Freír huevos puede parecer sencillo, pero las molestas salpicaduras de aceite pueden hacer que esta tarea sea más incómoda de lo que esperabas. Sin embargo, con algunos trucos simples, puedes evitar que el aceite salte y que los huevos se peguen a la sartén. A continuación, te explicamos cómo hacerlo de forma efectiva y segura.
1Añade sal al aceite antes de freír
Uno de los trucos más efectivos para reducir las salpicaduras es añadir una pizca de sal al aceite antes de freír los huevos. La sal actúa absorbiendo parte de la humedad que contiene la yema del huevo, la principal responsable de las pequeñas explosiones que ocurren cuando el huevo entra en contacto con el aceite caliente. Solo necesitas esparcir una pequeña cantidad de sal en la sartén cuando el aceite ya esté caliente. Asegúrate de no usar demasiada para no alterar el sabor del huevo. Este método no solo te protegerá de las salpicaduras, sino que también ayuda a darle un mejor dorado al huevo.