Ser autónomo no es nada fácil, tampoco para los autónomos con negocios mayores. Pero a las peripecias económicas que muchos atraviesan intentando conjugar cada mes los ingresos y los gastos se unen otras dificultades que pasan a menudo desapercibidas, como el coste emocional que sufren quienes han creado su propio puesto de trabajo.
Una situación que muchas veces deriva en un estrés constante, dificultad para desconectar y en el peor de los casos una ansiedad difícil de gestionar. «Las preocupaciones del trabajo siempre se van a la cama contigo», reconoce Sofía, una autónoma granadina que a través de su marca diseña y vende joyas artesanales.
LA DIFICULTAD DE LOS AUTÓNOMOS PASAN YA A PROBLEMÁTICAS DE SALUD MENTAL
La incertidumbre que muchas veces acompaña a estos profesionales es un quebradero de cabeza más que nunca descansa. «No se sabe cómo va a ir el mes, siempre tienes costes fijos y nunca sabes qué vas a hacer de caja», admite.
Y los problemas para desconectar son otra dificultad a la que tienen que enfrentarse quienes saben perfectamente que el desarrollo de su proyecto laboral depende principalmente de ellos mismos. Situaciones que pueden llegar a quitar el sueño y generan un coste emocional que ahora ha sido testado a través de un estudio elaborado por el sindicato de UGT, a través de las experiencias de estos profesionales.

Una radiografía que refleja ese coste emocional de trabajar por cuenta propia y que muestra la soledad y la angustia que pueden sentir con mayor frecuencia, las dificultades para conciliar por unas jornadas que muchas veces se extienden más de lo debido o lo complicado que puede llegar a ser sus relaciones con la administración.
«NO SE SABE CÓMO VA A SER EL MES…»
“Los autónomos somos a las grandes empresas lo que las piezas pequeñas a los coches, sin ellas no funcionarían”, reivindica el presidente de CTAC, la división de autónomos del sindicato UGT. Con la voluntad de medir el sentir y los aspectos más emocionales de lo que significa ser autónomo, la organización encargó a una empresa de reclutamiento un estudio cualitativo a través de grupos de discusión con 54 trabajadores por cuenta propia ajenos a la organización.
Es ese ansía de poder autogestionarse y el cansancio de rogar a su empleador que respetara su tiempo libre fue lo que llevó a Carlos a emprender hace dos años. Su centro peluquería le da trabajo a él y a otro empleado. «Es lo mejor de ser autónomo y por lo que me mantengo», dice.

Y aunque cree que ella ha sabido separar su tiempo de descanso del trabajo, reconoce que sobre todo en los inicios «me daba bastante ansiedad no saber si iba a captar suficiente clientela y podría pagar todo». Ahora ese sentimiento lo tiene más controlado, pero admite que es difícil no acostarse todos los días pensando en cómo mejorar.
ESTRÉS CRÓNICO, ANSIEDAD, DEPRESIÓN…
Los datos hablan claro: los autónomos en España tienen un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental en comparación con los trabajadores por cuenta ajena. Un estudio reciente de Pluxee sobre las tendencias en Recursos Humanos para 2024 revela que un abrumador 80 % de los trabajadores anhela herramientas para manejar el estrés laboral.
Las políticas de flexibilidad y el apoyo psicológico emergen como las necesidades más apremiantes, con un 45% y 43% de demanda, respectivamente. El estrés crónico, la ansiedad y la depresión son compañeros de viaje frecuentes. Pero, ¿cómo solucionar este problema? Es una cuestión difícil de resolver…