Molotov ocupa un lugar especial dentro de la cultura latinoamericana. El grupo de Ciudad de México es complicado de clasificar en cuanto a género, bebiendo con la misma comodidad del rock, el hip hop e incluso por momentos de los sonidos del metal. Pero a pesar de esta identidad tan propia, por momentos han sido capaces de traducir la frustración de todo su país, y del continente, con humor. Barras furiosas, guitarras explosivas y sentido del humor, todo es parte del repertorio de la banda.
Por eso no debería sorprender que los acentos de Latinoamérica se mezclaran en el espacio de las ‘Noches del Botánico‘. Los acentos de Argentina, Chile, México y Venezuela podrán escucharse en el espacio del recinto antes de que el grupo tomara el escenario. Como ocurrió hace unos días con ‘Gente de Zona’ el concierto fue un puente importante entre el nuevo y el viejo continente a través de canciones, y un recordatorio del motivo por el que siempre se le da una importancia especial a los artistas del nuevo continente en el festival.
Pero antes de que los mexicanos de Molotov tomarán el escenario, una chilena fue la encargada de empezar la fiesta. Ana Tijoux, una de las artistas de hip hop más completas de Latinoamérica. En un set de poco más de una hora, la artista repasó varias de las canciones que le han abierto un espacio dentro del mundo del rap sudamericano, y que le sirvió para conquistar poco a poco a una audiencia que en un principio no estaba atenta a su trabajo.
EL EXPLOSIVO COCTEL DE MOLOTOV
Pero a pesar de lo explosivo de Tijoux los Molotov eran claramente el artista más esperado de la noche. La banda apareció en tarima con la confianza de un grupo que ha pasado por mil batallas, recordando que este concierto es parte de la gira de su 30 aniversario. Desde que aparecieron el público se entregó completamente, Incluso cuando la banda comentó varias veces que había problemas con el sonido de las voces, el público coreó las canciones de tal forma que no importaba demasiado.
El grupo empezó su presentación con ‘Pendejo’ y ‘Amateur’, su versión de ‘Rock Me Amadeus’ de Falco. Ya el público se sumó por completo a la presentación que siguió con éxitos históricos del grupo como ‘Chinga tu Madre’ y ‘Here We Kum’. El primer trozo del concierto es una explosión de distorsión pensada sobre todo para que el público se emocione, con las revoluciones, todo lo que dan y el volumen tan alto como lo permite la normativa madrileña.
Después el grupo dejó salir su vena más política. Una detrás de otra, la banda interpretó ‘Frijolero’, Gimme The Power’, ‘Hit Me’ y ‘Voto Latino. Son canciones que han mantenido su vigencia a pesar de los años, y que terminan siendo una foto permanente tanto de los problemas de México como de la complicada relación del país latino con Estados Unidos, tan tóxica como simbiótica.
MOLOTOV Y EL ROCK EN ESPAÑOL
Lo cierto es que el espacio que ocupa Molotov dentro de la historia del rock en español es más qué particular. Su combinación de géneros es única dentro de las bandas de Latinoamérica, y lo cierto es que la oportunidad de verlos en un escenario tan particular como el de las ‘Noches del Botánico’ es una oportunidad fuera de lo común.
Además, son más que capaces de hacer que el público baile. Allí están canciones como ‘Puto’, ‘Dance and dense denso’, ‘Rastamandita’, que cerró el concierto, y ‘Me convierto en Marciano, originalmente de los Misfits. Su concierto es una combinación interesante de las canciones más importantes de su carrera, y una demostración que mantienen su energía histórica.