Algo que no se puede negar es que el fútbol está lleno de jugadas espectaculares que con el tiempo se han vuelto símbolo de creatividad, pero sobre todo, de técnica. Entre ellas, la chilena sigue siendo una de las más impresionantes.
Ese movimiento, considerado por algunos como acrobático, en el que un jugador remata de espaldas al arco suspendido en el aire, tiene una historia curiosa que no muchos conocen. Aunque su nombre sugiere un origen chileno, realmente su creador fue un español que dejó huella en la historia del fútbol sudamericano.
1Ramón Unzaga, el español que inventó la chilena en Chile

La historia de la chilena inició con Ramón Unzaga, un joven prospecto del fútbol en ese entonces, nacido en Bilbao, pero que emigró con su familia a Chile a principios del siglo XX. Ya instalado en Sudamérica, desarrolló sus habilidades en varios deportes, pero fue el fútbol el que lo llevó a marcar su trayectoria. La primera vez que Unzaga ejecutó la chilena fue el 16 de enero de 1914 en el Estadio El Morro de Talcahuano, cuando jugaba para el club Estrella del Mar.
Según lo relatado por Eduardo Galeano en su libro El fútbol a sol y sombra, Ramón Unzaga «inventó la jugada en la cancha del puerto chileno de Talcahuano: con el cuerpo en el aire, de espaldas al suelo, las piernas disparaban la pelota hacia atrás en un repentino vaivén de hojas de tijera». Esa sería la primera vez, registrada, que se vio una acción de ese tipo en un campo de fútbol.
Inicialmente, esta jugada recibió el nombre de “chorera”, porque el equipo de Unzaga era conocido como Escuela Chorera. El jugador, por su parte, la denominó: salto de lujo, pero no todos compartían esa admiración. Durante los primeros años, esta maniobra acrobática fue duramente cuestionada por los árbitros, que veían el movimiento como peligroso o poco ortodoxo.