Sabemos que la inflación está causando estragos, más en temporadas como el verano, la época del año donde más solemos gastar, muy parecida a la de las fiestas navideñas. Tanto es así que los gastos en ocio aumentan por las vacaciones, los viajes y el buen tiempo.
Sin embargo, conviene controlar los gastos, ya que los españoles llegan a gastar durante este mes un 16% más en comparación con el resto del año, según un estudio elaborado por el banco digital N26. Y claro, esta situación de inflación tampoco ayuda.
De hecho, de entre todo el periodo estival, agosto es el mes en el que más se gasta de media en España: «En 2022, los españoles gastaron un 16% más en este periodo con respecto al resto del año», afirma N26 en una nota de prensa.
Agosto es el mes en el que más se gasta de media en España
Esta cifra es 10 puntos porcentuales superior a la del reciente mes de julio y mantiene la tónica predominante de los últimos cuatro años, si bien cae dos puntos con respecto a 2022.
Los viajeros que se desplacen en este fechas lo hacen mayoritariamente acompañados de sus parejas (76%), de sus hijos (33%) y de los amigos (20%). Algo menos de la mitad de los viajeros (48%) disfrutará de unas vacaciones de verano como mínimo de 8 días y un 14% superan los 15 días.
Tanto es así que el alojamiento favorito del 49% de los españoles en agosto ha sido el hotel, seguido del apartamento turístico y de la segunda residencia. Eso es otro de los motivos que más hacen por subir nuestros gastos, a veces desmedidos. A distancia se sitúan otros hospedajes, como hostales, camping y casas rurales.
Con todo, y según el estudio, los españoles gastan 2.781 euros más de lo que ganan, ya que el salario medio en el país es de 19.817 euros al año, mientras que los gastos ascienden hasta los 22.598 euros, según la Asociación de Empresas de Gran Consumo (Aecoc).
Esta mayor diferencia entre ingresos y gastos es debido a que los salarios crecen más lento que la inflación
La distribución del gasto entre los distintos elementos del viaje resulta prácticamente idéntica a la observada en 2022. Se encuadran aquí en los tres primeros lugares el alojamiento (34%), los gastos en restauración (25%) y el transporte (20%).
Así, este diferencial entre ingresos y gastos puede marcar el consumo en el segundo semestre del año debido a que los salarios crecen más lento que la inflación. Otro factor clave será la evolución del ahorro, que durante la pandemia subió hasta el 21% y que actualmente ha caído hasta el 9%, un problema que no desparece.
Además, este estudio señala que «la pérdida de poder adquisitivo se nota especialmente en las rentas más bajas, que son las que más están recortando sus gastos (-3,8%)», ha añadido. Hay que tener en cuenta, además, que la mayoría de las categorías de consumo caen en volumen de compra, lo que afecta a los márgenes de los fabricantes y de los ‘retailers’.