollo con las cebollas pochadas y sazona con un poco de pimienta negra molida.
Agrega el curry al pollo

Una vez que tengas el pollo con las cebollas y la nata, agrega dos cucharadas del curry de tu preferencia para darle ese toque especial al pollo. Deja que se cocine a fuego medio y remueve constantemente.
Recuerda que existen diversos tipos de curry, así que utiliza el que más te gusta para darle el característico sabor. Además, agrega pimienta negra recién molida y deja que se reduzca la salsa y se espese, luego retira del fuego.
¿Qué es el curry?

Definir la palabra curry puede resultar algo complicado, ya que su significado puede variar según la región del planeta en la que te encuentres, puesto que en la India, el término curry, se emplea para llamar a cualquier comida guisada, bien sea de pollo o pescado que sea acompañada por arroz.
Sin embargo, para la mayoría de los hindúes, el curry significa básicamente salsa para sazonar las comidas. Por otra parte, en occidente se identifica al curry como una mezcla de especias para sazonar la comida; esto se produjo durante la ocupación inglesa a la India, cuando los ingleses quedaron fascinados con la gastronomía hindú y trataron de imitarla en Europa, dando paso a diferentes preparaciones con el nombre de curry.
Tipos de curry

El curry más popularmente conocido es la mezcla de especias para sazonar la carne. Existen tres tipos de mezcla de especias diferentes y cada una tiene sus características, por lo que debes conocerlas muy buen antes de usarlas en la receta.
- Vindaloo: Este tipo de curry está preparado con cardamomo, el cual le da un toque picante a esta preparación; también contiene canela, jengibre, pimienta negra, mostaza, ajo, vinagre, cebolla, comino y azafrán
- Madrás: Este es un curry que, a pesar de tener un sabor picante, es más suave y está preparado con una mezcla de comino, clavos, cúrcuma, cilantro, canela, laurel y pimienta, tanto blanca como negra.
- Korma: Este curry se caracteriza por su color amarillo intenso, esto se debe a que contienen más cúrcuma que las otras versiones. También lleva en su preparación, cilantro, comino y cardamomo, pero en muy poca proporción. Además, se le agrega leche o yogur.
Contorno ideal para el pollo al curry

Este plato se va a acompañar con un delicioso arroz blanco, el cual es un alimento neutro para suavizar un poco el sabor del pollo. Por esta razón, se convierte en un ingrediente ideal para lograr un plato equilibrado en el sabor, mientras que también, aporta fibra.
Aparte del arroz, también lo puedes acompañar con pasta o con unas patatas al vapor, e incluso, una ensalada de lechuga y tomate para evitar los carbohidratos tanto del arroz como de las patatas o la pasta.