En el intrincado mundo de las señales de tráfico, existe una que, a pesar de su crucial importancia, pasa desapercibida para muchos conductores. Se trata de un pequeño rectángulo de color naranja que, desde 2016, advierte sobre tramos de carretera con alta concentración de accidentes. Esta señal de la Dirección General de Tráfico (DGT), aparentemente insignificante, se ha convertido en la responsable de un número sorprendentemente elevado de multas. Su desconocimiento no solo afecta al bolsillo de los conductores, sino que también pone en riesgo la seguridad vial. En este artículo te contaremos por qué esta señal de la DGT es responsable de generar un sinfín de multas todos los meses.
1Cuidado con las multas de la DGT: La señal que todos deberían conocer
En el vasto universo de señales que pueblan nuestras carreteras, destaca por su singularidad y, paradójicamente, por su discreción, una pequeña señal rectangular de color naranja. Introducida en 2016, esta señal cumple una función vital: advertir a los conductores sobre la entrada en un tramo de carretera considerado de alta concentración de accidentes. A pesar de su importancia crítica para la seguridad vial, es sorprendente cuántos conductores desconocen su existencia o significado.
La peculiaridad de esta señal radica no solo en su color llamativo, sino en su tamaño más reducido en comparación con otras señales de tráfico. Esta característica, que podría considerarse un defecto de diseño, en realidad responde a la necesidad de no saturar visualmente tramos de carretera ya de por sí complejos o peligrosos. Sin embargo, esta discreción visual ha resultado en un arma de doble filo: mientras busca no distraer, acaba pasando inadvertida para muchos, lo que genera una gran cantidad de multas.
El propósito fundamental de esta señal naranja va más allá de ser un mero indicador de peligro y un generador de multas. Su presencia alerta sobre la posible existencia de radares móviles de velocidad en el tramo señalizado. Esta información es crucial, ya que combina la advertencia de un tramo peligroso con la notificación implícita de una vigilancia intensificada. En esencia, es una llamada a la prudencia y al respeto escrupuloso de los límites de velocidad.